CASADA CON EL ENEMIGO *{EDITANDO}*

33 | la sentencia.

—Jaxon—

Tras las rejas: esposa del millonario Jaxon Well ha sido encarcelada por desfalco a su mismo marido.

Suspiro cansado frotando mi rostro con mis manos. Miro el periódico donde en primera plana aparecen varias fotos de ella siendo arrestada luchando por no entrar a la patrulla y un par mientras hablaba conmigo. El arresto fue hace tres semanas y aun siguen exprimiendo la noticia.

Escucho a Sky llorar, dejo el periódico de lado y la tomo en mis brazos, tomo el pequeño biberón de la cómoda con leche materna que compré y se lo llevo a la boca. La pequeña lo prueba y lo aleja de sus labios haciendo una rabieta mas grande, al parecer no le gusta el sabor de esa leche.

Aun no puedo hacerme la idea de que Kylie está en la cárcel y mucho menos que ella fue capaz de hacerme tal cosa. Siempre confié en ella a tal punto de que ella sabia todas y cada unas de mis claves de acceso a todas mis cuentas de bancos y sabia imitar a la perfección mi firma. Quien sabe desde cuando me ha estado robando sin que yo me diera cuenta, jamas pensé eso de ella y parece que me equivoqué al decir que la conocía.

Sky se niega a tomar de la leche pero se queda dormida. La recuesto en su cuna junto a su hermano y salgo de la habitación con dirección a la sala donde me encuentro a mamá platicar con Ana, esta ultima al verme niega decepcionada y sale del lugar dejándonos solos.

- ¿como estas, Cariño? - pregunta en tono dulce.

- he estado mejor - digo sincero sentándome junto a ella.

Mamá resopla - no me digas que es por culpa de ella - dice con desprecio refiriéndose a Kylie - mira que es cierto eso de que las apariencias engañan, amé a esa niña como si fuera mía y mira como nos paga, robándote tremenda cantidad, no me sorprendería si solo se casó contigo por tu dinero.

No le respondo porque no se si lo que dice es cierto o falso. Mi teléfono suena avisando un mensaje.

N° desconocido.

¿duele, verdad?

¡ja! Te lo dije.

Bloqueo el número y suspiro queriendo eliminar las lágrimas. Me pongo de pie y miro a mamá - ¿puedes hecharle un ojo a los mellizos? Necesito despejarme.

Salgo de la casa mirando el cielo gris. Me subo a mi auto y salgo de la mansión mi celular empieza a sonar en mi bolsillo, lo busco y veo en la pantalla que se trata de George, mi abogado que se está encargando del juicio.

-Well - detengo el auto para poder hablar mejor.

- buenos días, Jaxon, te tengo dos noticias y ambas son buenas.

Respiro profundo - dimelas.

- la primera es que el juicio se llevará acabo mañana a las diez y la segunda es que han aparecido varios testigos que afirman haber visto a Kylie entrar a esa hora a la empresa con actitud sospechosa, además, una chica llamada Heder Brown se ofreció a declarar también en su contra y si todo sale bien, es probable que le den quince años de condena.

—Kylie—

Rasco mi cabeza mugrienta mientras miro los agujeros de la cama sobre la mía donde duerme mi compañera que resulta ser una abuelita un poco chiflada, el olor a humedad y a moho es insuperable y eso sin contar el retrete tapado que apesta a mil demonios.

Llevo tres semanas aquí detenida en la estación de policías y absolutamente nadie ha venido a verme, bueno, Ana si lo hizo y me trajo un delicioso té diciéndome que ella confía a ciegas en mi y que sabe que lo que se está haciendo conmigo es una injusticia, le agradecí pero su opinión no es la que cuenta sino la del juez y bueno, no la puedo cambiar, después de ella nadie ha venido, ni siquiera mis padres, ni Jazmín ni Roy, nadie. Me dejaron completamente sola en esto.