24 | soy tuya.

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Limpio el desastre que ocasione con una servilleta de la guantera. Limpio mi longitud y mi mano que fue la zona donde calló la mayor parte. Con la respiración agitada salgo del auto luego de acomodar mi pantalón y visualizo a Ky sentada en el capot del auto con los ojos muy oscuros. Me acerco a ella y la tomo por el brazo con fuerza pero sin lastimarla, camino con ella hasta el elevador del estacionamiento y en cuanto las puertas se cierran la acorralo contra la pared tomando sus piernas haciendo que me rodee con ella para luego besarla con frenesí.

Sin bien acabo de tener que utilizar mi mano por desesperación, la atracción que siento hacia ella sigue siendo demasiado grande y necesito sentirla, sentirme dentro de ella sin estar drogado esta vez para poder recordar. Llevo casi cuatro meses sin tener sexo y el soportar dormir con ella casi desnuda al otro lado de la cama sin poder tocarla porque siempre nos interrumpen es un martirio.

De un movimiento brusco y rápido, hago a un lado sus bragas y a increíble velocidad saco mi miembro bajando el cierra y lo introduzco en ella haciéndola jadear con fuerza y me veo obligado a morder mi lengua para no venirme en el instante.

Esto es la gloria.

Muerdo su labio repitiendo la misma acción de mover mis caderas muy rápido. Mi cabeza vuela bien lejos de la consciencia y la respiración se me agita al sentir como se viene soltando un grito que es ahogado por mis labios y sus uñas se entierran en mis hombros.

Eso fue muy rápido.

Hasta que recuerdo el lugar donde estamos, me veo obligado a bajarla y a abrazarla colocándola frente mi al verla flaquear y guardar mi miembro en el momento justo en que la puerta se abre revelando a un grupo de personas que aguardan por entrar. Salgo con ella y empezamos a caminar hasta el área de comida. Llegamos a la misma pizzería de la otra vez y nos sentamos en la misma mesa. Ordeno por los dos y luego miro a Ky quien sigue completamente sonrojada y con la mirada nublada de deseo.

- ¿todo bien? - pregunto divertido.

Ella sonríe de lado - perfectamente.

- ¿segura? Tu rostro muestra algo distinto.

Ella tuerce un poco el gesto - ¿que dice mi rostro según tu?

Me inclino un poco sobre la mesa - tu mirada en este preciso momento me esta gritando que te quite la ropa y te coja fuerte sobre esta misma mesa.

Ella muerde su labio - ¿me complacerías?

Enarco una ceja con una sonrisa burlona - lo haría, pero temo a lastimarte y que luego te enamores tanto de mi que no quieras salir de mi oficina pidiéndome que te folle fuerte sobre el escritorio todos los días.

Me aplaudo mentalmente al notas como cierra con fuerza sus piernas de excitación buscando algo de consuelo. Retiro mi zapato y con disimulo subo mi pie directo a su entrepierna agradeciendo que usen manteles tan largos. Ella jadea con disimulo mientras yo froto una y otra vez el dedo gordo de mi pie sobre la sensibilidad de su parte intima agradeciendo también que le encante siempre llevar vestidos y faldas ya que me facilita el trabajo.

- Jaxon... - gime mi nombre en un susurro que solo me motiva aún más. Le doy un trago a mi agua sin dejar de acariciarla sobre la tela mojada de sus finas bragas. Ella empieza a retorcerse sin llamar la atención de nadie mas, cierra fuerte los ojos suspirando.

- quiero que me mires - ordeno haciendo que abra los ojos - ahora quiero ver una vez mas como te vienes, Ky.

Ella se sostiene fuerte de los bordes de la mesa y suelta un pequeño pero desgarrador grito de puro placer que solo yo consigo escuchar anunciando que ha llegado al clímax de nuevo. Reduzco la velocidad de mis movimientos mientras totalmente satisfecho levanto mi copa en su dirección en con una sonrisa en mi rostro.

CASADA CON EL ENEMIGO  *{EDITANDO}*Where stories live. Discover now