El siguiente mes fue uno de los más felices en la vida de Fred y Hermione, en especial para ella, era extraño que la sonrisa en su rostro fuera más frecuente que antes, y más extraño, que el que la provocara fuera Fred. Mantenían correspondencia casi diaria, cambiando de tema drásticamente, para finalizar en el que empezaron. Cuando el correo llego el viernes por la mañana, a Hermione ya no se le hizo raro la lechuza marrón que llego frente a ella, con la carta de Fred, y aunque la nota fue pequeña, no hizo más que ensanchar su sonrisa.

Querida Hermione

Nos vemos mañana, recuerda ir cómoda, será un día muy diferente a los que has vivido antes.

Fred

-¿Puedo saber que se traen tú y Fred? -pregunto Ginny, cuando salieron del gran comedor y se dirigían a sus clases matutinas. La pelirroja solo estaba enterada de la correspondencia continua entre su hermano y Hermione, pero su amiga no le enseñaba las cartas, solo le comentaba unas pocas cosas.

-Nos veremos mañana -respondió Hermione, aún sin dejar de sonreír-. Ya te había dicho.

-Si -estuvo de acuerdo Ginny, estudiando la expresión de Hermione-. Creo que ahora se porque ninguno de los chicos de aquí te interesan.

A pesar de la insinuación de Ginny, Hermione no noto ningún tono acusador, más bien sonó comprensiva, y como si no le molestara... ¿Pero que le iba a molestar? Fred era solo su amigo, era como salir con Harry, aunque con este no mantenía correspondencia diaria... No había nada malo en eso, además, en cierto modo, Hermione se sentía bien manteniendo contacto con el pelirrojo. Aunque se encontraba lejos, no podía dejar de sentir calidez en sus palabras escritas, le gustaba leerlo, saber que la incluía en su vida y le contaba sus proyectos, sus experiencias durante el día.

-Sea lo que sea que estés pensando, no lo es -dijo Hermione mirando a Ginny y negando con la cabeza-. Sabes que Fred es como un hermano y yo también lo soy para él.

-Entonces eres su hermana favorita -respondió la pelirroja sin dejar esa sonrisa, que a Hermione le pareció demasiado burlesca e insinuativa-. Porque te escribe más a ti que a mí.

Hermione negó con la cabeza, divertida. Sabía lo que Ginny estaba insinuando, pero el parecía algo completamente insólito e incluso ridículo.

El sábado por la mañana, sin embargo, experimento un sentimiento de nerviosismo que no había sentido nunca, pero lo hizo a un lado y se preparó para lo que sería, como Fred dijo, un día muy diferente. Mientras caminaba a la entrada del castillo, se preguntó que era aquello que Fred quería decirle, cuál era la razón por la que la había citado. Antes de llegar a la reja del castillo se encontró con Derek, el chico iba con un grupo de amigos, se separó de ellos y se acercó a Hermione.

-Creí que te ibas a quedar a estudiar -dijo intentando bromear, pero Hermione no paso por alto su tono acusador.

-Sí, tuve un cambio de planes.

-Me doy cuenta -comento el, mientras atravesaban la reja. Fred estaba recargado afuera, y cuando vio a Hermione su cara se ilumino con una sonrisa-. ¿Puedo saber con quién...?

-Hola -saludo Fred interrumpiendo a Derek. Le había visto acorralar a Hermione, en el momento había experimentado un poco de celos, pero al ver el alivio de Hermione cuando atravesaron la reja, ese sentimiento se esfumo rápidamente para ser remplazado con el demonio que siempre tenía dentro, ese demonio que molestaba a los demás. Derek miro a Fred con cierto resentimiento, se despidió de Hermione y se marchó, Fred le observo irse con una sonrisa de satisfacción en la cara- Empezaba a caerme bien.

El otro finalWhere stories live. Discover now