#Marina
Dos minutos antes...
Revuelvo insistentemente mi bolso siguiendo la búsqueda del boleto que me considera una pasajera más. Abro y cierro pequeñas bolsas que se encuentran cosidas tanto en los costados como en el interior de la misma; mis resultados son nulos. La desesperación del señor que recoge los boletos ha llegado a su límite, pues no duda en tronarse los dedos para demostrarlo.
Y cuando estoy por perder la esperanza y las respuestas para disimular mi problema escasean, finalmente encuentro mi boleto dentro del libro que leía en la estación anterior esperando mi dichoso tren, mucho antes de saber que un sujeto no tenía uno y pediría ayuda en consecuencia.
Considérate extinto, querido polizón.
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Todo comenzó en un tren
Short StoryMarina y Ernesto viajan en tren. Viajan seguros. Viajan juntos. ¿Juntos? Error. Pero todo tiene un comienzo, y este es el suyo.