Último baile

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NA: Quería que este capítulo fuera especial, así que lo he leído unas veinte veces antes de publicarlo xD He escuchado "When we were young" de Adele. Se va a descubrir algún que otro aspecto que hizo que Draco cambiara su actitud de repente, aunque me reservo unos cuantos detalles para el último capítulo, así como la razón principal de Hermione para darle otra oportunidad. Espero de todo corazón que os guste... ¡Ya no queda nada! Gracias a todos por seguir leyendo.

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It made us restless, I'm so mad I'm getting old.
It makes me reckless...
It was just like a movie, it was just like a song... When we were young.

. . .

Capítulo 7: Último baile.

Tardaron sólo un par de minutos en servirnos a Susan, Hermione y a mí. Para la madre, un risotto de setas, para la hija un filete de ternera con ensalada y para mí salmón ahumado.
Empezamos a comer en silencio, aunque yo, más que comer, mareaba el pescado en el plato... Después de todos los cereales que había comido y de la carrera que me había dado para llegar, tenía más fatiga que hambre. Me concentré en pinchar un trozo del pescado con el tenedor y llevármelo lentamente a la boca. Miré de reojo a Hermione mientras masticaba. Se inclinaba sobre la mesa, con los dedos de la mano izquierda tamborileando cerca del plato mientras removía las hojas de lechuga de su plato. Luego, miré disimuladamente el plato de su padre, que estaba ya por la mitad.

—¿Más vino? —le pregunté, tratando de ser educado.

—Oh, sí —respondió él, acercándome su copa mientras le servía—. Gracias muchacho.

—¿Susan?

Ella me miró un instante antes de negar con la cabeza.

—Bueno, Draco, has mencionado que tenías una madrastra... —noté cómo Hermione se ponía rígida en el asiento—. ¿Tus padres estaban separados?

Desvié la mirada un momento a las maravillosas vistas del puente de la Torre de Londres que había frente a mí antes de responder.

—Mi madre nos abandonó a los pocos días de dar a luz —comenté, tratando de mantener la compostura.

—Vaya —dijo ella, pinchando una seta y llevándosela a la boca con parsimonia—. Tuvo que ser duro aceptar algo así.

—Al principio sí, cuando era un niño —seguí diciendo, sin establecer contacto visual con la madre de Hermione—. Siempre supe que Narcisa no era mi madre biológica, pero fue una muy buena sustituta.

—Ajá —se limitó a decir. Hermione no hacía otra cosa que fijar su vista en nosotros, como si estuviera viendo cómo la pelota pasaba de un campo al otro en un partido de tenis. Su padre parecía demasiado ocupado comiendo como para darse cuenta del tenso matiz que estaba adquiriendo la conversación—. ¿Cómo se llamaba tu madre? —volvió a preguntar.

—Lily —dije secamente.

—¿Y sabes por qué...?

—Sí —la interrumpí, mirándola directamente a los ojos—. Se fue porque mi padre la engañaba con Narcisa, si es eso lo que quieres saber.

—Vaya —repitió, sirviéndose vino ella misma—. Bueno, cambiemos de tema... ¿Sabes que Patrick y yo dentro de poco cumplimos treinta años de casados? —preguntó ella, despreocupadamente.

Por supuesto que no, ¿cómo iba a saberlo?

—Eso es genial. Felicidades —dije, tratando de parecer mínimamente interesado en lo que me contaba.

Las condiciones de GrangerWhere stories live. Discover now