Las condiciones de Granger

Invitarlos a cenar

NA: ¡Hola! Esta vez escribí el capítulo con la canción "Just a little bit of your heart" de Ariana Grande. Contiene escenas lemon, así que lees bajo tu propia responsabilidad :) De nuevo, muchas gracias por todos los votos y comentarios... Cada vez que recibo una notificación me pongo muy feliz :3 Ahora sí, espero que les guste :D

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I don't ever tell you how I really feel,
cause I can't find the words to say what I mean.

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Capítulo 6: Invitarlos a cenar.

Cuando terminamos de cenar, Hermione se levantó de la mesa y recogió su plato y su vaso, dirigiéndose hacia la cocina. Me quedé mirando cómo se alejaba mientras daba un último sorbo a mi zumo. Antes siempre recogía la mesa entera... Pero desde hacía un par de días las cosas habían cambiado radicalmente, y aquello no iba a ser menos.

Me levanté, recogí mi plato y mi vaso y seguí sus pasos. Ella estaba terminando de enjuagar sus platos sucios cuando llegué. Metí los míos en la pila, y Hermione se apartó un poco mientras secaba sus cubiertos. Tampoco iba a fregar aquello por mí. Resoplé levemente y lo hice yo mismo. La miré por el rabillo del ojo. Apoyada sobre la encimera, un atisbo de sonrisa escapaba por la comisura de sus labios mientras me miraba disimuladamente.

—¿Qué? —pregunté.

Ella negó con la cabeza, mirando en otra dirección... Yo terminé de lavar y secar los cacharros, y cuando los guardé en su sitio, cogí una copa del estante y me giré hacia ella.

—¿Quieres vino?

Mi pregunta pareció pillarle por sorpresa.

—Sabes que no bebo —respondió.

—Pues parecías borracha la otra vez —la acusé.

Ella me miró con hostilidad unos segundos. Yo saqué la botella y me serví un poco.

—¿Y bien?

—Me prepararé un té —dijo al fin, poniendo el hervidor de agua a calentar.

—Te espero en el salón.

Hermione asintió mientras me marchaba, con la copa en una mano y la botella en la otra. Dejé ésta última en la mesa y me desparramé en el sofá, dando largos sorbos al vino que acababa de servirme. Definitivamente sabía mucho mejor en una copa que en la taza que usaba para todo.

Me incorporé un poco para coger el mando de la tele de encima de la mesa, pero Hermione, que acababa de entrar en la habitación con una taza de té, lo desplazó, alejándolo de mí.

—¿Por qué no hablamos un poco? —preguntó, esbozando una media sonrisa.

—¿De qué? —quise saber, desconfiado.

—De cualquier cosa... ¿Te apetece contarme algo?

Me quedé mirándola, sin poder evitar arquear una ceja. ¿Aquello era una trampa? Opté por darle otro sorbo al vino.

—¿Cómo te sientes ahora que la casa está limpia? ¿Crees que podrías mantenerla así?

—Me gusta que la casa esté limpia —respondí al cabo de unos segundos—. Podría intentarlo.

Ella asintió, sujetando la humeante taza con las dos manos.

—Y, bueno... ¿Cómo te sientes en general? Me agrada ver que pones de tu parte, realmente quiero que esto funcione —comentó, llevándose la taza a los labios.