Capítulo 8

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-POV Victoria-

Tras haberme ignorado, Mary hizo que subiéramos a la azotea, donde en verdad había unas preciosas vistas, pero por desgracia... alguien nos interrumpió.

- ¡Oye este sitio es nuestro, aquí nadie excepto nosotros dos podemos venir! - dijo una voz familiar.

Inmediatamente nos dimos la vuelta encontrándonos con el pelirrojo y el albino.

- ¿Dónde están vuestros nombres? - dije de brazos cruzados - ¡Y los papeles dónde eso esté escrito! ¡Venga!

Noté como Mary se acercaba mucho a mí, parecía tensa.

- Como no quieras papel de liar... - dijo el pelirrojo.

- Duncan, hoy ellas llegaron primero, dejémoslas por hoy, ¿No crees? - le dijo el albino a su amigo.

Duncan chasqueó la lengua molesto.

- Siempre estás de parte de las chicas... - dijo dándose la vuelta y empezando a caminar por donde habían venido.

- Tal vez es porque ellas piensan con más cabeza... - le comentó.

- ¿Por qué no se quedan? - pregunté extrañada.

- ¡No! - me interrumpió Mary tapándome la boca.

Reí.

- Está bien, está bien.

Finalmente nos sentemos tranquilamente a tomar nuestro almuerzo con aquellas bonitas vistas.

Lástima que nuestra tranquilidad sólo duró unos minutos.

¿Recuerdan el chico del otro día? Sí, es castaño que me intentó tirar los tejos, pues ese.

Empezó a caminar hacia nosotras.

- ¿Qué hacéis aquí? No permiten estar...

Alcé la cabeza mirándole con el ceño fruncido y el se quedó algo impactado.

- ¡Sois las chicas del otro día! ¿Qué hacéis aquí? ¿Os habéis arrepentido? - sonrió de lado.

- Vamos a este Instituto... - dijo Mary.

- Y no, no nos arrepentimos de nada, ahora vete, nos molestas - seguí molesta.

- ¿Os... molesto? - siguió caminado hasta llegar a nuestro lado, exactamente al lado de mi amiga - Qué lastima - en un abrir y cerrar de ojos le quitó el almuerzo de las manos.

- ¡Oye! - gritó la chica de ojos azules cabreada.

- Devuélveselo - dije seria mientras me levantaba.

- Agárralo si puedes - volvió a sonreír de lado.

Se acercó a la barandilla y extendió del brazo con el almuerzo de Mary.

Intenté agárralo mientras me separaba lo más posible de él, lo que fue inútil, porque finalmente me agarró de la cadera pegándome a él.

Acercó su rostro a mi cabello, cerca de mi oído.

- Hazme un trabajo y le devuelvo el almuerzo a tu amiga - susurró para después bajar hasta mi cuello.

- La tienes clara - lo empujé antes de que sus labios rozaran mi cuello.

- Lástima... - fue a soltarlo pero lo agarré de la camiseta.

Tal vez muy bruscamente, porque logré coger el almuerzo, pero el cayó a través de la barandilla.

Mierda.

- Pov María -

Me quedé en shok cuando miré a Duncan que estaba en la puerta de la azotea con su amigo al lado ¿Por qué tuve la idea de venir aquí?.

Killers for a one day?Where stories live. Discover now