The First And The Last

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  —Está bien—musita ella—. Sí quiero. 

En mi interior estoy dando saltos de alegría. Ella realmente va a dejarme ser el primero y me siento extasiado con el simple pensamiento de su interior apretando a mi alrededor. 

Pero aún así quiero oírla decirlo con las palabras justas... que me diga lo que quiere. 

  — ¿Qué quieres? —insinúo, empezando a desabotonar su camisa. Me inclino, besando su cuello y la siento suspirar. Su pequeña mano se cierra con fuerza en mi cadera y me acerca a ella.

—Sentirte. —su voz es temblorosa. Un toque más y no me importará: voy a follarla con todas mis fuerzas.

—Sentirme... ¿sólo así? —me alejo lo suficiente para verla a los ojos.

—Por dentro. En todo el cuerpo. Quiero que... —la joven traga saliva y espero sus palabras—Quiero que seas el primero en tomarme por completo.   

  Deslizo su camisa hacia abajo para quitársela. Está en sostén, con su pollera levantada y torcida, sus bragas en sus rodillas y su rostro sonrojado. Sus senos no son enormes, pero están perfectamente levantados formando dos montes redondos, apetecibles. Precioso.

Tomo su mano y empiezo a caminar escaleras arriba. Ella me sigue, y al llegar a mi habitación, entra y se queda de pie, esperándome. No me molesto en cerrar la puerta y me pongo en frente suyo.

—Perfecto, porque es exactamente lo que haré: tomarte. —digo con determinación y, sin previo aviso, mis manos acunan su culo y la atraigo con fuerza para besarla en los labios.  

  Debido a mi beso anterior, ahora sabe qué hacer. Su lengua se desliza con suavidad en mi cavidad bucal y acaricia cada rincón. Pierde la timidez y de repente, siento sus manitos tocar bajo mi remera. Le quiero dar el gusto... y quedo solamente en mis pantalones.

Ella observa esa cruz en mi pecho que tanto le había llamado la atención una media hora antes. Me mira a los ojos como pidiendo permiso y asiento en una mueca casi desesperada. Inclina su cabeza y deposita un húmedo beso sobre el tatuaje.  

 El simple toque me tiene más duro que nunca.

Estoy por follarme a mi alumna.

A la única que tuve en mi mente los últimos meses.

La única que, en los recreos, llamaba mi atención.

Y mientras ella pierde su timidez y besa todo mi pecho, me doy cuenta de que no habría aguantado más. La deseé desde el primer día e incluso después de lo que está por pasar... no creo que el deseo se vaya. Su mano toca mi erección por sobre mi pantalón y la aparto como reflejo. Demonios... ¿Qué...?  

  —Quiero tocarte—pide en un gemido. Tengo miedo por el simple hecho de que es la primera vez que siento tanta carga sexual dentro de mí, y si esta muchacha pone un dedo sobre mi pene probablemente pase una horrible vergüenza y me corra en seco. 

Sin embargo no puedo resistirme y en unos segundos, tengo mis pantalones y mi bóxer abajo. Está asombrada, pues se queda quieta una milésima de segundo, pero su mano avanza unos centímetros y me toca. Piel contra piel. Suelto un jadeo. 

De repente, sus dedos encierran toda mi longitud y presionan suavemente. No puedo evitarlo y cierro los ojos con fuerzas, sintiendo el calor envolver todo mi cuerpo. 

—Guíame—pide y su voz suena determinante. 

Perfecto.    

  Mi mano se posiciona sobre la suya, y, con lentitud, la muevo hacia arriba. La estimulación empieza a volverme loco. Hacia abajo. Suelto un gemido. Repito el vaivén y entiende, así que quita mi mano y continúa su trabajo ella sola. 

The Teacher [J.B] OneShotМесто, где живут истории. Откройте их для себя