Eager Touches

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  Toca el timbre y me siento feliz porque luego de éste receso, viene la última hora de clases del día. Y para mejorar mi humor, toca mi materia favorita: comunicación social. Era mi preferida entre todas, no sólo por el contenido de ésta sino por el profesor. Justin, un joven de veinticinco años, divertido, motivador, alegre. No había día que llegue de mal humor al colegio y además, nos trataba a todos como iguales. Por eso, hombres y mujeres en mi salón lo adoramos. Dicen que si un profesor te inspira, la materia termina gustándote. 

 El receso llega a su fin y me despido de mi grupo de amigos —los cuales, desafortunadamente, están en otros salones— para luego ingresar a mi salón. Al entrar me siento en mi pupitre y converso con algunos de mis compañeros. Es viernes, último día de la semana y todos lucimos un poco agotados, pero al mismo tiempo, contentos.    

  —¡Buenos días!—el profesor Bieber hace su entrada al curso y todos lo saludamos. Después de haber pasado toda la mañana con profesores estrictos que nos gritan y ponen mala cara durante horas, da alivio tener a alguien tan fresco como él. Pone su maletín en su gran mesa y empieza a sacar algunas carpetas. Toma un papel entre sus manos y se dedica a tomar asistencia a todos. Cuando dice mi nombre, levanto mi mano y sigo conversando con mi compañero, pero vuelvo mi vista hacia el profesor, quien me mira con una sonrisa sutil en su rostro. Sus ojos vuelven a la lista y yo sigo mi charla—. Los pupitres a los costados—dice amable y todos corremos nuestros pupitres contra la pared, dejando gran parte del salón libre. Era normal que nos haga hacer ésto, ya que solíamos hacer actividades para desinhibirnos. Nos sentamos en ronda y empieza a hablarnos de la radio que llevaríamos a cabo a fin de año. No falta mucho, ya que estamos en el ante-último mes de clases y luego entraremos en vacaciones. 

  —Son el único salón que tendrá su propia radio al aire éste año—prosigue— por lo tanto deben lucirse. Hoy lo que haremos es elegir a los dos locutores. El resto del equipo podrá ser seleccionado por ustedes, pero yo quiero encargarme de elegir a los dos mejores de la clase para que lo hagan. Tienen quince años—sonríe hacia nosotros—pero tendrán que hablar como un locutor de treinta que lleva años en la radio, ¿sí?  

  Todos asentimos y nos ponemos en ronda. Para empezar y divertirnos un poco, llevamos a cabo una actividad de percepción. Todo sale mal y terminamos en carcajadas. Luego de eso, decidimos jugar a otra cosa y el profesor Bieber elige seis alumnos. Cada uno es una sección de un diario —deporte, cultura, música...— y debemos elaborar en un minuto, con rapidez, una noticia en nuestras mentes y decirlas en voz alta como si estuviésemos en una radio. Todos nos trabamos al principio, pero al final vuelven a elegirme y soy la sección de música. Me paro en medio de la ronda y con la voz clara, empiezo a redactar la noticia que creé en mi cabeza sobre un festival imaginario de rock.
Por primera vez en el año, me luzco, y sin pensarlo dos veces el profesor me anota como locutora principal. Estoy feliz, pero nerviosa al mismo tiempo, pues me da ansiedad saber que estaré en una radio que se transmitirá por todo el país.

La clase termina y ya tienen un segundo locutor. Mi compañero está contentísimo y me siento feliz por él. La hora termina y es hora de irnos a nuestras casas, así que tomo mis cosas y las guardo en mi bolso con rapidez. Ya quiero llegar y meterme en cama y dormir hasta la noche. 

Salgo a los pasillos y me encuentro con mis amigas. Al instante empezamos a comentar qué nos pondremos a la noche y a dónde iremos. Es la época calurosa del año y está lleno de fiestas.
Me despido y empiezo a caminar a la salida del colegio. Las chicas se quedan ya que tienen actividades turno tarde pero yo aprovecho para retirarme. En el camino, siento como alguien me alcanza y se pone a mi lado. El profesor de comunicación social.  

  —Mi alumna favorita—bromea y me sonríe, aún caminando a mi lado. Salimos a la calle y está desierto. El sol pega fuerte. 

—Mi profesor favorito—contesto con una risita—. Estoy realmente nerviosa con eso de ser locutora.—confieso y me paro justo en la entrada, esperando a que mi madre me busque. Siempre llegaba tarde por complicaciones en su trabajo. 

The Teacher [J.B] OneShotWhere stories live. Discover now