Experimentos.

140 22 15
                                    

¿Hola? ¿Me oyes?

...

¿Me oyes, Yû?


Por supuesto que le oía.

No había día en el que al cerrar los ojos y concentrarse, no le oyese. A él y a ella.

Una voz suave, amable; la voz de un ángel. Le repetía en sucesivas ocasiones que no estaba solo, que todo iría bien.

Y, por supuesto, que le amaba.


Ella le amaba a él y él amaba a la mujer que no conocía.

El pequeño niño de sonrisa brillante le amaba, y él correspondía sus sentimientos.


Peleaban, claro está, como cualquier niño. Lo hacían a menudo. Demasiado a menudo. Lo bueno era que aquello no fracturaba su relación. Que pasados unos minutos, cuando Yû volvía su vista a Alma, lo encontraba lloriqueando. Y que bastaba un "Lo siento" para que sonriese. Y que al "Lo siento" le seguía un "¡No pasa nada, Yû!". Y que, sin ser vistos por nadie, se fundían en un abrazo.

Era una amistad pura. Pero no una amistad cualquiera. Yû no sabía qué significaba tener un amigo, porque jamás lo había tenido. Jamás pensó que hacer amigos estaría bien, o que quizás ser simpático con los demás era algo que tenía que logar. No, Yû no tenía amigos; Yû tenía a Alma, y no necesitaba nada más.


Un día los niños pelearon, y el "Lo siento" no bastó para que Alma contestase con "¡No pasa nada, Yû!" Este pudo observar cómo su compañero abrazaba sus propias piernas, sentado en el suelo, y hundía la cabeza en las rodillas. Yû arrugó el ceño y acudió pronto a su lado.

— ¿Qué te pasa ahora?

Sabía perfectamente lo que le pasaba. Había sido llamado "psicópata" por él debido a que estuvo todo el día siguiéndole, a pesar de que Yû le dejó claro que quería estar solo. Dejando de lado aquel deseo allí estaba el moreno, tratando de animarle a su manera.

— Nada...

— Venga ya. No lo decía literalmente. Es solo que eres un pesado.

Hipó.

— ¡Pero no quiero que me insultes! Somos amigos, ¿no?

— ... Sí.

— Pues los amigos no se insultan...

El ejemplo que siempre ponía era el de los miembros de la sede asiática. Personas que trabajaban codo con codo y se procesaban profundo respeto. Pero para Yû esas personas no eran amigos. No sentían lo que él sentía por Alma.

— Es diferente.

Volvió su cabeza hacia el que acababa de sentarse. Su rostro daba pena; lágrimas corriéndole por las mejillas, ojos enrrojecidos por el llanto y mocos escapando de su nariz. Yû arrugó aún más su expresión.

— ¿Y si te pido que no seas tan borde conmigo?

— Pides mucho. ¡Y no soy borde!

— ¡Siempre me estás insultando, sí lo eres!

— ¡Y tú un mocoso!

— ¿¡Ves!?

Una vez más escondió su rostro entre las rodillas y el llanto volvió. ¿Por qué le había molestado tanto? Yû pensaba en la cantidad de insultos que se habían dicho mutuamente a lo largo del tiempo. ¿Qué tenía este de especial?

Suspiró. Tomando a su amigo de los hombros le hizo volver a girar la cabeza hacia él, y entonces le estrechó entre sus brazos, con los puños cerrados y tanta fuerza como pudo.


— Tú ganas, pero deja de llorar.

— ¿Entonces vas a ser más simpático, Yû?

— Sí, supongo...

Poco a poco, Alma correspondió a su abrazo. Y a pesar de que Yû no pudiese verlo, esbozó una sonrisa amplia.

— No pasa nada si no lo consigues. Yo te quiero igual.

— ... Y yo a ti.

Lo dijo con tanta timidez, que Alma no pudo evitar reir. Por esa vez, Yû no le golpeo. Aprovechando que no le veía, imitó su sonrisa.




Los años pasaron. Ya no podían abrazarse más.

Ese tiempo en el que Kanda sonreía quedaba ya tan lejos que únicamente unos cuantos afortunados podían decir que le habían visto sonreir.

En ese momento no lo hacía. Allí, en frente del que una vez consideró su mejor amigo y ahora solo era un ser entre monstruo y humano, Yû Kanda sentía que se había roto por completo. Observando su sonrisa, muy diferente de la inocencia que antaño mostraba, solo pensaba "por qué".


Por qué todo había salido mal.

Por qué le han hecho esto a Alma.

Por qué no fui lo suficientemente fuerte como para salvarle.


Te amo, Alma. Perdóname. Tengo que volver a matarte.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 21, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

¿Me oyes, Yû?Where stories live. Discover now