☆ TRECE ☆

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Marinette se encontraba placidamente dormida, estaba en una posicion fetal y enrredada entre las cobijas a causa del frío.
Se retorcio un poco en su cama y se estiro dando un largo bostezo.

¿Tikki? -se talla los ojos- ¿Dónde estas?

Su pequeña amiga no contestaba a su interrogante, era raro ya que siempre dormia a un lado de ella entre la almohada y el cabello de la peliazul porque así se mantenía cálida.

¿Tikki? -insiste una vez más.

El kwami salío del closet bostezando y con cara larga.

¿Que pasa -la mira- ¿Necesitas algo?

No, ¿Porque no has dormido conmigo? Hace frío -extiende su mano para acariciarla.

Se aleja antes de hacer contacto- Me apetecía dormir en tu closet.

Marinette se sentó en su cama y dio un profundo respiro.

¿Que sucede, Tikki? -le interroga.

¿Que sucede? Te dejaste usar Marinette! Lo besaste -cruza los brazos.

Se que estuvo mal -suspira- Lo siento mucho.

-Es que esto no se arregla con un lo siento, no es algo que LadyBug haría! Se supone que ella debe ser fuerte para afrontar problemas de manera inteligente, no como lo estas haciendo tu-

La peliazul guardo silencio. Un silencio incómodo, de esos que se apoderaban del ambiente y te hacían sentir una gran carga en los hombros. De esos que parecían consumirte.

No ... No me refiero a que no seas una buena LadyBug, sino que -titubea- te estas dejando llevar por tus sentimientos, eso no es bueno... Ya sabes debes ser más fuerte.

¿Y que quieres? Soy humana Tikki -se acuesta de nuevo y tapa su cara con las cobijas- No soy una heroína las 24/7.

Marinette -se acerca a ella- Lo se pero... Quiero decir que-

Voy a dormir un rato más -dice casi en un susurro, interrumpiendola- Aún tengo sueño.

Tikki sabía que había herido a su compañera sin quererlo, ella solo quería hacerle ver que estaba siendo demasiado débil y que eso le traería muchos problemas en un futuro no muy lejano.
No encontró más remedio que imitar a la peliazul y dormir un poco más, pero esta vez se acurruco cerca de ella, lo lamentaba pero no retiraría sus palabras.

(...)

Me desperté al rededor de las doce y media de la tarde, mi cuerpo se sentía pesado y sin energías.

-Oh vaya, has despertado-

Alya seencontraba sentada en el escritorio dónde se encontraba mi ordenador, el cuál estaba usando para escribir una entrada en su "LadyBlog" ... A veces me daban ganas de contarle que yo era esa chica que tanto admiraba y que por cierto no era digna de, pero sabía que eso me conllevaba una gran responsabilidad.

¿Que haces aquí? -se para de la cama y va a dónde se encuentra su amiga.

Yo también me alegro de verte, ¿Que cómo estoy? Bien gracias, ¿Y tú? -sonríe.

Pone los ojos en blanco y ríe- Sabes que no lo digo por eso Alya, ¿Porque no me despertaste?

Es que mira -saca su celular y comienza a buscar algo- Te vez muy linda durmiendo.

Alya! -le arrebata el celular- Esto es acoso eh! -la señala repetidamente- Voy a demandarte.

Ja! Si claro -toma su celular antes de que borre la foto- Tu sin mi no eres nadie -la mira triunfante.

 ♡ Beautiful Lies ♡ Where stories live. Discover now