♡ Beautiful Lies ♡

☆CUATRO☆

No quería ni si quiera levantarme de la cama después de lo sucedido hace tres días.
De la nada Lila o como ella se hace llamar "Volpina" apareció ante mi y Chat pidiendo disculpas por lo ocurrido antes, asegurando que esta vez no se trataba de un Akuma lo cuál demostró terminando su transformación y por supuesto su kwami apareció.

-¿Lo ven? No estoy mintiendo, ladybug yo SI soy una súpero heroína-

Sabía que aquello lo mencionó por lo ocurrido en el laboratorio de Ciencias en la escuela, sin embargo había aún una cosa que ella jamás podría llegar a hacer.

Si si lo que digas Lila -frunce el ceño y pone los ojos en blanco- Pero sigo siendo la única que sabe purifucar Akumas por lo tanto incluso tú como "Heroína" -hace comillas con los dedos- me necesitas.

Después de haber dicho eso, Chat comenzó a sermonearme señalando una vez más mis constantes cambios de actitúd y lo mal educada que estaba siendo.
Antes de que mis labios pronunciaran una extensa gama de palabrerías o que mis ojos no aguantaran más y botaran todas las lágrimas que guardaban dentro, le lancé la carta a Chat Noir y esta le dió en la cara.

-Eres un gato tonto e iluso callendo en las trampas de un zorro!-

Luego de decir esto último huí inmediatamente del lugar.
Podía sentir las gotas bajar por mis mejillas, me mordí el labio intentando retenerlas sin ningún éxito.

Desde ese día no volví a hablarles ni reunirme con ellos, tuve suerte ya que al menos los akumas me habían dejado libre y así pude quedarme sin preocupación ni remordimiento alguno a descansar en mi alcoba.

-Marinette!-

Mi madre me llamó y toco en la pequeña puerta de madera para luego entrar por esta misma.

¿Que pasa mamá? -se levanta de la cama y va hacía su madre.

-Alya te busca esta aquí abajo comiendo pastelillos, ¿La hago pasar o le digo que en un momento vas?-

Podrías hacerla pasar, por favor Mamá -sonríe amable y le besa la mejilla- Gracias.

Me volví a recostar sobre la cama y me estire un poco, a los cuantos segundos Alya yase encontraba en mi cuarto con dos pastelitos y su peculiar sonrisa.

¿Quieres uno? -le muestra el pastelillo y se lo ofrece- Tus padres realmente hornean delicioso.

Toma el pastel y le da un pequeño mordisco- Yo también se hacerlos Alya -Le sonríe- ¿A que se debe que vengas a verme?

Quería saber que opinas de Lila y su gran revelación -dice entusiasmada.

Lo menos que quería en ses instante era acordarme de ella pero no podía culpar a mi amiga, ellano estaba consiente de todo lo que pasaba por mi mente al oír su nombre.

-Para serte sincera hay algo en ella que no me da confianza-

Y era verdad no solo lo decía porque me haciera hervir la sangre de los celos, en verdad ella tenía un "algo" que me transmitía todo menos seguridad o confianza no podía verla como una súper heroína por mas que trataba de hacerlo, realmente no podía.
Aparte de que sentía una extraña sensación de que todo se relacionaba con aquella vez que la observé hablando con aquel hombre desconocido pero sin embargo no tenía las pruebas suficientes.

Marinette, hasme caso! -le lanza una almohada y esta atina en su cara- baja ya de tus nubes.

-Perdón, ¿Que me decías-

-Que porque Lila no te da confianza, ¿Es solo porque te cae mal?-

¿Que? -hace un gesto de fastidio y bosteza- Claro que no, yo no diría algo así solo porque me cae mal.

-¿En serio?-

La actitúd que estaba tomando Alya y sus "sospechas" de que iba en contra de Lila sólo porque no la soportaba y de que estaba celosa me estaban comenzando a causar desagrado hacía su visita.

Si, Alya -se para de la cama y toma su celular- Ahora te pido una disculpa pero voy a salir, puedes retirarte cuando quieras.

Salí de mi casa con la mente hecha trizaz de tantas posibles teorías que rondaban por ella, no aguantaba la idea de que alguien como ella pudiera poseer un miraculous era algo completamente absurdo!

-Marinette por favor espera-

Miré haciendo caso a la voz que me llamaba y detuve mi caminar.

¿A-Adrien? -tartamudea y juega un poco con sus dedos tratando de calmarse y así poder articular algo coherente- ¿Necesitas... algo?

Oh, si bueno no -ríe un poco- Lo que quiero decir es que -hace una pausa y suspira- Creo que te debo una disculpa Marinette.

-¿Una disculpa?-

-Si, por el incidente con Cloé y Lila-

¿Es que acaso nadie puede POR FAVOR dejar de mencionarla aunque sea cinco pequeños minutos? Que de especial puede tener ella, aparte de saber fingir y actuar bien.

Ah, eso -mueve la mano restandole importancia- no es nada reelevante para mi, ahora si me disculpas llevo prisa.

Espera! -le toma la mano- antes de que te vayas, me gustaría pedirte que no hubiese rivalidades entre ustedes dos ya que ella ahora -agacha la mirada- estará conmigo y no quiero que algún conflicto afecte mi imagen.

¿Ah que se refería con que estaría con el? No era acaso lo que me estaba imaginando, ¿Cierto?

Safa su mano de Adrien y la coloca en su pecho- Ella es tu -su respiración agitada es notoría esperando por una respuesta.

¿Mi novia? -la mira y alza los hombros- Se podría decir.

-¿Lo es?-

-Si-

Sentía que mi corazón se salía de mi pecho y las palabras se quedaban atoradas en mi garganta buscando un lugar por dónde salir.

-Yo no se que ...-

Marinette, ¿Estas bien? -la toma por los hombros y la abraza.

Alya ... Si yo -se deshace del abrazo- de verdad que llevo prisa luego los veo -sonríe falsamente mientras las lagrimas brotan de sus ojos- A-Adiós.

Salí corriendo de aquel lugar, no iba en una dirección específica sólo quería correr, huír y si tenía suerte perderme. No quería regresar jamás porque no podría resistirlo.

Y descubrí como se sentía un corazón roto. Era como una alma vagando por un poco de amor para aliviar el dolor.

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