♡ Beautiful Lies ♡

☆ DOS ☆

Nathalie toco a la puerta de mi habitación causandome un pequeño sobresalto. Poco a poco me fuí acostumbrando a la brillante luz del sol que entraba por mi ventana.

Adrien, tu padre te espera para el desayuno -susurraba la asistente- Es mejor que no tardes mucho sabes que es poco paciente.

¿Mi padre desayunara conmigo? -pregunto con voz ronca debido a que estaba aún adormilado.

-Así es al parecer quiere hablar contigo acerca de una nueva campaña para tu carrera de modelaje-

Ah -solto un suspiro y una risa irónica- claro, ahora lo entiendo, bajo en un momento.

Me senté en una de las orillas de la cama aún con las cobijas enrredadas por mi cuerpo, luego de un momento pensando me paré para vestirme.
Bajé rapidamente hasta el comedor dónde mi padre se encontraba ya sentado esperando mi llegada.

Buenos días Adrien -lo mira sin expresión alguna en el rostro y regresa su mirada a la libreta que tiene en las manos.

-Buenos días Padre-

Me senté en la silla que se encontraba al otro lado de la mesa y tome uno de los tenedores dispuesto a comer hasta que Padre me interrumpió con su aspera voz.

-Esa chica con la que has estado ultimamente, lorena, liliana-

Lila -responde a los errores de Gabriel- ¿Que con ella?

-Estaba pensando en que es una buena candidata para ser tu compañera de modelaje -toma un bocado de su plato y espera a terminar para hablar nuevamente- Tiene una buena estatura y su cabello parece bastante cuidado al igual que su rostro.

-Ah-

¿Ah?¿Es lo único que piensas decir acaso Adrien? -lo mira desafiante.

Era cierto que Lila era buena para ello, pero no estaba seguro de querer tenerla cerca de mi tanto tiempo. Ella era muy buena conmigo pero sentía en ciertas ocasiones que me sofocaba y con ese perfil de crear mentiras no me era muy confiable.

No lo sé, no creo que lo logre -Bebe un poco del agua y prosigue- ¿Porque quieres que tenga una compañera de modelaje?

La empresa lo exige, así las ventas subirán -Aclara su garganta- Quiero hacerle una pequeña prueba a Lila.

Nada que le dijera a mi padre lo haría cambiar de opinión, ni si quiera era una sugerencia el ya había tomado su desición y tan solo me lo estaba avisando.

La traeré conmigo después de clases si así te parece -Termina de comer y limpia su boca con una servilleta.

-Claro, los espero a los dos-

Tomé mi mochila y abrí la puerta pero antes de cerrarla él habló una última vez.

-Adrien, se puntual esta vez-

Lo seré -Cierra la puerta y camina hacía la salida- Si supieras que salvo la vida de París no te molestarías tanto en que llegara tarde en algunas ocasiones.

***

Una vez más me encontré contemplando los ojos verdes de Adrien, pero como no hacerlo si eran tan profundos que te atrapaban cuando menos lo esperabas. Me sentía realmente patética porque ni si quiera podía hablarle pero me la pasaba acosandolo.

¿Que pasa por tu pequeña cabeza Marinette? -Alya rió divertida por ver la expresión cambiante de su amiga mientras miraba al rubio aquel.

Adrien Agreste -Agacha la mirada y suelta un amargo respiro- Adrien.

En cuanto a ello Marinette ... -Tartamudea un poco y ríe con cierto nerviosismo- Hay algo que debes saber

-¿Que pasa Alya?-