Capítulo treinta y seis.

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EL CAPÍTULO SE BORRÓ Y NO SÉ POR QUÉ

Selena.

La trayectoria hacia mi casa iba silenciosa, ni Bieber, ni yo habíamos hablado desde que salimos del instituto.

Aún se me hacía extraño lo que había pasado hace un rato.

¿Yo dándole explicaciones y él pidiéndolas? desde cuando eso ocurría entre nosotros, entre... desconocidos.

Desconocidos... ¿realmente todavía lo eramos?

Bufé. - Claro que sí.

No me lo creí.

- ¿Qué? - volteó a mirarme.

Maldita sea, lo había dicho y no pensado.

- N-nada.

- Okey. - me miró raro.

Y el silencio incómodo volvió.

Lo miré unos pocos segundos.

Suspiré cansada.

Me sentía levemente mal.

Quería que habláramos, que me hablara y no entendía por qué.

Volví a suspirar, pero esta vez de frustración.

Maldita sea.

Sentí un murmullo suyo y luego una hermoso canto inundó el ambiente.

- Why she had to go I don't know she wouldn't say I said something wrong now I long for yesterday.

Abrí grande los ojos.

¿Era él? ¿el imbécil era el estaba cantando?

- Yesterday, love was such an easy game to play now I need a place to hide away. Oh, I believe in yesterday.

Joder, el tipo cantaba malditamente hermoso.

- Why she had to go I don't know she wou...

- ¡Hey! - ese grito no solo hizo que Bieber detuviera su canto, también detuvo nuestra caminata.

Suspiré de frustración.

¿Quién se atrevía a interrumpir el precioso y pequeño "recital" de Justin?

- ¡Selena! - sentí cómo me tocaron el hombro y volteé.

Sonreí, cómo es que no había reconocido su fina voz.

- ¡Louis!

- ¿Cómo estás? - me abrazó efusivamente.

- Bien, - nos separamos. - ¿y tú?

- Bien. - asintió. - ¿Selena?

- ¿Qué pasó, Lou?

- Necesito tu ayuda.

- ¿Qué hiciste ahora, Tommo? - pregunté un poco divertida.

- Selena es serio. - hizo su típica mueca para después  ponerse serio.

- Oh perdón, - hablé avergonzada. - ¿qué ocurrió?

Louis me miró a mí y luego volteó a ver a Bieber.

- Hola. - saludó cortante.

- Hola enano. - devolvió el saludo de la misma forma.

Louis rodó los ojos y volvió a mirarme.

- Hm, aquí no puedo decirte. - miró de reojo a Bieber. - ¿estás ocupada ahora?

- Sí lo está, pequeño imbécil. - Bieber respondió antes que yo.

- Pequeño será lo que tienes entre los pantalones. - Louis contraatacó.

Bieber solo carcajeó con ironía.

- La verdad es que sí, Lou. - hablé antes de que alguno de los dos diga algo. - Voy a hacer un trabajo.

- Oh mierda. - hizo de nuevo su clásica mueca.

- Pero sí es muy importante, ehhh... - dudé un momento. - p-puedo cancelar eso del trabajo.

Miré de reojo a Bieber, él se vio sorprendido por unos segundos, pero luego lo vi apretar la mandíbula.

- Pero - me miró y luego miró a Bieber. - ¿no interrumpo nada?

- No lo haces.

- Oh claro que sí lo haces. - intervino de nuevo.

Lou y yo rodamos los ojos.

- En serio no quiero interrumpirte.

Iba a responder, pero el rubio habló primero.

- ¿No lo quieres hacer? - Bieber le sonrió cínico. - Entonces por qué estás aquí.

- ¿Por qué no metes en tus asuntos?

- ¿Por qué no tú no te metes en los tuyos? - lo miró terriblemente mal. - tú fuiste él que vino a interferir.

- Basta. - hablé y miré mal a Bieber.

Él miró ligeramente sorprendido y yo también lo hice.

¿En serio no solo le había hablado mal sino que también lo había mirado mal?

Me ruboricé un poco por la vergüenza. 

- ¿Sabes qué? - Bieber se puso frente a mí, impidiéndome ver a Louis. - Estoy cansado de su mierdecilla, ¿vamos a hacer el trabajo o no? - me miró fijamente.

- N-no puede se-

- No - me cortó. - no puede ser ni mañana, ni pasado mañana y ni el resto de los días que nos quedan porque voy salir de la ciudad.

Maldito imbécil de mierda.

- Pe-pero-

- Nada de pero. - me volvió a cortar.

Me miraba realmente serio.

Tragué saliva.

- No te preocupes, Sele. - Louis habló. - Por mensaje hablamos.

- ¿Seguro? - me corrí para poder verlo.

Me daba una pena tremenda no poder ayudarlo ahora.

- Claro. - sonrió, pero no se le hicieron sus clásicas arrugas al lado de sus ojos.

- Está bien. - dudé.

Se acercó y corrió a Bieber para poder abrazarme.

- Todo estará bien, Lou. - nos separamos y le besé la mejilla.

Por razones de la vida mi vista se dirigió a Bieber y este se mantenía tenso además de que tenía la mandíbula ligeramente apretada.

Fruncí el ceño. ¿Por qué tenía la mandíbula apretada?

- Nos vemos, Sele. - se despidió y se fue en dirección contraría a la que nos dirigíamos con Bieber.

- ¿Podemos apurarnos? - preguntó cortante. - ya perdimos demasiado tiempo con vuestra mierda de coqueteo. - habló brusco y siguió avanzando.

Fruncí el ceño.

- ¿C-coqueteo? 

¿Coqueteo? ¿Pero de qué estaba hablando?

- ¿O me vas a negar que esa maldita charla más abrazos y besos que tuviste con el enano no lo era?

¿Qué mierda?

Esa plática con Louis no había sido para nada un coqueteo ni algo que se le pareciese.

¿Qué mierda le pasaba por la cabeza?

No lo entendía, no entendía por qué era que se encontraba tan enojado.

La Nerd & El Popular |Jelena| |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora