Querido Amigo "Mis malas Decisiones" [EDITANDO]

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(Una semana después)

—Hey Max... Ven aquí. -Grito mientras le hago señas con mi mano. Él se acerca corriendo. —Mira esto, es hermoso. –Le digo mientras señalo con mi dedo una estrella de mar que se encontraba al otro lado del vidrio.
—A mi no me parece. –Dice sarcásticamente. —Mira esa Mantarraya de allá, es mucho más hermosa. –Asiento con mi cabeza.

Hoy nos encontramos en un acuario, hemos visto y conocido muchisimas especies de animales acuaticos, no solamente animales de aguas saladas, sino también muchas especies de aguas dulces.
La mañana se nos ha pasado volando y al ser el medio día hemos decidido ir a almorzar a un restaurante ubicado cerca de la zona.

— Valla, pero que bochorno. –Digo mientras venteo mi rostro con mis manos, me siento sudada y muy roja, creo que me voy a derretir.
-—¿Y si vamos a comer un helado? –Dice Max parandose frente a mi con una mirada pícara.
—Pero aún no hemos almorzado.
–Eso no importa, vamos, conozco un lugar muy bueno en el cual hacen helados de Yogurt, sé que te gustará.
—Está bien, pero no tardemos mucho en regresar.
—Ok.
Le hablamos a nuestros padres y ellos nos permitieron ir por el helado, siempre y cuando no nos tardaramos mucho.

De camino hacia la heladeria unos hombres empezaron a pervertirme, diciendome cosas obscenas y desagradables, tanto así que Max se abalanzó sobre uno de ellos, lo tomó del cuello y lo levantó.

—¡Max detente!. -Grito desesperada. Las personas que se encontraban cerca del lugar no hacían nada más que observar el suceso a una distancia favorable para ellos. –Max, por favor detente, no tiene caso que hagas esto. –Max hace un gesto de desagrado y luego lo suelta, el hombre casi asfixiado empieza a toser desesperadamente.
—Espero que ninguno de ustedes vuelva a molestar a mi novia, porque si lo hacen, se las van a ver conmigo. –Dice Max mientras los señala con su dedo índice.

"Novia"; ¿acaso escuché mal lo que dijo?, sin importar qué, obvio le preguntaré.
Después de alejarnos del lugar le dije.

—Gracias por eso, aunque pienso que no era necesario que hubieras intentado golpearlos, ni siquiera se me habían acercado.
—No, pero te decían cosas asquerosas, además, solo fue un impulso, lo haría por cualquier mujer, incluso por un Gay, no te hagas tantas ilusiones.
—A ver, ¿Qué tienes contra los gays?, y yo no soy la ilusionada.
— Ja, ja, ¡como no!, y no tengo nada en contra de ellos, solo lo digo porque sería un poco extraño, nada de ofensas, solo imagínate a un hombre coqueteando a otro hombre, sería, no sé raro.
—No me parece nada raro en lo absoluto... Y como dije, yo no soy la ilusionada, TÚ fuiste el que dijo "Mi Novia".
—¿Queé?. –Empieza a reir como loco sujetando su abdomen con ambas manos, posteriormente seca una lágrima con su dedo índice y sigue riendo más suavemente. —Por Dios Aly, pero que tonta eres niñita. –Se acerca y me da un pique colocando su dedo medio sobre el pulgar, luego aplica un poco de fuerza en el y lo lanza hacia su objetivo, el cual en este caso era mi frente.
—Oye, no hagas eso. –Le digo mientras me sobo con la mano el lugar donde me golpeó.
—Eres una niñita, tonta, fea y llorona, pero lo peor es que estás muy convencida.
—¿Cómo que convencida?.
—Y todavía preguntas... Era obvio que dije eso para que no te volvieran a molestar... ¡TON-TA! –Nuevamente se acerca hacia mi, pero esta vez toca mi frente con sus dedos índice y medio de una forma un poco más tierna. Me he ruborisado, no sé por qué, pero sentí como mi corazón estuvo a punto de salir en ese instante, ahora entiendo porque Sakura ama que Sasuke haga eso con ella.
—N-No hagas eso. –Digo un poco nerviosa mientras giro mi rostro hacia otro lado.
—Mirate, ya estás rojita, pareces una fresa, jajaja, deberías verte en un espejo, que tierna, pareces una bebé con esa carita. –Lo dice todo con una voz burlona. Me irrito un poco y me defiendo.
—Es porque hace frío, no te hagas ilusiones idiota. –Me retiro triunfante.
—Ehh... Si, primero convencete a tí misma con esas palabras y luego me las dices a mí, si mal no lo recuerdo, TÚ misma dijiste que hacía bochorno, y por eso vamos por un helado. –Dice mientras se ríe. Mierda, no medí mis palabras, cómo no recordé que hacía calor, ay Dios, quién puede conmigo.
—Tú tampoco es que seas muy listo, solo me equivoqué.
—Claro. –Dice con sarcásmo. —Yo si sabía que estabas bien coladita por mí, pero no creí que tanto.
—Por favor, conozco y he conocido hombres mucho más guapos que tú... Ves que yo no soy la convencida aquí.
—Como quieras, yo sé que me quieres, si no fuera así, no hubieses venido hasta acá solo para verme.
—Ahórrate tus palabras querido amigo, que yo sé que tú también querías verme. –Esta vez, si me alejo completamente victoriosa.