Pag 11

47 6 0
                                    

Todo ocurrió muy rápido, al girar no sé qué pasó, simplemente me fuí. Al volver en mí, me encontraba entre los fuertes y marcados brazos de Max; él al percatarse de como me sostenía me soltó  de inmediato.

—¿E- Estás bien?. -Preguntó algo nervioso.
Si. -Respondí desconcertada.
Vamos a la orilla. –Max me tomó de la mano y me llevó hacia el andén. Esa sensación fue hermosa; como me sujetó entre sus brazos, la manera en la que tomó mi mano, todo fue tan hermoso. —!Ey!, despierta de tus fantasías; no creas que siempre voy a estár salvándote la vida muchachita, y ya deja de estár botando babas por , pervertida.
¡No soy una pervertida!. –Respondí en mi defensa.
Si no fueses una pervertida no me estarías mirando de arriba a bajo todo el tiempo.
Lo hago porque hace mucho que no te veía, y me parece un poco extraño ya que estás muy cambiado, no te estoy pervirtiendo nada; además tu me has estado mirando la cola todo este tiempo. -Le respondo un poco enfadada.
Bueno, no es mi culpa que tengas un enorme trasero y te hayas puesto ese Short provocativo.
Si ves, y lo admites... eres el pervertido aquí. Lo golpeo amistosamente y me alejo con una sonrisa. Él me toma del brazo y me hala hacia su musculoso y trabajado torso, diciéndome: "Y tú, ¿a dónde vas?, aún no hemos terminado"; mi respiración se empieza a acelerar desesperadamente, él lo nota y esboza una sonrisa coqueta, se acerca más a mí rodeando mi cuerpo con sus brazos, mi corazón empieza a latir a mil, mi pulso se acelera, y en cuestión de segundos sentí un hermoso y cálido abrazo, mi cuerpo seguía un poco tenso sin saber lo que ocurría.
Te extrañé mucho estúpida, no te vuelvas a alejar de . –Lágrimas de emoción corrieron por mis mejillas, respondí a su abrazo con mucha fuerza y cariño; el notó que estaba llorando y me separó de inmediato, me miró fijamente y empezó a secar mis mejillas con sus dedos.
Tranquila, no llores, ya estoy aquí, ya no hay que temer. –Dijo mientras me daba palmaditas en la cabeza.
No seas ridículo, no estoy llorando por , solo se me metió un mugre en el ojo, es todo. -Dije orgullosa.
Oh claro, claro. Respondió con sarcásmo. Lo golpee y le dí la espalda para irme con orgullo. –¿Qué crees que haces?, te perderás sin tonta.
Pff. -Bufé. –Está bien, ven conmigo, pero deja de ver mi trasero. –Asintió riendo y se acercó a mi.

El resto del día estuvo estúpendo y muy divertido, aunque hacía un poco de calor. Debí quitarme la camisa oversize, yo siempre de torpe.

Querido Amigo "Mis malas Decisiones" [EDITANDO]Where stories live. Discover now