Cha Hakyeon, un chico de tan solo 20 años, quien trata arduamente todos los días llevar un plato de comida a su casa, para esto, tiene que hacer un trabajo demasiado sucio, pero eso no le importa, con tal de que su madre sea realmente feliz. Su padr...
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Después de haber tenido un sexo bastante duro con aquella persona totalmente desconocida, me levanté para darme una ducha y volverme a poner mi ropa, había terminado exhausto, creo que le diré al jefe si puede pasar las otras 3 ''citas'' para mañana, hoy no podría seguir. Salí de bañarme, con aquella toalla solamente cubriendo mi parte baja, dejando la parte de arriba descubierta, con gotas arrastrándose sobre mi inusual piel.
-Creo que he terminado mi trabajo, así que si no te molesta, me cambiaré y me iré. Tomé mi ropa del suelo, me senté en aquella gran cama cubierta anteriormente con pétalos de rosas, ya que estos ahora se encontraban desparramados por el suelo.
-Está bien, me levantaré a buscar tu dinero. Aquel tal ''Channie'', se levantó a buscar su billetera. -Aquí están tus billetes. Sonrió y se acercó a mi lado, dejándome unos 500 Dolares al costado, eso es lo que habíamos arreglado.
-Muchas gracias. Estaba terminando de cambiarme, me encontraba terminando de abrochar mi camisa, tomé aquel dinero y lo metí dentro de mi bolsillo. -Bueno, sin más que decir, nos vemos en otra vuelta. Agradecí que me hubiera elegido y me abrí paso hacía la puerta, tomé aquel cerrojo, abriéndolo y después de esto, la puerta.
Sentí como alguien tomaba mi mano, bueno, aquella persona tomó mi mano y me di vuelta para ver si necesitaba algo, aunque, al darme vuelta, se encontraba parado en frente mío señalando un papel, el cual estaba ligeramente doblado.
-¿Disculpe?. Junté mi mirada con la suya y bufe.
-Acepta esto por favor. Puso aquel papel en el bolsillo delantero de mi camisa y posó un beso en mis mejillas.
-Está bien. Por alguna extraña razón mi corazón se aceleró antes su contacto, creo que él había dejado aclarado que nada de besos..Bueno, no estaba permitido besarme, jamás había recibido un beso en los labios de nadie, siendo sincero eso había acordado el jefe, nada de besos, me parecía algo estúpido ya que, vivía a base de manoseos de otras personas, un beso supongo y no haría nada, aunque, el jefe siempre decía que el primer beso es el más valioso para una persona. Jefe, lamento decirle que tengo sexo las 24 Horas del día con gente que no conozco.
Me acerqué a tocar la puerta de la oficina del jefe, como siempre, no tardo mucho en abrir.
-Jefe, ¿podría cancelar las demás citas?, no tengo un buen animo hoy en día. Tenía miedo de que pudiera decirme, normalmente no soy de cancelar las cosas, jamás lo hice..Pero por alguna extraña razón, mi animo había decaído después de haberme acostado con aquella persona.
-Está bien, ¿quieres pasar?, aún está el señor Taekwoon aquí. Me sorprendí un poco, pero acepté, ¿qué hacía el aún aquí?, se supone y tendría que haberse ido hace bastante ya.
-Hola, nos vemos de nuevo. Sonrió. Tiene una sonrisa bastante peculiar, me gusta verlo sonreír..
¿Qué rayos estás diciendo Hakyeon?. Dicté para mi mismo, mientras que mi miraba quedó fija en su sonrisa, hasta que me percaté de como lo miraba.
