45. Viejos papeles.

Comenzar desde el principio
                                    

—Se lo pedí antes de que se fueran, pero ella no quiso. Dijo que ya tenía su vida allá, que su padre y hermano la estaban esperando, que tenía su trabajo como fotógrafa; pero no me he dado por vencido, se lo pediré las veces que sean necesarias hasta que acepte, también he pensado en proponerle matrimonio.

—Eso te haría mi cuñado... —John se estremeció fingidamente—. Bueno, a decir verdad, me he dado cuenta cuánto quieres a hermanita y ella también te quiere a ti. Además, la pequeña Mary necesita a su papá. Creo que estaría bien. —Hizo una pausa—. Aunque te advierto que si la vuelves a lastimar...te mato, McCartney.

Sonreí y asentí. Jamás volvería a hacerle daño a (TN), ella era mi razón de ser, mi musa, la necesitaba para ser feliz, eso ya me había quedado más que claro.

— ¿Qué es esto, Paul? —preguntó John, tomando una caja de toallas sanitarias—. No sabía que monstuaras, tenía mis sospechas, pero... ¿de verdad lo haces? Ahora entiendo todos tus cambios de humor.

—Eso no es mío —me defendí y le arrebaté la caja—. Jane debió haberlas olvidado, también las tiraré. Por cierto, es "menstruar" no "monstruar".

—Da igual —dijo Lennon—. Las mujeres están como monstruos en esos días. No les puedes decir nada sin que se sientan ofendidas, pero piensan que no las quieres si no les dices nada.

Rodé los ojos y negué con la cabeza al mismo tiempo que una media sonrisa se hacía presente en mi rostro. Si algo caracterizaba a John era ese humor agrio y sarcástico. La curiosidad me ganó y abrí la caja. Me llevé una gran sorpresa al ver que no había toallas sanitarias sino algunas carpetas con documentos y una libreta. Saqué la libreta y comencé a ojearla. Era el diario de Jane. Me detuve en una página en específico.

Querido diario:

No sé qué hacer para que Paul me quiera, a veces siento que soy su segunda opción. Él no puede olvidar a (TN), lo sé. Para rematar, la asquerosa actriz de quinta acaba de enviar una carta para decir que está esperando un bastardo de McCartney. Evidentemente, no permitiré que esa carta llegue a manos de Paul. Eso bastaría para que él me dijera que esto se terminó e iría directo a los brazos de (TN).

Planeo escribirle una carta de parte de Paul. Ese bebé no debe nacer, porque si lo hace... estaré acabada. Necesito atar a McCartney de alguna manera a mí, quizá rompiendo con una aguja algunos de sus condones o emborrachándolo para que me haga el amor sin protección. Con suerte quedaré embarazada y nada ni nadie –ni siquiera la tonta de (TN)– podrán alejarlo de mí.

Mi corazón dio un vuelco y sentí la ira correr por mis venas, Jane se había encargado de que no me enterara del embarazo de (TN). Le pasé el diario a John y me puse a rebuscar un poco en la caja, necesitaba algo más. Cuando la encontré, no dudé en leer.

Paul:

Espero que ésta carta no se tarde mucho en llegar porque este asunto importante necesita decisiones rápidas. Sé que atravesamos un grave problema, pero yo estoy dispuesta a perdonarte si todavía me amas. Eso es lo único que necesito: tu amor. Me queda claro que si me amas estarás dispuesto a realizar cualquier cosa por mí, no importando cuán difícil sea. Tengo mucho miedo, pero ya no hay lugar para arrepentimientos.

Apenas llegamos a Nueva York comencé a sentirme muy mal: no paraba de vomitar por las mañanas, padecía mareos terribles, mi estado de ánimo cambiaba de un instante a otro, mi periodo no llegaba. Al principio lo atribuí a la depresión que me había llegado por lo que pasó entre tú y yo. Y es que, te amo tanto que verte con Jane fue un golpe muy duro para mí, fue como si la persona que más quieres, la que menos podría decepcionarte o causarte algún tipo de dolor, te clavara un millón de cuchillos al mismo tiempo que te lanza al mar más helado de todos.

Me parece que ya debería dejar de darle vueltas al asunto, pero no soy tan fría y sarcástica como mi hermano John para hacerlo. Hoy recibí una noticia que me dejó en shock, no sabía qué decir o pensar. Ese positivo cambió completamente mi día y seguramente cambiará mi vida. April llegó y se preocupó muchísimo por mí. ¿Qué clase de mejor amiga no se preocuparía si te llega a ver recostado en el sofá, llorando por todo lo que pasa en tu vida? Unas cuantas palabras fueron suficientes para que supiera qué estaba pasando, y yo jamás olvidaré esas palabras.

Voy a tener un hijo de Paul McCartney.

Así es, tal y como lo estás leyendo. Quiero saber si deseas ser parte de este positivo, Paul. Tienes tanto derecho y responsabilidad como yo sobre el pequeño ser que está creciendo en mi vientre porque tú eres el padre. Por favor, no ignores mi carta y contéstame cuanto antes para ver qué haremos.

Con amor,

(TN) (TA).

Le di la carta a John y comencé a jalarme el cabello con desesperación. Era evidente que mi novia había escrito esa carta con temor de lo que pudiera pasar, no tenía idea de cuánto la había lastimado. Lennon terminó de leer la carta y me obligó a dejar de tirar de mi cabello.

—Cálmate o quedarás calvo, lo importante es que ya solucionaron las cosas.

— ¿Es que no lo entiendes? —pregunté al borde de las lágrimas—. ¡La dejé sola, John! Estaba esperando a mi primogénita mientras yo me divertía con chicas y comprando revistas para hombres. No fue correcto. ¡Estuvo muy mal! Fui un completo idiota.

Mi mejor amigo asintió y comenzó a buscar en la caja. Encontró algo que ya me esperaba que estuviera ahí: los borradores de la supuesta carta que yo le escribí a (TN), en la que le decía que no me interesaba su embarazo y que mejor abortara porque yo no pensaba hacerme cargo del bebé.

Jane había planeado cada detalle. Desde las amenazas que me obligaron a ser su novio (que provocaron el distanciamiento entre mi amada y yo), hasta mi emborrachamiento para que me acostara con ella y la dejara embarazada; pero no contaba con enamorarse de Dawson. Ahí se dio cuenta que todo lo había hecho por capricho y no por verdadero amor. Sólo quería destruir a (TN), tener lo que ella tenía: mi corazón. Pero había fallado.

Maybe I'm AmazedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora