My Lady (TERMINADA)

Adiós Nath, hola Chat.

Pasaron los días, pero yo sentía que la relación que Nathanaël y yo llevábamos no estaba funcionando, y estaba en lo correcto.

Tienes un mensaje de Nathanaël.

-Hola Marinette.

-Hola Nathanaël

-Oye, quería decirte algo.

-Sí, dime, ¿qué pasa?

-Bueno, prefiero decírtelo en persona, ¿podrías venir a mi casa?

-Claro.

Y fui a su casa. Toqué el timbre, abrió él mismo.

-Que bueno que viniste -dijo él.

-¿Qué querías decirme?

-Pues..., bueno..., ay, no sé cómo decirlo.

-Vamos, no pasa nada.

-Bien. Te prometo que he tratado con todas las fuerzas del mundo de que las cosas volvieran a ser como antes, traté de olvidar lo que hiciste con Chat aquella noche, pero...,

-Okay, alto, suficiente.

-Pero no he acabado Marinette.

-Sí, sí, ya sé lo que dirás. No te preocupes.

-Marinette, en serio, no quiero que te sientas mal, yo..., yo he tratado, pero, es imposible de olvidar.

-Sí, entiendo, no importa Nath..., yo, yo sólo me iré. Me lo merezco.

-Marinette -dijo mientras me tomaba de las manos-, gracias por entenderme, sé que tal vez esto sea difícil para los dos, pero...

-Tenía que reconocerlo, ¿no?, fue mi culpa, no tenías que estar conmigo a la fuerza.

Dije mientras apartaba mis manos de las suyas, me di media vuelta y salí de ahí. Llegué al parque y me senté en una banca, estaba anocheciendo. Me sentía confundida, muy triste, pero a la vez aliviada, sabía que Nath ya no sufriría con lo que pasó. Con la gran estupidez que cometí.

Estaba a punto de irme cuando vi la sombra de aquél gato. Mi gato.

-Hola Princesa, ¿qué tal tu día?

Era de lo más extraño saber que Adrien Agreste estaba detrás de esa máscara, pero igual seguía siendo mi Chat.

-Hola Chat, pues..., estuvo..., no muy bien que digamos.

-¿Por qué? ¿Alguien te ha hecho algo? Dime, yo lo pongo en su lugar.

-Oh, Chat, no es nada, solo terminé con Nathanaël definitivamente.

-Lo siento, sé que él significaba mucho para ti.

-No es para tanto Chat, de hecho, yo tampoco me sentía muy cómoda ya con esa relación.

-Es decir, ¿que ahora tienes tiempo para mí? -se le notaba la ilusión en la cara.

-Sí gatito, ahora tengo todo el tiempo del mundo sólo para ti -respondí dándole un beso en la mejilla.

-¿Aunque sea Adrien? -dijo apenado.

-Sí, aunque seas Adrien. Pero yo creía que amabas a LadyBug.

-Ella sólo es un personaje, ¿lo recuerdas?

-De igual manera no tendrás que elegir.

-¿Por qué dices eso?

-¿Mañana tienes patrullaje nocturno con LadyBug, cierto? Pregúntale a ella, te aseguro que te lo dirá -dije acompañada de una risita tonta.

-Está bien -dijo algo confundido-  pero que quede claro que yo te amo a ti. Solamente a ti Princesa. Bueno, me tengo que ir, te veo mañana.

-Adiós gatito.

-Adiós Princesa.

Hice lo correcto, Nath merece algo mejor, y creo que estoy enamorada de Chat, o Adrien, de las dos formas es perfecto, lo que había pasado al principio realmente ya no tenía importancia para mí, todos pueden cambiar y entonces recordé la frase que un día mi madre me dijo:
Si amas a dos personas, quédate con la segunda, puesto que, si hubieras amado tanto a la primera, no te habría atraído la otra.

Y sí, había hecho mi elección. Chat Noir.