capítulo 21

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Bonita elección.

Aparco el coche lo más cerca posible de la residencia. Lleva lloviendo toda la mañana y con intenciones de no parar, mientras me estoy preparando para salir,miro la hora en el coche y compruebo que son las dos, creo que he llegado más pronto de lo que había acordado con mi abuela por teléfono ,voy abrir la puerta y veo aparecer a Sara de la residencia, se la ve tranquila,relajada. Observo cómo mira hacia el cielo y pone cara de fastidio, está claro que no le hace gracia el tiempo que hace. Dirijo la mirada a esos labios que expresan su desaprobación por el momento lluvia y me entran una ganas locas de correr y llenarme de su boca, me muevo intranquilo en el asiento, sale corriendo hasta cobijarse en la marquesina del autobús, me gustaría llevarla a casa o a donde tenga pensado ir pero no quiero resultar pesado,no es mi estilo y no pienso cambiarlo.
Cuando tengo la certeza de que ya no me va a ver soy yo el que sale corriendo hacia el interior de la casa para mojarme lo menos posible y sin ningún preámbulo me dirijo al despacho de mi abuela.

-¡Gabriel! -me dice corriendo todo lo que puede hacia mi.- cariño,cuanto tiempo. -tampoco hace tanto ,pero si es verdad que la he tenido un poco abandonada. -esta vez ni llamadas.¿que ha ocurrido?
-no ha ocurrido nada abuela, más atareado que de costumbre nada más. -la recojo entre mis brazos. Para ser mayor tiene mucha vitalidad y aunque es alta es muy menuda. La beso en la frente cerrando los ojos y me dejo llevar y respiro su olor personal . Este es uno de mis mejores momentos, sentir el calor de quien sabes que te va a querer a toda costa, sin ataduras y sin prejuicios.
-has venido muy pronto, todavía no estoy lista.
-no te preocupes. Esperaré.
-ni hablar,enseguida me preparo. Tengo la sensación de que tenemos mucho de qué hablar.
La miro y le sonrio. Me encanta cuando se pone tan misteriosa.

Al poco tiempo de sentarnos en el local donde hemos decidido comer ,un vegetariano con muy buena reputación, divagamos charlando sobre nuestros trabajos,lo bien que fue la recaudación de este año y con ello el tema de Sara.
-¿qué quieres que te diga? Que me volví loco y que no sabía lo que hacía hasta que firme el cheque?
-Sara es una buena chica.
-lo sé. Por eso quiero hacer las cosas bien.
Me mira. Con esos ojos tan expresivos con los que sólo ella sabe mirarme. Desde dentro, hasta el fondo, viendo todos mis recovecos.
-siempre creí que hacías las cosas bien, por eso nunca me he metido en tu vida . Pero ahora la cosa cambia. No hablamos de una mujer como Sofía decidida,independiente pero también fría y calculadora.
-¿como sabes tu de Sofía? - la digo riéndome. -¡por dios ! esa niña babea cada vez que te ve y los comentarios, la residencia es muy pequeña y a mí llegan muchas noticias.
-te creo. ¿Y que me quieres decir con todo esto.?
-lo que quiero decirte es que Sara a diferencia de Sofía, tiene alma, sentimientos puros,mucha sinceridad.
-eso a veces no es tan bueno.-digo
-la verdad duele Gabriel. A veces, mentir por evitar un daño se puede transformar en algo mucho peor. Esa niña es muy sincera, en resumidas cuentas es una niña.muy real.
-no cabe duda de que te gusta.
-no sólo me gusta. Me siento muy identificada a ella cuando era joven. -me echo hacia atrás de la silla y me estiro ligeramente mirándola con detenimiento.
-eso es nuevo.
-¿el que cariño?.
-que hables de ti.
-lo justo cariño.- me sonríe,coge el tenedor y pincha un trozo de un sin fin de hojas verdes que no llego a identificar de su plato. -come.- me dice- No digo que se vaya a enfriar...
-pero es una educada manera de decir "cambiemos de tema ".
-se paciente y elige bien tus decisiones y actos. El tiempo te lo agradecerá.
Ahí,justo en ese momento decido escoger.
Escojo la verdad. Mi verdad. Ahora tan solo necesito el momento justo .

Después de una comida nada fructífera para mí en cuanto alimentación se trate pero muy enriquecida como todas las reuniones que llego a tener con mi abuela ,decido volver a la consulta a terminar mi jornada de trabajo. Un trabajo que llevo ejerciendo durante mucho tiempo y con mucho gusto pero al fin y al cabo, un trabajo.
La tarde me resulta pesada y no me quito de la cabeza a Sara. Me pregunto como le habrá ido a Sara su tarde y me percato de.lo absurdo de la situación. Una persona como yo actuando de la misma forma que he criticado tantas veces a Robert. Debo de arreglar esto cuanto antes o sino me volveré loco.

La llamada espontánea del teléfono me sobresalta. Me encuentro tumbado en el sillón. Me he tenido que quedar dormido. Cojo el móvil y contesto sin vacilación miro la hora y son las siete de la tarde ha esta hora solo puede ser un paciente.
-doctor Grant al habla.
-¿te he despertado tienes voz de haber estado dormido?-Me incorporo de un brinco del sillón y me miro en el espejo que tengo en el comedor.
La verdad es que tengo toda la pinta pero la voz no puedo disfrazarla.-¿estas ahi?¿si te pillo en mal momento te llamo más tarde.?
-tu nunca llamarías en mal momento.¿ha pasado algo?
-¿podemos vernos ahora.?
Y no me da tiempo a dejarla hablar más. Con sólo saber dónde está cogo las llaves del coche y corro a buscarla.
Si, llevaba toda la tarde pensando en Sara pero hasta ahora no sabía cuánto.
La fui a buscar a su casa,ella se encontraba en la calle sentada en la cafetería que había junto a su portal, ni me moleste en buscar aparcamiento,deje.el.coche en doble fila y salí disparado de hacia dónde se encontraba ella. Ya no llovía y se había quedado una temperatura agradable para lo que había en este mes. Sara se levanta en cuanto me ve y me sonríe levantando la mano a modo de saludo. En cuanto estoy a su altura la cojo de la cara y la beso. Y ella me besa. Necesitaba de ella como el respirar y joder me gustaba sentirme así. Siento sus brazos como poco a poco me rodeaban la cintura y suelto el.aire que llevo conteniendo hoy no ha sido del todo tan mal día y voy aprovecharme de ello.
-¿cenamos?-me dice soltándose del abrazo y mirándome a los ojos. Se la ve muy feliz y me pregunto cuál será la causa de ello.
-te comería viva ahora mismo.
-no seas exagerado. Yo sería para ti un simple aperitivo.
Me cabrea que siempre se esté infravalorado.
-¿quieres que te lo demuestre aquí y ahora?
-tengo hambre.-me dice empujándome de su lado .
Me río. Su cara se encuentra colorada por la situación.
La agarro de la cintura y la acompañó al coche.
-tú decides. ¿dónde quieres comer?- le preguntó mientras arranco el coche.
-salgo poco a si que no podría decirte nada más que el burguer ,lo dejo a tu elección pero que sea rápido.
Asiento con la cabeza y me dirijo al The metropolitan bar, un bar donde hacen unas hamburguesas de miedo y se escucha buena música acompañándolo siempre de una buena cerveza.
No creo que necesitamos más y yo después de mi comida vegetariana necesito carbohidratos en mi organismo.


Siempre mia   #P.BigDonut. #wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora