22-Desastre.

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Jamie's POV:

—Tenemos que hablar —dije como pude.

Mis ganas de arreglar mi relación con Aaron, eran mayores al temor que sentía al rechazo. Porque sí, en estos últimos meses me había dado cuenta que probablemente una de las razones por las cuales era tan esquiva con Aaron era por mi miedo al rechazo. El mismo que provocó en mí el pánico escénico. Y ya estaba cansada a que mi temor irracional me alejara de las cosas que anhelaba en mi vida.

Él se quedo estático, sumergido en sus pensamientos durante un par de segundos, que debo resaltar, parecieron una eternidad. Finalmente, Aaron reaccionó.

—Sí, seguro —dijo serio.

Aaron dio dos pasos y se acercó a la cama de hospital.

No seas cobarde Jamie Donovan, me repetía mentalmente.

Se suponía que si yo había dicho, tenemos que hablar, era yo la que debía hablar pero, estaba apunto de tener un colapso nervioso.

¿Qué hacer?

Y si... ¿si finjía desmayarme de nuevo?

Aaron me miraba expectante.

Jamie reacciona.

Entonces, Aaron decidió hablar, al ver que de repente me había vuelto muda.

—Y... el doctor nos dijo que no has dormido, ni comido bien —él hizo una pausa —¿tú te encuentras bien?

O sea, que al final de todo, él sí se preocupaba por mí, pensé.

Suspiré. No iba a decirle toda la verdad, solo le diría que había estado muy ocupada. No era capaz de decirle que mi falta de sueño y de apetito, se debían probablemente al caos de emociones que el susodicho estaba provocando en mí.

—Sí, estoy bien. Es solo que he estado muy ocupada con la universidad y el trabajo... es solo eso —dije encogiendo los hombros y restandole importancia.

Él asintió.

De nuevo reinó un silencio incomodo.

Bien, este era el momento. Era ahora o nunca. Me dije a mí misma.

Me armé de valor y empecé a dejar al descubierto todos mis sentimientos.

—¿Aaron te puedo preguntar algo? —dije dubitativa, sintiendo cómo un nudo se estrechaba en mi estómago.

—Ya lo estas haciendo —dijo indiferente.

Aaron frío e indiferente no te necesito ahora, pensé.

Rodé mis ojos. Ya me molestaba esa estúpida actitud.

—¿Te puedo preguntar algo sí o no? —dije algo impaciente.

—Adelante —dijo indiferente.

Respiré profundo y me lancé al vacío.

—¿Por qué te comportas de esa forma conmigo? —solté de golpe.

—¿De cuál forma? —preguntó él, como si no supiera de lo que le hablaba

Respiré agitada y molesta.

—De esa forma —dije alzando un poco el tono de mi voz.

Aaron frunció el ceño.

—Donovan, si quieres llamo al doctor para que te revisen nuevamente —dijo él dispuesto a marcharse.

Sin pensarlo dos veces me levanté de la cama con el propósito de golpear a Aaron, pero al levantarme de la cama de hospital de forma tan repentina, un mareo me invadió, provocando así, que perdiera el equilibrio.

Dile adiós a la inocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora