Dile adiós a la inocencia

19-Idiota.

Hola les escribía para decirles que ya estamos en ¡14K! Esa cifra se logro gracias a ustedes. De verdad muchas gracias por su apoyo.

Aquí les dejo otro Cap de regalo:

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Jamie's POV:

—¡¿Dónde demonios te metiste anoche Jamie Donovan?! —me preguntó Sav en un tono maternal en cuanto entré a nuestra habitación.

Suspiré recordando todo lo que había sucedido la noche anterior, me sentía algo incómoda con mi cuerpo.

—Eso te pregunto yo a ti —dije para cambiar de tema.

Ella negó con la cabeza.

—Bien jugado Donovan —dijo ella entrecerrando los ojos.

—¿Me contarás por qué te desapareciste anoche?

—Lo haré —dijo ella resignada —pero tú también tienes que decirme por qué te desapareciste anoche.

—Es un trato —sentencié.

Ambas nos quedamos en silencio hasta que Sav habló.

—¿En serio quieres saber por qué me desaparecí? —preguntó ella en un débil intento de evadir la situación.

—Sip —dije remarcando la "P".

Ella hizo una pausa.

—Estaba con Luke —soltó ella de golpe.

Diría que esa revelación me había tomado por sorpresa, pero no. Algo dentro de mí sabía que Sav todavía sentía cosas por él.

—¿Y cómo te fue?

Ella suspiró.

—Muy bien -dijo ella coqueta.

—No quiero detalles —dije negando con mi cabeza.

Ella rió.

—Es tu turno de decirme por qué te desapareciste anoche.

Mordí mi labio inferior nerviosa.

—Me fui con Aaron.

La mandíbula de Savannah casi se desencaja.

—¿Qué? —ella sonrió —tenemos que llamar a Lenna.

(...)

Media hora después estábamos las tres en absoluto silencio. Era obvio que Lenna y Sav jamás esperaron que fuera yo la que incitara las cosas.

—Digan algo —dijo preocupada.

Lenna frunció sus labios en una fina línea.

—Jamie, yo creo que Aaron se comportó como un idiota —dijo Lena.

Aunque sé que fui yo quien provocó la situación,  Lenna tenía algo de razón. Si yo no lo hubiera detenido, a él no le hubiera importado desvirgarme de esa manera.   

—Lo sé —dije en un susurro.

Este hecho me afectó duramente, más de lo que yo pensaba. De algún modo, yo esperaba que Aaron no siguiera siendo el mismo Don Juan de siempre.

(...)

Era Lunes en la tarde, había evitado a Aaron durante todo el fin de semana. Enfrentar a Aaron sería enfrentar mis actos y no me encontraba preparada para ello. Y si, el sábado en la noche estaba pasada de tragos, pero no tanto como para no saber lo que hacía y lo que deseaba hacer con Aaron ese día. Me comporté de manera imprudente, pero el alcohol no era el culpable y no sabía muy bien cómo lidiar con ello. Pero ya era Lunes y era hora del ensayo. Ya no tendría escapatoria.