Prologo

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Disclaimer: Como sabrán, ninguno de los dos dramas me pertenecen, esto es por diversión.

La historia tiene pequeños cambios en la escritura a lo largo, pero no quise editarla, quise que se quedara tal cual la inicie.

Esta fic fue publicado por primera vez en una página de facebook en 2012. Después de algunos problema abandone la página y la publique de nuevo en Abril de 2013 en Fanfiction.Net y después de años, en 2016 la publique aquí. Espero la puedan disfrutar.

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Destinos Cruzados.

Prologo.

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Existen los hilos del destino, pero ¿Existen también los accidentes del destino?

Lo detestaba, si en sus manos estuviera, le retorcería el cuello lentamente y de ser posible, le deformaría su endemoniadamente perfecto rostro con algunas patadas, puños o mínimo, arañazos. Sonrió tan solo con imaginar la reacción que ese Don Juan de primera tendría al ver su rostro maltratado; Ha Jae Kyung estaba más que segura que con un solo rasguño, el heredero de II-Sim Constructions borraría su cínica sonrisa y saldría corriendo a ver al cirujano plástico.

Sin poder evitarlo, soltó una carcajada

La mente de la heredera del Grupo JK –una de las potencias económicas más grandes de Corea– desvariaba en los posibles "imprevistos" a los que podía exponer al sujeto que en los últimos meses le causaba dolores de cabeza, al mismo tiempo que conducía por las calles de Seúl. Jae Kyung era una persona de armas tomar, con una personalidad extrovertida, físicamente atractiva, asquerosamente rica e hija única, dando como resultado a una mujer caprichosa y con muy poco sentido común; Jae Kyung estaba acostumbrada a tomar y hacer lo que le venía en gana, como cualquier niña rica. Años atrás, se había visto envuelta en un enredoso matrimonio arreglado, el cual había terminado en un rotundo fracaso. En parte su personalidad había tenido mucho que ver, pues se había aferrado a un hombre que no la quería, pues su corazón ya estaba ocupado, pero el detonante definitivo, había sido que la tercera en discordia resulto ser su única amiga. En esa ocasión había aprendido una lección de humildad, pero una personalidad de años no se borraba tan fácilmente.

Jae Kyung pasó algunos años en Estados Unidos, tiempo suficiente para sanar su corazón y convertir el amor que le tuvo a su exprometido como un simple recuerdo, uno bonito y cálido. Así que una vez superada esa etapa de su vida, regreso a Corea, aunque si hubiera sabido que ahí su vida tendría que estar en contacto con cierto F4, hubiera permanecido en América por muchos años más. El deportivo que conducía aumento la velocidad drásticamente, agitando el corto cabello negro de Jae Kyung y sacando el susto de su vida a un par de peatones con mala suerte que se atravesaron en su camino.

– ¡Pagaras Song Woo Bin! – Grito la chica al viento, buscando sacar el malhumor, ya que sus pensamientos de nuevo habían terminado en el príncipe de la mafia. Porque ella era infantil y escandalosa, si, pero también era una mujer con educación en el mundo de las finanzas y las grandes empresas: sería una verdadera tonta si no supiera a esas alturas de su vida los trabajos turbios en los que la familia del Song estaba envuelta.

Apretó los puños sobre el volante. De nuevo estaba pensando en él, pero era imposible no hacerlo, si en los últimos meses se aparecía siempre en todo lugar que ella estaba, siempre con esa sonrisa taimada y sus perfectos modales de caballero, aunque claro, los modales le duraban tan solo minutos, ya que todos sus encuentros terminaban en discusiones. No importaba a donde fuera, Woo Bin parecía tener un rastreador incrustado, uno que por desgracia, siempre apuntaba hacia Jae Kyung. Giro de improviso hacia su derecha, pasándose un alto, buscando mezclarse con el tráfico de una avenida más transitada y con una mínima esperanza de perder de vista a su seguridad privada y de paso, a la del F4.

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