CAPITULO 58

328 27 2
                                    

5 Años después...

-Quédate quieto Louis... No puedo peinarte –dije entre risas. El pequeño me hizo una mueca mirándome por el espejo mientras no paraba de reír -¿Qué es tan gracioso?

-Como arrugas tu nariz cuando te enfadas –me miro divertido. Enarque una ceja y lo mire desafiante.

-¿Ah sí? –dije acercándome peligrosamente, el abrió sus ojos como platos y se bajó rápidamente de la silla para empezar a correr por la habitación –Te arrepentirás... -Amenace mientras trataba de atraparlo. Su risa es vida, cada facción de mi pequeño hijo me derretía por completo.

Lo tome entre mis brazos y lo puse sobre la cama, para empezar a hacerle cosquillas en su pequeño estómago.

-Mama... Basta... -apenas podía balbucear, sus carcajadas llenaban la habitación mientras yo reía sin parar –No p-puedo... respirar...

-Mama... -dijo esa tierna voz, voltee sonriendo mientras dejaba a Louis en paz de una vez por todas. El respiro y me sonrió encantadoramente.

-Dime hermosa –la pequeña niña ya estaba perfectamente vestida y peinada, su cabello estaba trenzado en un chongo junto con algunas cintas. Su vestido era color rosa pastel con lunares blancos. Se ve preciosa.

-La tía Lauren me dijo que te llamara –dijo acomodando un mechón de mi cabello tras mi oreja –Los invitados empezaron a llegar...

Sonríe y bese tiernamente su nariz –Muy bien –Tome a Louis de la mano al igual que Amelia hizo conmigo. Caminamos por el pasillo hasta llegar al jardín, el cual estaba totalmente decorado para la celebración, hoy hace cinco años nacieron este par de hermosos niños.

Sasha estaba terminando de poner algunos confites y dulces en la mesa que ocupaba justo el medio de nuestro bien podado jardín. Lauren se encontraba sentada mientras tomaba cómodamente una limonada, sonreí de medio lado. Se le ve tan tierna y contenta con su gigantesca barriga de embarazada.

-Buenos días señora Thirlwall –saludo uno de los pequeños amigos de Louis. Sonríe de medio lado con ternura.

-Buenos días Liam –dije agachándome para quedar a su altura –Pero no me digas señora, que no estoy tan vieja –reí por lo bajo haciendo que el pequeño sonriera de la forma más dulce que jamás he visto.

-¿Louis y Amelia pueden jugar? –dijo señalando los columpios a un costado del jardín. Asentí sin parar de sonreír.

-Claro que si... -dije poniéndome de pie. Los niños gritaron de emoción y corrieron como si la vida se les fuera en ello –No se ensucien niños¡¡¡ Partiremos el pastel¡¡¡

-¡¡¡SI MAMA!!! –gritaron al unísono. Reí mientras negaba con la cabeza.

Me voltee para dirigirme donde se encontraban Lauren y Sasha sonriendo disfrutando de una placida charla. Pero mi vista se volcó a una niña sentada sola, mientras observaba a los demás jugar. Fruncí el ceño al observarla más de cerca, ¡¡Dios Mío!!

-¿P-Perrie? –dije apenas en un hilo de voz. La pequeña levanto la vista dejándome ver unos enormes y profundos ojos color azul.

Su color de piel era blanco... Tal cual una bella muñeca de porcelana. Su cabello caía en una mata sedosa y brillante rubia, mientras sus labios eran perfectamente delineados y de un tenue color rosa. ¡Madre mía! Esto debe ser una hermosa alucinación.

-¿Señora... Está bien? –pregunto en su voz dulce y apenas audible.

Tenía un vestido de un azul pastel haciendo juego con sus hipnotizantes ojos, era solo una chiquilla de unos seis o siete años. Pero aun así la idea de que era totalmente igual a mi hermosa esposa no me dejaba en paz, me acerque a paso lento y examinando todas sus facciones ¡Debe ser su doble!

-¿Cuál es tu nombre, hermosa? –dije acercándome lo suficiente. Tome asiento en una silla a su lado.

-Beth... -respondió con la voz triste. Asentí lentamente mientras no podía creer el parecido tan grande con Perrie.

-Dime Beth... ¿Qué haces aquí, en lugar de estar jugando como todos? –pregunte señalando al grupo de chiquillos corriendo y riendo mientras se divertían en el pequeño parque de nuestro jardín.

-Mi mami dice que no puedo jugar como todos los niños de mi edad lo hacen –dijo con la mirada gacha, fruncí el ceño una vez más y tome su mentón para que me mirara mejor.

-¿Por qué te dice eso tu mami? –pregunte confundida.

-No lo sé –respondió mirando sus pies con los que jugaba –Tal vez porque mis pulmones no funcionan muy bien...

Entonces comprendí, la niña seguro tenía alguna enfermedad que le impedía hacer esfuerzo físico. Valla ¿Pueden haber más coincidencias?

-¿Dónde está tu mami? ¿Vino contigo? –pregunte sonriendo.

Entonces ella alzo su mirada para hacerme perder en esa mirada penetrante y hermosa. Mi rostro se relajó y por un segundo llegue a pensar que ella, esa pequeña e inocente pequeña era mi esposa, que esos ojos eran los mismos que vi por tantos años total y perdidamente enamorada.

-Ella no puede estar aquí... -dijo sin dejar de mirarme fijamente. La observe confundida.

-¿Por qué?

-Porque ella está en el cielo justo ahora...

Mi corazón se paralizo en aquel momento, me sentía mareada y totalmente aturidda.

-¡¡Jade!! –Escuche la rasposa voz de Lauren tras mío, como pude voltee viendo esa sonrisa amplia mientras comía de un solo bocado un dulce que se encontraba sobre la charola –Ven aquí... Partiremos el pastel.

Voltee nuevamente donde anteriormente se encontraba Beth, pero ella ya no estaba. Mi mirada hizo un recorrido rápido por todo el jardín pero lo único que oía y veía eran los niños riendo mientras jugaban.

¿Qué demonios acaba de pasar? ¿Lo imagine todo? Me levante sintiendo como mi estómago daba un vuelco brusco. Mi cerebro no terminaba de procesar nada de lo que paso hace menos de un minuto.

-¿Te encuentras bien? –Pregunto Sasha mirándome con el ceño fruncido. Asentí un poco insegura y puse mi mano sobre mi frente -¿Estas segura?

Decidí dejar el tema a un lado por ahora, es el cumpleaños de mis hijos pero por más que quiera no puedo alejar ese suceso tan extraño de mi cabeza.

-Totalmente –respondí sonriendo fugazmente. Ella me miro sin creerme del todo pero lo dejo pasar por alto, supongo que tampoco quiere preocuparse hoy.

Partimos el pastel mientras nos reuníamos a cantarles el tradicional ''Happy Brithday'' Mi madre estaba al lado de Louis mientras yo sostenía a Amelia quien estaba sobre un banco, soplaron las velas dichosos mientras no paraba de sonreír. Ya crecieron tanto y son tan hermosos y buenos chicos. Seguramente Pez estaría igual de orgullosa.

-Mia... -Llame a mi hija mientras nos alejábamos un poco de la multitud. Los niños comían su pastel mientras mi madre hablaba menudamente con otras madres presentes.

-¿Si? –respondió ella con esa sonrisa suya tan particular.

-Dime amor... ¿Invitaste a una niña llamada Beth? –trate de indagar, ella alzo su mirada tratando de recordar. Unos segundos después negó con la cabeza y me miró fijamente.

-No mama, no hay nadie con ese nombre en mi clase –Respondió con su carita arrugada.

-Okay hermosa. Gracias... Vuelve a tu fiesta –dije animándola.

-¿Por qué me preguntaste mami?

-Por nada olvídalo princesa... Ve a jugar –sonreí ampliamente y bese su frente con cariño, ella rio por lo bajo y beso mi mejilla.

-Bien.


Realmente No Te Merezco ~. ||Jerrie Thirlwards ~Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum