CAPITULO 14

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Pov's Jade

Todos balbuceaban alrededor. Tal vez pensando en lo que acababa de pasar, ni yo misma lo podía entender, como ella estaba aquí?, hace cuanto tiempo había llegado?, me habar visto con Jesy?. Esa ultima pregunta fue estúpida teniendo en cuenta que cuando la vi ella estaba estática mirando como nos devoravamos sobre la mesa. Me sentía terrible, por hacerle esto a ella, a mi pequeña mujer, no se lo merece. Claro que no, lo único que se es que cada vez que le veo tan cerca de esa chica, de aquella molesta chica, me hace hervir la sangre de ira y furia

-Jade, Cariño... -escuche la chillona voz de la morena detrás de mi -Quieres irte?

Me quede quieta mirando hacia la nada. Tengo que pedirle perdón. No la puedo perder, y ahora regresaba otra vez a mis pensamientos tan cambiantes. No la puedo tener conmigo, pero tampoco quiero que este con nadie mas, Ella no, mi Linda Pez, solo puede ser mía. Mire a Jesy quien me observaba algo preocupada, mi mejilla ardía por los golpes que recibí por parte de la rubia acompañante de Perrie.

-Jess, lo siento pero tendré que irme -dije cogiendo mi bolso, camine unos pasos hasta que sentí su mano deteniendo mi brazo

-No puedes dejarme aquí, no así -dijo enojada, le dedique una sonrisa algo suplicante, y plante un beso en su mejilla

-Enserio Perdóname -me solté y salí de aquel lugar, decidida a ir en busca de mi hermosa hermana, tome mi auto. Que milagrosamente recupere luego de haberlo dejado a la deriva en el bulevar Frenando. Lo que hacen los tragos. Pensé.

Se que Jesy no querrá verme jamas, pero ni modo. Perrie siempre va a estar por encima de cualquier chica, ¿Donde podrá estar?, mordí mi labios inferior mientras ponía algo de música, para calmar mis nervios. Mire por la ventana, tal vez podría estar pasándola muy bien justo ahora con su chica de ojos verdes. Diablos¡¡ los celos me estaban consumiendo. Así que de esta manera se siente Pez cada vez que me ve con alguien, No valgo la pena. Ella es mucho para una basura como yo

El pensamiento de que tal vez. Solo por despecho ella haga algo que no pueda tener reversa. Sabia que Perrie es virgen pero podría dejarlo de ser en cualquier momento, ella no puede entregarse por primera vez a esa chica, claro que no. Ella tiene que ser mía, de todas las maneras posibles, y no quiero que aquella exasperante bola de molestia me quite ese derecho. Ademas se bien que Perrie me ama a mi, y nadie mas. De eso si tengo la total certeza.

-Dios¡¡ Donde te metiste Edwards? -pregunte ansiosa a mi misma al no tener ni idea de donde había ido, decidí conducir hasta casa. Tal vez ella este ahí.

Llegue a la entrada corriendo rápido, por entrara y encontrarme con el mar azul de sus hermosos ojos, pero lo que vi fue de hecho lo opuesto

-¡¡Mama¡¡ -grite algo asqueada por lo que mis ojos acababan de ver. La escena que jamas quisiera repetir en mi vida, definitivamente, un tipo. ¿Quien diablos es este hombre?, ella sobre el en la mas asquerosa posición que pude ver, claro no solo estaban de manita sudada, claro que no. Me voltearon a ver divertidos, cerré los ojos queriendo borrar esa imagen de mi mente. Misión imposible, claro .

-Bebe... -dijo apenas en un balbuceo, ¿pero porque en la sala?, me aleje hacia las escaleras

-Quien es este? -pregunte grosera, el me miro mientras reía junto a mi descarada madre, los mire confundida ¿Que era tan gracioso?


****

Perrie parecía una persona inteligente, atenta, paciente. La única chica que había hecho sentir bien a Jade en cualquier momento, sin importar lo que pasara, ella era la única que lograba sacarle una sonrisa sin importar. Pero lastimosamente, Jade no pudo apreciar y realmente jamas pensó que Perrie. Su dulce y pequeña Pez, llegara a alejarse de ella, al punto de llegar a dirigirle la palabra solo por asuntos precisamente importantes, siempre sabiendo que por mucho que la amara, Jade jamas cambiara su forma de ser y menos por ella. Que aun demostrándole todo el cariño y amor que alguien podría ofrecer, no lograba entregarle su corazón. Pero lo que Perrie Louise Edwards no considero es que Jade ya le había entregado su corazón, su alma... Su pensamiento, absolutamente toda ella, pero ella no lo sabría. Porque Amelia no quería que su hermana, hermosa y adorable pasara toda la vida tratando de lidiar y aliviar todos los demonios con los que convivía.

Mientras la rubia se sumía en una depresión profunda, por su enfermedad, por su padecimiento que no le daba tregua alguna. Siempre haciéndola sentir una desdichada, como lo que era. Simplemente una chica con una enfermedad incurable ¿Quien querría llevar esa carga, toda la vida?, era la única pregunta que atormentaba su cabeza. Pero ese no era realmente el cuestiona miento, lo que ella quería saber es ¿Jade querría llevar esta carga, toda la vida?. Claro que no, pensaba. No hay cupo en su vida para una enferma, se sentía mal, fuera de órbita. Metida y consumida en la propia depresión que ella y su enfermedad habían construido.

Pero la vida da muchas vueltas, altos y bajos tendrán que superar esas dos chicas, las dos hermanas, que aunque no llevan la misma sangre. Están unidas de por vida, la aparición de Sasha y Lia. Harán de todo mucho mas difícil, haciendo que la unión de estas dos se retrase mas de lo que debería.

Y aunque muchos de ustedes no lo crean aun, esta historia tendrá un final feliz. Algo lleno de amargos recuerdos... Pero final feliz al fin y al cabo, un final que nadie nis siquiera sus propias imposiciones lo logra detener.




Realmente No Te Merezco ~. ||Jerrie Thirlwards ~Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ