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Una mordida en el cuello. Labial rojo un poco esparcido. Una clavícula expuesta. La marca de un anillo de boda sofocando un dedo. Ojos azules fijos en el cielo. Sangre escarlata acumulada en el piso blanco. Era una cápsula de tiempo de belleza, la escena de un crimen. Todo aquí tenía un lugar designado- como si hubiese caído del cielo y aterrizado con seguridad, congelado en el tiempo.

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Seis meses atrás.

La primera vez que Lauren Jauregui vio la escena de un crimen tenía 23 y era el nuevo miembro de su escuadrón de detectives- la pasante del café, por falta de un mejor término. A cualquier hora los hombres de su escuadrón podrían informarte exactamente en dónde se encontraba la ojiverde,  aunque quizás no podrían decirte su primer nombre.  Si "Jauregui" no estaba en la parte trasera de la estación, encorvada sobre una pila de casos sin resolver hasta altas horas de la noche, estaba ganándose los afectos de las nuevas internas sin pena alguna. Entre sus impresionantes habilidades para concretar a las mujeres del recinto que no volteaban ni a mirar al resto del equipo y su excesivas obscenidades, rápidamente se ganó el respeto de los hombres con los que trabajaba.

En Octubre se celebró la jubilación de uno de los detectives mas condecorados de la unidad, dejando como resultado el primer caso de asesinato para Lauren, y la esperanza de salir de sus labores de cafetería.

El cuerpo de una joven mujer fue encontrado en un antiguo complejo industrial ubicado en una autopista local, irguiéndose entre el bosque. Habiendo crecido en Orange County, Nueva York, Lauren sabía a la perfección que aquel edificio era conocido por invasores que habitaban edificios abandonados y las drogas que los seguían. Una redada anti-narcóticos terminó por revelar un asesinato.

En cuanto entró a la escena del crimen, una cosa en particular dominó sus sentidos: el olor era abrumador. La victima fue encontrada entre una bañera llena de agua, sus brazos colgaban de los bordes y un trazo de vómito seco dividía su mandíbula hasta desaparecer en el agua, justo sobre su pecho.

Lauren notó que a pesar de lo mórbida que era la escena, el maquillaje de la mujer parecía haber sido retocado, aparentemente post-mortem. Su asaltante no se había tomado la molestia de limpiar los trazos del labial esparcido y su delineador de ojos manchaba su tez pálida. El par de labios recientemente maquillados estaban entreabiertos, revelando un espacio entre sus dientes. Sus ojos azules parecían estar fijos, desenfocados, en la puerta- como si ella hubiese muerto esperando encontrar la voluntad para soportarlo.

"En donde está el equipo de narcóticos, acaso no reportaron esto?" Dijo Lauren, sin hablarle a alguien en particular. Un hombre y una mujer estaban sentados en la esquina de la habitación, su expresión como si acabaran de ver un fantasma. No todos los días un miembro del equipo de narcóticos presencia una escena de asesinato como esta... calculada.

"Ustedes vieron algo fuera de lo normal?" Intentó la detective, lapicero en mano, lista para tomar notas cuando giró para quedar frente al par.

La mujer levantó la vista brevemente y dijo, "Te refieres a algo aparte de la locura que acabas de ver?" antes que ambos respondieran simultáneamente "No" en un tono bajo, angustiado, sacudiendo sus cabezas.

Visiblemente alterado, el hombre se quitó la mascara de oxigeno de su rostro pálido y vomitó en el piso que se extendía a su lado.

Era normal que el primer caso de los detectives jóvenes fuera una simple sobredosis de algún narcótico, pero después de analizar el maquillaje retocado, Lauren tenía el presentimiento de que esto no iba a ser tan simple como los casos normales de los nuevos detectives.

La semana siguiente al asesinato, Lauren se sumergió en el caso, solo saliendo de la estación cuando necesitó revisar la escena del crimen. Entrevistó a un par de invasores que habitaban en los edificios vecinos, a pesar de que estuvieran demasiado drogados para darle una respuesta coherente de dónde habían estado. El equipo de narcóticos aseguró que no habían visto ninguna señal de habitantes en ese específico lugar la noche que encontraron el cuerpo.

Til Death Do Us Part (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora