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Empezaba un día frio en Miami, lo cual era extraño. En la casa de los nuevos inquilinos todos estaban ya despiertos a excepción de una ojiverde, lo cual era completamente normal ¿por qué? Los recién nacidos descendientes de lobos nacen como personas normales, las caracteristicas empiezan a brotar recién a los 4 ó 5 años de edad, empieza por la aparición de bellosidad unicamente en las noches, hambre voraz y el brote de dos pequeños colmillos que con el transcurso de dias vuelven a esconderse hasta cuando sean necesarios. La infancia de una niña o niño lobo es común, comen tres veces al día alimentos que son traidos por sus padres, o comprados, y por qué la familia Jauregui no compra sus alimentos? No es algo común ver a una señora saliendo del supermercado con kilos y kilos de carne fresca y goteando en sangre, cierto? Bueno, siguiendo con el tema, una vez el niño llega a la adolescencia, tiende a tener largas siestas durante el día y a su vez varios desgastes de energía, los padres tienen el deber de enseñar a sus hijos a cazar de la manera mas sigilosa posible y a controlar su ira en público.

-LAUREN! - gritaba un castaño musculoso entrando al cuarto de su hermana, solo se escuchó un gruñido como respuesta- Lauren, tienes que levantarte, tienes que comer algo, vamos - dijo cargando a su hermana.

Chris adoraba a su hermana, con todo su ser, Lauren había estado durmiendo desde hace casi un día entero, y cuando una mujer loba no se alimenta, empieza a perder su cabello, su piel empieza a perder color, su voz se tornaba debil y le crecían ojeras.

-Ahora vuelvo Laur - dijo Chris saliendo corriendo de la cocina hacia el bosque, su hermana seguia acostada sobre la mesa, descansando. De pronto solo se escuchó como la ropa de Chris se rompia y su cuerpo crecía dejandose ver como un gigantesco lobo, con el cabello gris y blanco, ojos color miel y unos gigantescos colmillos. Lo primero que vió fué un ciervo, el pobre animal no tuvo escapatoria.

Minutos después el chico volvió con un animal entre sus brazos y su torso desnudo, le preocupaba su hermana, él también pasó por lo mismo, pero al menos el mismo salia a cazar su comida, no estaba tan débil como ahora lo estaba su hermana. Según sus padres aquello era normal, cada lobo es distinto.

-Vamos, come algo, por favor - dijo poniendole el animal frente a Lauren, la cual lo deboró al instante, su hermano sonrió, derrepente vió como el color de piel de Lauren volvía a ser de un pálido vivo, su cabello volvía a tomar brillo y sus ojos volvian a brillar en esmeralda.

Chris sabía que luego Lauren tendría que hacer lo mismo con Taylor, cuando su hermana menor crezca, si no, moriría.

-Gracias idiota - agradeció la ojiverde a su hermano, él solo sonrió. - Chris, voy a dar una vuelta para conocer, bien? - dijo poniendose su chaqueta negra. Chris solo asintió con su cabeza mientras buscaba otra polera para ponerse.

La chica de ayer había dejado intrigada a Lauren, para ella, todos los humanos le parecían repugnantes, odiaba el olor que desprendia de ellos, odiaba como comían puros vegetales, ella no se imaginaba viviendo unicamente de ellos. Pero aquella chica de ojos chocolate tenía un no se qué que todo alrededor de Lauren se detenia.

Caminó por la calle de enfrente, tal vez se encontraba con aquella morena, cuando escuchó una voz

-Hola... - dijo una voz inocente - disculpe señorita, me puede pasar mi muñeca? Se ha caido a la pista - dijo una pequeña de ojos marrones igual a los de la desconocida. El instinto de Lauren salió a flote, empezaba a sentir como todo su cuerpo empezaba a tensarse, aún tenía hambre. Pero ella era solo una niña.

-Cla-claro.. - dijo caminando hacia la pista por la muñeca, una vez que la tuvo, se la pasó de lejos, no quería acercarse mucho a ella - ahí tienes pequeña.

-Gracias! - dijo la menor a punto de abrazar a la salvadora de su muñeca, Lauren se asustó.

-Sofia! - gritaron desde la casa - Deja de acosar a la gente de la calle - dijo una morena que salía de la casa con un pijama lleno de monitos, a Lauren le pareció adorable.

-No la estoy acosando Kaki, ella solo me alcanzó la muñeca - dijo con su muñeca en su brazo derecho.

-Hola... - dijo Lauren quedando hipnotizada por aquellos orbes cafes nuevamente

-Hola, gracias por ayudar a mi hermana - dijo una sonrojada castaña

-No es nada - sonrió la ojiverde

-Nuevos vecinos? - preguntó

-Nos hemos mudado ayer, pero eso tu ya lo sabes - dijo recordando la escena de ayer. La castaña se sonrrojó.

-So-soy Ca-Camila - dijo como pudo, los ojos esmeralda la intimidaban demasiado

-Soy Lauren - dijo respirando profundamente el aroma de Camila.

-Y-de donde vienen? - preguntó la menor

-California - respondió simplemente

-Wow, y qué hacen por aca en Miami? Osea, no-no es que me moleste, solo pregunto - bravo Camila, tartamudea de nuevo.

-Queriamos un cambio, nada mas - dijo la ojiverde.

-Genial, bueno espero... - fué interrumpida por unos gritos.

-LAUREN! - gritó su hermano mayor - Vuelve a la casa un momento! - seguia gritando

-Tengo que irme, nos vemos Camila - dijo guiñandole el ojo nuevamente como el día de ayer.

Lauren volvió hacia su hogar, encontrandose con un furioso Chris en la puerta, apenas la cerró empezaron los gritos

-Qué te sucede! - dijo - pensé que solo pasearías por ahí

-Eso hago Chris - dijo una confundida ojiverde

-Lauren... quién es esa chica? - dijo el mayor - lo veía en tus ojos Laur, aún tienes hambre, y esa chica pudo haber.. - fué interrumpido

-No Chris! No pensaba... diablos no! Solo conversabamos, somos vecinos normales recuerdas?! - gritó

-Me preocupa Lauren, cuando nuestros padres se van de caza, tengo que cuidarlas a las dos, yo... - No era novedad, Chris adoraba a sus hermanas, y como le prometió a su padre cuando era pequeño, nunca dejaria que nada malo les pasara a ninguna de ellas.

-Lo sé Chris, tendré cuidado, esta bien? - Los padres de Lauren se iban de caza aveces una semana entera, lo hacían lejos, así no levantaban sospechas en su nuevo vecindario, aveces cazaban a tres dias, así la familia se alimentaba, también compraban alimentos comunes que consumian, sodas, dulces, helado y alguna que otra pasta para cuando vengan los vecinos.

Lauren solo pudo pensar en el color café de los ojos de la otra chica.

She wolf - Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora