2.Comienzo del día

11K 579 24
                                    

Marinette

Como ya era de costumbre en mi día a día me desperté bastante tarde, provocando que apenas me diera tiempo a prepararme y desayunar, aunque en mi defensa, podía decir justamente hoy no era totalmente mi culpa, sino que fue culpa de Adrien.

La tarde anterior la había pasado entera con Adrien, hablando y trabajando. A parte que justo después del incidente con una akuma Adrien por alguna razón me miro mas de lo común y eso me puso un poco bastante nerviosa. Cuando me ponía a escribir y a buscar información sin prestarle mucha atención sentía una penetrante mirada diríjase a mi. Y justo cuando estaba apunto de girar la cabeza para observarle, él rápidamente desviaba la mirada a su ordenador buscando otra información.

Además, cuando por fin acabamos los deberes, ya eran altas horas de la noche y no habíamos cenados, nuestros estómagos gruñeron provocando en ambos un sonrojo, que rápidamente olvidamos pues nos pusimos a reír. Empezamos a guardar las cosas y antes de qué Adrien se fuera apareció mi madre por la puerta invitándole a cenar. Mis mejillas se tiñeron de un intenso rojo al imaginar una fantasía donde Adrien y yo vivíamos juntos y yo con un bonito delantal le servía la comida casera y éramos feliz y comíamos perdices juntos, pero rápidamente agite la cabeza olvidando eso y centrándome en mi madre. Adrien primero miro en mi dirección clavando su mirada en mi, como buscando a que yo le diera la respuesta. Así que confundida y Algo nerviosa le sonreí tímidamente y el volvió a mirar a mi madre con una sonrisa "Me enchaparía señorita Dupain-Cheng" y mi madre sonrió cual mujer mayor a la que llaman jovenzuela.

Bajamos al segundo piso y Adrien cortésmente se ofreció a poner la mesa, pero mi madre le sonrió y le dijo que se quedara sentado. Mientras iba poniendo la mesa miraba de reojo al chico que tanto quería, y cada vez que el también me miraba mis mejillas se cubrían de un rojo intenso. Al sentarnos mi madre se puso junto a mi padre y por fuerza yo me senté al lado de Adrien. La mesa era lo suficientemente ancha para que Adrien y yo no tuviéramos ni que rozarnos al movernos, pero por alguna razón lo notaba lo mar cerca posible. Hubo un momento en el que sin querer me moví de más y acabé chocando suave con el cuerpo de Adrien. El me miro con una sonrisa y un pequeño tono rosa en su mejillas, mientras que yo me sonrojada hasta las orejas. La velada fue tranquila, o eso quise aparentar, ya que por dentro sentía como si estuviera explotando una bomba atómica en mi corazón. Cuando Adrien se despidió y salió de la casa cerrando la puerta tras de sí, yo suspiré y me apoye en esta misma mientras que mi madre se reía ante todas mis reacciones vividas durante los 35 minutos que duró la comida. Y por todos estos sucesos claramente no puede dormí mucho en la noche por estar pensando en el.

Así que, con mis apenas 6 minutos para poder prepararme. Me vestí tropezando torpemente por la habitación en unos 3 minutos, dejando 1 para peinarme rápido y otros dos para mi riquita comidita. Me serví un vaso de leche que me bebí de golpe y me puse un croissant en la boca mientras me despedía de mis padres."Ve mas despacio Marianette, te acabaras atragantando" me dijo Tikki de forma burlona."Lo se, lo se" dije mientras reía. Cruce la calle y me encontré a Alya "Hola amiga.¿Como siempre despertándote tarde, no?" Dijo mientras me daba un golpecito amistoso en la espalda y se reía.

Entramos a clase y todo fue normal y tranquilamente aburrido hasta que a tercera hora por fin me pude sentar con Adrien por el trabajo. Mi aún no amorcito me dedico esa amable sonrisa y por dentro me derretí, mientras que por fuera le correspondí de forma tierna y nos pusimos manos a la obra juntos. Esperaba que no se diera cuenta de mis nervios, pues aunque mi actuación era mínimamente buena, no podía evitar sonreír como boba y que mis mejillas se pusieran de un suave color melocotón, pero bueno, con suerte pienso que no lo hizo y pensó que estaba totalmente normal.

Después por alguna razón que dijo la Profe pero ya no me acuerdo (como buena estudiante responsable que soy), nos cambio de sitios para las siguientes clase, en las que la tendríamos a ella, y a mi me toco con Nathaniel. La verdad no me molestaba nada, puesto que Nathaniel era una persona amable con la que no tenía muchas oportunidades de hablar. Así que ahora que si que podía hablar con el aprovecharía la oportunidad. Sabía lejanamente que era un chico tímido y artístico, pero no lo sabía del todo, así que aprovecharía para averiguar más cosas sobre el. Y si pase el día.

Un suceso inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora