Duncan

3. "Toda la verdad"

— Hey, es Caitlyn Adams almorzando con las nuevas — George la miró como si de una iguana se tratara. Una iguana hablando con dos hámsteres o algo parecido.

— Me alegro de que por fin tenga alguien con quien comer en el almuerzo aparte de Sam Lynch — Digo mientras espero a que George termine de poner puré de papa en su bandeja.

— Sí, claro — Me mira — No creo que seas capaz de sentirte bien por alguien como Caitlyn Adams, la chica que fue rechazada por uno de los Lawrence.

— Pero que grosero eres — Dije aún sin apartar la mirada de las tres chicas.

— Pero que fría eres — Respondió él — ¿Dónde quedaron los días en los que nos reíamos de las miserables vidas de los demás estando sólo tú y yo?

— Se fueron por la plancha en el momento en el que mi barco comenzó a hundirse y mi vida se tornó miserable — Dije, con todos estos nuevos líos rondando por mi cabeza.

El día anterior Alex me había llevado a ver mi coche, mi bello coche completamente destrozado tras haber dado mil vueltas en el accidente. Estaba histérica, viendo el cadáver de mi hermoso Beatle azul, el cual me había costado años de ahorros y de convencer a mis padres que era lo suficientemente responsable como para conducir.

"Da gracias que no te ha tocado ni un rasguño" me había dicho Alex.

— Pero qué dramática...

— Ja Ja Ja — Reí con sarcasmo — Mira quién habla, la drama queen de Oak Minds.

— Lo que digas... — George tomó asiento junto a Michael Scavo, quien nos saludó e inmediatamente comenzó a coquetear con George.

Necesito amigas mujeres en mi vida...

— Dejen de coquetear y hablen conmigo... o mejor dicho, de mí — Les guiñé el ojo, fingiendo que no me estaba sintiendo excluida y ellos rieron.

— A propósito, oí que la chica nueva Tris Brooks está saliendo con Jake Contray.

Si, George era un chismoso de primera. Y había veces en las que me sacaba de quicio y sólo me daban ganas de estampar mis tacones contra su cabeza...

Soy una flor. Delicada y femenina. Cuenta hasta diez Lexi...

— Tiene nombre de Cereal — Contesté, cruzándome de brazos y evitando la mirada de los dos chicos frente a mí.

— Querida Lexi, sabemos que estas en esos días en los que te sientes medio fea, ¿Pero podrías ser un poco más sensible? Uno de los chicos más lindos de Oak Hills acaba de perder disponibilidad — Se quejó Michael.

— No es que hubiera estado disponible para ustedes antes — Contesté de la manera más neutral, sin siquiera darme cuenta de lo que decía. Yo sólo veía a las dos chicas nuevas con los brazos cruzados.

Siéntate derecha Lexi. Estás sentada como un albañil barrigón y desagradable.

— Grosera — George me tiró una de sus papas fritas.

De pronto sentí cómo alguien posaba su mirada en mí. Busqué con la mirada hasta toparme con Duncan. Sostuve su mirada fría y esta vez el no la apartó en ningún momento. Después de un tiempo tuve que ser yo la que evitara sus ojos.

— Creo que Lexi tiene un admirador — Se burló Michael, quien hizo que George riera burlón, lo que provocó que Duncan frunciera el ceño.

— Cállense — Dije, bajando la mirada hacia mi plato de comida, pero los dos chicos rieron aún más fuerte al ver que apretaba mi vaso de cartón demasiado fuerte, haciendo que todo el líquido y algunos hielos se salieran por los bordes.