Ahogándome en lo prohibido

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Siempre desaparecía. No importaba que lo siguiera, no importaba lo mucho que corriera tras el; Luhan siempre desaparecía sin dejar rastro.

-Paren... empecemos otra vez. Oh Sehun, por favor concentrate esta vez o tendré que sacarte del ensayo. Lo mismo para ti, Luhan.

No supo en que momento se había perdido en sus pensamientos hasta que el director se había dirigido a el.
No importaba lo mucho que intentara pero no podía concentrarse. Simplemente sus manos no se movían con la misma gracia de siempre y las notas no se reproducían como quería.

Era la tercera vez que detenían el ensayo. Las primeras dos veces fueron porque Sehun no podía seguirles el ritmo. No era un estracto dificil de la melodía pero simplemente sus sentidos no estaban respondiendo.

Se sentía frustrado. Su mente estaba divagando y odiaba no hacer lo que mas quería. Pero se percato que no fue el único al que le llamaron la atención. Luhan no dejaba de ver a la nada desde que comenzó el ensayo. No tenía el aura de siempre, hoy estaba distinto. Casi sentía que podía tocar y ver al Luhan de antes.

La melodía volvió a comenzar y se decidió a concentrarse. Debía hacerlo.

De nuevo el redoblante se hizo presente en el teatro, seguido del hermoso sonido del clarinete y la armonía del siglo XX, inundó toda la instancia.
Debía tocar esta vez... debía hacerlo bien.

Sehun suspiró una vez más y cerró los ojos.

Apoyó su violín en su mandíbula y repasó mentalmente las partituras que se encontraban frente a el.

Sintió la suave textura de la madera de Lily y sonrió. Se sentía completo cuando la tocaba y lo invadía la felicidad de una manera muy abstracta. El amor hacia el arte y la música no podía describirse en simples palabras.

Faltaban pocos segundos para que los violines entraran en la melodía y que Sehun hiciera lo que mejor sabía hacer pero desvió su mirada.

Luhan lo observaba, atentamente, con esa mirada tan indescifrable en él.

Sus ojos no se despegaban de su ser, y el sentía que podía leer cada pensamiento que tenía, que podía ver tan claro en el y se sintió desnudo ante Luhan.

Esa mirada era atrayente, no lograba dejar de mirarlo... con cada parpadeo del castaño, en su ser se añadían nuevas emociones y cada vez se iban tornando mas intensas.

Sus hermosos ojos castaños eran lo único que existía en su mundo. Todos los demás instrumentos a su alrededor se volvieron invisibles, y en su mente, únicamente existía Luhan y su hermoso ser.

-Oh Sehun, Luhan... Retirense por favor. No podemos seguir postergando el ensayo de esta parte del número.

"No de nuevo, Oh Sehun. ¿Qué pasa contigo el día de hoy?"

Tomó a Lily con delicadeza y la guardo en su funda para luego salir de la manera más rápida que podía del teatro, hacía el área tras bambalinas que los actores y guionistas solían utilizar en las obras.

El pasillo se tornaba cada vez mas oscuro , solo podía escuchar la música de fondo y la respiración suya combinada con la de Luhan. La luz era casi inexistente y solo se podían observar pequeñas filtraciones de la iluminación exterior que indicaban el camino hacia la salida.

Todo era un ambiente muy tétrico, solitario. Solo dos almas caminando por un pasillo que se tornaba eterno, que los abrazaba en la oscuridad y no les daba una escapatoria.

Entre cuerdas y sombras ||DESCONTINUADA||Where stories live. Discover now