Capítulo 31

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   Fernando ya había llegado al hospital, de inmediato busco a sus papás para saber como estaba Marcia. 

 F: Hola, papá. 

 DH: ¡Fernando, hasta que te dignas en aparecer! 

 F: ¿Por qué? ¿Le paso algo a Marcia? 

 DH: No creo que te importe como esta, ya que no te apareciste en toda la noche, te hablamos al celular y lo tenías apagado. 

 F: Estaba ocupado, no los podía atender. 

 DH: ¿Y qué es más importante que Marcia? 

 F: ¡Leticia! 

 DH: Pero Marcia te va a dar un hijo ¡su hijo!

 F: Sí ya lo sé ¿¡pero sabes algo!? 

 DH: No ¿qué? 

 F: También Leticia me va a dar un hijo. 

 DH: jajaja Fernando, me hiciste reír, que buen chiste. 

 F: No es chiste, Leticia esta embarazada y nos vamos a casar. 

 DH: ¿Es en serio, Fernando? 

 F: Sí. 

 DH: No puede ser, pero tu le tienes que responder a Marcia casándote con ella.

 F: ¡No, no y no!. Yo sencillamente no me caso con ella por que no la amo y punto. ¿Sabes algo? Mejor me voy, le dicen a Marcia que luego la voy a visitar, por que aquí no aguanto ni un minuto más.

 La tarde de el sábado Fernando fue a buscar a Leticia para salir a pasear, después de divertirse en el cine y comiendo la llevo de nuevo a su casa. El domingo paso rápido ya que Fernando acompañó a Leticia al centro comercial para comprar ropa de maternidad de varios colores, y en algunas prendas con tonos pastel y varios jumper, que empezaría a usar el Lunes en la oficina. El lunes llego, Mendiola y Padilla ya habían llegado a la oficina, pero los demás empleados no, así que estaban solos encerrados en la oficina de presidencia. 

 F: Oye como que ya hay que ir viendo la fecha de la boda ¿no? 

 L: Es que hay un pequeño problema. 

 F: ¿Cuál? 

 L: Que casarnos por la iglesia en este tiempo seria una falta de respeto. 

 F: ¿Por qué? 

 L: Por que yo no pienso ir a la iglesia con una panzota casi a punto de dar a luz y menos vestida de blanco antes de que el bebé nazca. 

 F: Vestida de blanco ¿por que no? 

 L: Ay Fernando, por que el blanco es la pureza, ósea que la mujer es casta y pura y pues como que yo no tanto ¿verdad? 

 F: jajaja ay Lety para mi tu eres una santa. Oye ¿ya te dije que te vez hermosa con ropita de maternidad? 

 Leticia llevaba una blusa rosa y un pantalón blanco con zapatos de tacón corrido. 

 L: No es cierto, no me gusta mucho por que siento que todos se vana a dar cuenta y yo aún no les quiero decir ¿tú ya les dijiste a tus papás? 

 F: Pues le dije a mi papá y de seguro ya le fue con el chisme a mi mamá. 

 L: ¿Crees que le digan a Doña Marcia? 

 F: No, no se atreven. 

 De prontó se escucho mucho ruido afuera de la oficina. 

 L: Creo que ya llegaron todos. ¡Ay se me olvido por completo llamarle a Tomás!. 

 F: ¿Para qué? 

 L: Quiero que sea el vicepresidente financiero, esperame tantito ¿si? 

 Fernando sólo asintió con la cabeza y Leticia se comunicó con Tomás. 

 L: Hola Tomás. 

 T: Hola ¿y ese milagro que me hablas? 

 L: Es que necesito un favor. 

 T: ¿Cuál? No me digas que es volver a dar celitos por qu...

 L: ¡No, Tomás! Necesito que trabajes en Conceptos como vicepresidente financiero. 

 T: ¿En serio? Voy para allá, bueno primero almuerzo, me arreglo y vuelvo a almorzar. 

 L: Per... ¡Bueno, bueno! ¿Tomás? 

 Tomás había colgado así que Leticia puso el teléfono en su lugar.

F: ¿Qué te dijo? 

 L: ¿En si? Nada concreto, me colgó.

 F: jajaja ay que mi cuñado. 

 L: ¿Cuñado?

 F: Pues sí, es como tu hermano, entonces es mi cuñado. Me quisiera quedar aquí todo el día platicando pero me tengo que ir a trabajar.Los dos se pusieron de pie y se acercaron. 

 L: Yo también tengo que trabajar ¿te veo al rato?

 F: Sí, paso por aquí para que nos vallamos a comer ¿okey? 

 L: Sí. ¿Fernando? 

 F: ¿Mande? 

 L: ¿Me amas? Y quiero que me digas la verdad.Fernando abrazó a Leticia. 

 F: Te amo más que a nadie y nunca, nunca lo olvides. 

 Lety volteó a ver a Fernando y le dio un beso en la boca con mucha ternura. 

L: Yo también te amo. 

 Después de despedirse, Fernando salio de la oficina de presidencia, saludo a las del cuartel y se dirigió a la oficina de vicepresidencia.

 De pronto sonó el timbre del elevador y se abrió, nadie del cuartel de las feas se sorprendió pues era normal que fuera a trabajar pero Alicia Ferreyra que venia saliendo del baño al ver a la persona fue corriendo con ella. 

 Continuará...  

Una esperanza en nuestras vidas. LFMBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora