Muñeco. ± a.u ± ✓Sin Editar✓

Presente; Lucy Heartfilia.

*Pov Natsu* 

Me desperté como todo día normal. Me bañe, me cambié, comí y me fui a la escuela. Cuando estaba ya en el portón entrando, choqué con alguien.

– Auch.- me quejé del dolor.

– ¡Perdón! Estaba distraída.–habló una rubia.- ¿Estás bien?

– ¿Ah? Sí, rubia. –contesté frío y me fui. Cuando ya me estaba alejando, oí un grito proveniente de la rubia, "¡Yo estoy bien, gracias por preguntar!". La ignoré y seguí mi camino al aula.

Una vez que abrí la puerta, observe que estaba la misma rubia de hace rato. ¿Cómo hizo para llegar más rápido? Bueno, no importa. No le di importancia y me dirigí a mi asiento.

– Alumnos. –llamó la intención el profesor.- Hoy llegó una nueva alumna. Por favor, preséntate.

Dicho eso, la rubia de hoy se levantó y se dirigió para allá.

-Tosió.- Hola, soy Lucy Heartfilia. Y, no sé qué más decir. –admitió. Luego de lo que dijo, se fue a sentar.

Pasó la clase y ya era hora del recreo. Así que junte mis cosas y me fui al patio.

-Suspiré.- Tanta gente me cagó en la vida y yo como un estúpido desesperado por tener amigos, aceptaba a cualquiera. –rio.- Era tan iluso.

Así hablé un poco más conmigo mismo. Cuando se me estaban cerrando lentamente los ojos, una voz me despertó.

– D-Disculpa, Dragneel-kun.

– ¿Qué quieres, rubia? – le pregunté.

– El timbre ya sonó, es hora de ir a clases.

– Okey. Entonces, adiós. –me despedí para irme, pero justó me agarró del brazo.- ¿Qué pasa ahora?

– E-Eh, ¿Qué materia tienes ahora?

– Historia, ¿Por?

– ¡Yo también! ¿Vamos juntos? –me preguntó con una cálida sonrisa.

– Pensé un rato.- No.

– Por favor, Dragneel-kun. –me pidió con un puchero. No sé porque me hizo acordar a Levy. Basta, Dragneel. El pasado es pasado.

– Te dije que no.

– Por favorrr. –suplicó alargando la r.

-Bufé.- Está bien.

Dicho eso, chilló de alegría y me agarró del brazo.

– Hey, ¿Qué haces?

– Te llevo al aula, duh.- contesta obvia. Qué graciosa termino siendo la rubia –nótese el sarcasmo-.

– Sí, eso ya lo sé. Pero no entiendo porque me agarras del brazo.- le dije. Segundos después reaccionó y me soltó el brazo.- Gracias.

Antes de entrar al aula, me pidió que me sentara con ella, algo que obviamente rechacé.

– Dragneel-kun, te lo suplicó.

– No.

– Dragneel-kun. –dijo poniendo los ojos llorosos.

-Suspiré.- Eres pesada, eh.

– ¿Eso es un sí? –me preguntó a lo que yo asentí.- Wiii.

Ya arreglado ese asunto, entramos y nos sentamos juntos.

– Dime, Dragneel-kun. ¿Por qué eres tan frío?

– Eso no te interesa, rubia.

– Oh, vamos. Es malo guardarse todo para uno solo.

– Mira, rubia. –empecé a hablarle más frío de lo normal.– Esto lo estuve guardando por mucho tiempo y estoy bien, ¿Ves?

– Mmmm... –dice observandome a los ojos.- No, no lo estás. Lo puedo saber por tu mirada.

M-Mierda. ¿Cómo es posible leer la mirada?

– Sí lo estoy, no molestes más.

Y así pasamos toda la clase en silencio. Hasta que por fin tocó el timbre para irnos.

– Adiós, Dragneel-kun. –se despidió la Heartfilia de mí.

– Adiós, Luigi. – me despedí como si nada. A unos pasos escuche un "es Lucy" de su parte.

Qué chica más rara.