18 y con niñero

XXII

Primero que nada vengo a gritar de alegría ahq. 2k de votos basta lloro! Y ahora que reviso la historia, joder mi ortografía era una mierda (estoy tratando de mejorarla). Pero bueno, muchas gracias por votar y leerla, les amo <3

Ya me voy y empecemos.

Advertencia (la cual no toma en cuenta ni mi abuela): Contenido sexual leve? Bah eso.

Ahora si, ya.

Narrador omnisciente.

Unas semanas después un extraño clima frío comenzó a sentirse en la ciudad. Estaba iniciando otoño, pero el frío ya podía sentirse. Por lo tanto, la época de los suéteres se acercaba. Y Louis, bueno, tenía algo en mente.
El castaño se encontraba en su habitación con su rubio amigo sentado en la cama mirando atentamente como su pobre amigo trataba de alcanzar algo de su armario.

—¿Sabes lo bien que me vería usando esto, Niall? Ósea, sería la envidia de muchas de las chicas del instituto —comentó Louis mientras se paraba de puntitas para alcanzar la ropa que quería. - Voy a demandar a la persona que hizo esta mierda.

—No es culpa del carpintero que estés enano. Pero bueno, regresando al tema, sí, efectivamente, te verías muy bien en eso.

—Obvio—respondió sonriendo triunfante al alcanzar el atuendo —. Voltéate, voy a ver cómo me queda. —Niall rodó los ojos pero obedeció. El oji-azul se sacó su ropa y se puso la otra rápidamente para después mirarse en el espejo de pies a cabeza.

—¿Ya puedo ver? —cuestionó el rubio a lo que Louis respondió un sí. Al voltear, quedó totalmente impactado —. Madre mía.

Hubo un silencio en el que nadie dijo nada. Louis mordió su labio nervioso.

—¿S-se ve mal? —preguntó tímido. Niall rápidamente negó.

—No, no. Te ves tan... Joder. Hermoso. Basta, déjame follarte. —Bromeó al último a lo que después rió.

— ¡Horan! —exclamó sonrojado —. Dios, maldito pervertido.

—Ya ya. ¿Piensas ir con eso a la escuela? Se te van a congelar las piernas.

—¿Y? Sé ve bonito. Y te callas —dijo apuntando al chico con un dedo —. Se lo enseñaré a Harry cuando regrese.  —Sonrió. 

—¿A dónde fue?

—Al coño de tu madre.

Niall frunció el ceño y le lanzó una de las almohadas que había en la cama.

—Que gracioso —respondió sarcástico—. Idiota.

—Calla, saco de oxigenación rubia.

—Enano con implantes en el culo.