Que pasará cuando un día te tropiezas en el camino de Sebastian y misteriosamente te perdona la vida sin motivo aparente: puede usarte como diversión al torturate o encontró algo en ti que hasta tu desconocías.
Tal vez decida vengar su muerte que se...
Seguí paralizada por unos segundos en el mismo lugar , hasta que al fin reaccioné y seguí a Sebastian hasta una esquina en paralelo a lo que parecía ser la sala.
Observé como sacaba y objeto alargado y que emitía luz propia en la punta de la misma y con ella trazó un símbolo, con el cual extrañamente me sentí identificada, al verlo detenidamente sentí como si alguien susurrara con voz conciliadora " abertura "dentro de mi cabeza, después llegó esa sensación de cada vez que me siento protegida y aparece en lo momentos de mayor estrés en mi vida.
" Conoces el lenguaje de los ángeles, un don dado por el mismo cielo, es hora que expandas tu mente al mundo que se ocultó en las sombras, al que siempre debiste pertenecer."
Después una voz distinta, pero igual de magnífica habló "El tiempo debe continuar con su curso, se acerca una guerra y llegó la hora de que seas parte de ella, la representación del cielo sobre la tierra."
Al volver a enfocar la vista Sebastian se encontraba justo enfrente mío mirándome con una ceja alzada.
- Se te perdió algo? - preguntó y luego de fruncir el ceño y alargar su mano hacia el escote de la blusa y al retirarla y al retirarla se encontraba manchada de sangre.
Al bajar la mirada hacia mi pecho vi la marca que tenía traspasando mi blusa en sangre, de repente sentí un líquido caliente deslizarse por mis oídos y mi nariz. Dirigí mis dedos a estos y al verlos de la misma manera que en mi blusa estaban cubiertos de sangre.
De repente sentí un mareo que me descolocó y antes de caer sentí unos brazos rodearme.
- Además de estorbar eres una molestia - dijo Sebastian con notable irritación antes de soltarme y acabar sentada en el suelo - Quedate ahí - me ordenó antes de salir caminando y dejarme.
Volvió después de unos cuantos minutos con otra blusa sobre su mano la cual me arrojó. Pues mientras no estaba hise lo posible por borrar el rastro de sangre de mi rostro utilizando la orilla de mi blusa que llevaba puesta para así limpiarme.
- Cambiaste y haslo rápido - me ordenó, yo solamente lo miré fijamente - Te he ordenado algo
- No soy ninguno de tus zombies que cumplen tus órdenes ciegamente, y no pienso cambiarme contigo enfrente - dije mientras me levantaba del suelo y el al escucharme resopló molesto.
- Si tienes algo debajo o no es tu responsabilidad y estoy diciendo que no tengo tu tiempo así que es mejor que te apresures y te cambies a menos que quieras que lo haga yo - dijo mientras se acercaba lentamente a mi y tomaba la blusa que llevaba puesta.
Al ver que lo decía en serio que con el pasar del tiempo se molestaba cada vez más, sólo giré los ojos y le di la espalda para sacarme por la cabeza la blusa y colocarme la otra pero mientras la pasaba por mi cabeza Sebastian pasó la punta de sus dedo por la parte de arriba mi espalda delineando la cicatriz que me quedó de mi accidente y por la parte baja donde me quedó otra en línea recta que atraviesa de manera diagonal todo lo que abarca mi abdomen.
- ¿Aquí que te pasó? - preguntó mientras con su dedo delineaba delicadamente la larga cicatriz una y otra vez.
- Como sea, apresurate - dijo para después utilizar su dedo para jalar un tirante de mi sujetador.
Al terminar de colocar mi blusa giré para encontrar a Sebastian trazando el mismo símbolo que vi mientras lo estaba espiando. El trazo se fue ampliando hasta quedar un orbe luminoso delimitado en altura un par de centímetros más alto que Sebastian y lo suficiente ancho como una puerta.
Al acercarme el movió la mano ligeramente para denotar que yo pasará primero.
- Sólo es un portal - dijo al notar que me acercaba con desconfianza - Probablemente no los conozcas porque los humanos no los utilizan pero lo que acabo de trazar es una runa y el portal nos llevará a diversos lugares - dijo de manera burlona.
Al cruzar el portal me envolvió una luminosidad que poco a poco se fue difuminándose hasta que aparecí en lo que parecía ser una azotea de un edificio alto y en frente de este había una iglesia gigante de estilo gótico. Sebastian apareció detrás de mi y se agachó a trazar más de esa runas sobre el suelo justa al rededor nuestro. Al finalizar sus trazos llegó la palabra " glamour" a mi cabeza y de cierta manera sabía que estás runas nos ocultarían a simple vista de cualquiera.
- Para ocultarnos - dijo secamente al levantarse del suelo.
Luego de eso ambos volvimos a enfocar nuestra vista de nuevo a la construcción frente a nosotros, donde la puerta se abrió y salieron un par de jóvenes algunos años más grandes que Sebastian y yo.Quise acercarme para ver mejor a la pareja que acababa de salir de aquel lugar pero Sebastian me lo impidió tomandome del hombro.
La pareja consistía en un chico con el cabello rubio con tonalidades doradas acompañado de una pequeña y menuda pelirroja. Ambos salieron agarrados de la mano y al cruzar los escalones se dieron un largo y apasionado beso por lo cual Sebastian se tensó y apretó su agarre en mi hombro.
- Vamos, aún tenemos cosas que hacer - dijo mientras jalaba bruscamente de su agarre para que me moviera una vez que la pareja en frente nuestra desaparecía de girando en una esquina.
Aunque no lo demostrará el encuentro que acababa de apreciar le había molestado, pues su agarre se volvió más tosco y cambió el tono de su voz.
Caminamos unos cuantos pasos, hasta que apareció un portal como el que cruzamos unos momentos antes.
Al cruzar el portal me encontré con un enorme salón repleto de distintas vegetaciones y con muchos insectos al rededor, justo en frente de nosotros se encontraba un gran trono hecho de distintas plantas y al fondo de la habitación había una cortina hecha de lo que parecía ser mariposas .
De repente la cortina del fondo del salón en donde nos encontrábamos fue corrida hacia un lado revelando así a un grupo de seres con armadura hecha al igual que todo en este lugar de plantas, y en el centro de la formación de estos una hermosa mujer pelirroja de edad indefinida con un vestido rosa que al encontrarse con nosotros su rostro expresó una mueca de sorpresa y miedo que recompuso rápidamente a un rostro frío e inexpresivo.
- Me extrañó mi hermosa? - preguntó Sebastian burlonamente.
- Jonathan - susurró la mujer - Creí que estabas muerto.
- Lo sé, lo estaba.....
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Bueno, se que muchas personas deben de querer patearme por no actualizar, pero en serio quiero pedirles unas disculpas,pues tuve muchas dificultades como mi falta de creatividad y la escuela, entre otras cosas, pero les informó que desde ahora ya voy a ser capaz de subir capítulos, pues además de todo se me había olvidado mi cuenta, así que gracias de todas formas por ller y por votar que eso significa mucho. Besos, hasta el siguiente capítulo Atte: Eli😘
