Capítulo 3

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El muchacho se acercaba lentamente a mi como si tratara de medir mi reacción, justo en ese momento las cenizas que había dejado la criatura al ser destruida comenzaron a moverse y formar el signo que tenía marcado en la espalda, entonces de estas salió un fuego de tonalidades oscuras y la cicatriz que formaba ese mismo signo en mi espalda me produjo un dolor tan insoportable que provocó que cayera al suelo y comenzara a gritar.

El muchacho al observar estas acciones se acercó rápidamente a mi tratando de ver mi espalda mientras yo me retorcía de dolor en el suelo, entonces notó que el vestido contaba con la espalda cubierta y lentamente intentó bajar el cierre de este, sólo me asustó más, pues pensé que tenía la intención de violarme o algo parecido.

Milagrosamente el dolor cesó completamente y me alejé del desconocido de mis visiones, lo que provocó que este riera maliciosamente.

- ¿Que hace alguien tan bella como tu vagando sola por aquí? - me preguntó mientras acariciaba mi mejilla pues yo seguía en el suelo, al ver que no respondía este volvió a reír - no sabes que es peligroso? Nunca se sabe que clase de pervertido podría encontrarse.

- Y no me gustaría enterarme - dije en un susurro quedó

- ¿ Segura? Probablemente sea interesante - dijo mientras afloraba su encantadora sonrisa.

- Totalmente, no soy esa clase de persona - al escucharme decir esto su sonrisa se ensanchó

- Me encantará hacerte cambiar de opinión - en ese momento su mano descendió hasta mi cuello.

- Lo dudo mucho, lo siento pero mis amigas están adentro - dije mientras me levantaba del suelo.

- No tan rápido - dijo mientras me jalaba el brazo y me acorralaba en la pared - ni siquiera me has dicho que hacías afuera.

- Salir a tomar aire

- Alto! ¿Qué fue lo que pasó? - dijo en un tono más serio

- ¿ Cuándo? - me hice la tonta.

- Hace un momento mientras  gritabas y te retorcías en el suelo - mencionó mientras sacaba algo de su cinturón.

- Nada de lo que debas preocuparte - respondí sencillamente y observaba que lo que el tenía en la mano era un afilado cuchillo.

- Segura? - levantó una ceja y me giraba quedando mi espalda pegada a su pecho, luego pasó su brazo alrededor de mi cintura - porque casi parecía que el dolor provenía de tu espalda - susurró en mi oído mientras pasaba su cuchillo por mi espalda provocándome un escalofrío que hizo que el sonriera.

Traté de soltarme pero el sólo me apretó más contra si, en ese momento sentí como con la mano que sostenía el arma apartó mi cabello a un lado y recorrió mi cuello con su nariz hasta que detuvo sus labios en mi oído

- Tienes un aroma embriagador - dijo, entonces mordió el lóbulo de mi oído. Comencé a retorcerme buscando salir de sus brazos - Shhh. Tranquila. No tengo por que hacerte daño si te comportas.

- Sueltame! - grité, pero era obvio que nadie me escucharía con el ruido que provenía del club.

En ese momento tensó la mano que me sostenía y movió mi rostro para colocarlo sobre su hombro y tener el cuchillo en mi cuello.

- Silencio linda, no queremos llamar la atención ¿verdad?

- Dejame!

- Pero si aún no llegamos a la mejor parte - dijo y comenzó a reírse de manera enfermiza - y lamentablemente no podré soltarte, has visto demasiado.

En ese momento retiró el cuchillo de mi cuello, para guardarlo de nuevo en su cinturón, así que aproveché el momento para soltarme y correr. Pero me alcanzó a una velocidad sobrehumana.

SECUESTRADA POR UN MORGENSTERWhere stories live. Discover now