Capitulo 6.

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Cierro la puerta de casa detrás de mí y dejo las llaves sobre la mesa continua, junto a mi bolso. Estiro mi cuello de un lado a otro sintiendo la tensión en éste. Ha sido un largo día, comenzando con mal pie al no haber sonado la alarma del despertador y atrasando nuestra rutina por completo. Es una suerte para mí que tengo por lo menos dos horas antes de que algún miembro de la familia llegue.

Derek está en Cartersville visitando a Camila, Neal no llegará hasta aproximadamente las seis si no se queda a trabajar hasta tarde y Sarah se ha ido a jugar a casa de Irina. Cuando Alana llegó con ella a la academia Sarah estuvo toda la tarde, exceptuando la hora que duró su clase, sobre Irina. Parece increíble como antes se quejaba de que tiraba de su cabello y ahora no puede verla porque no se quiere separar de ella. Por suerte Alana no relaciona lo personal con lo profesional, fuera de la academia comparte anécdotas de Irina como si no fuera mi jefa y eso lo agradezco, estuvo encantada de llevarse a Sarah prometiendo traerla antes de las ocho. Eso me deja con una o quizás dos horas para mí sola. Para hacer lo que se me plazca.

Decido darme un baño largo y relajante primero, tal vez eso pueda aliviar la tensión en mi cuello.

Subo las escaleras deshaciéndome de la ropa en el camino. Puedo recogerla antes de que todos lleguen a casa. Cuando finalmente estoy en la habitación solo mis bragas están en su lugar y terminan en todo el marco de la puerta. Me dirijo al baño y preparo la bañera a mi gusto. Con la temperatura correcta y las sales relajantes con olor a mandarina que tanto me gustan. Inmediatamente al entrar en el agua mi cuerpo se relaja. Cierro los ojos y disfruto del silencio y la quietud como un gran tesoro.

Después de tener a Sarah y comenzar a vivir con Neal, aprendí que estos momentos de soledad son extremadamente deliciosos. Amo estar con Sarah y con Neal, éste último probablemente habría aliviado mis tenciones con sexo, pero querer un poco de tiempo para mí misma es sano. Todos lo queremos en algún momento.

Recuesto mi cabeza sobre la orilla de la bañera luego de frotar mi cuerpo entero con una esponja. Pronto tendré que salir del agua ya que esta comienza a enfriarse. Me debato internamente sobre lavar mi cabello o no, el cual se mantiene recogido en un moño sobre mi cabeza, y finalmente decido lavármelo por la mañana. Salgo del agua y retiro el tapón del drenaje, y mientras ésta se reduce, seco mi cuerpo con una esponjosa toalla. Luego de lavar la tina, regreso a la habitación estando desnuda.

Me detengo frente al armario indecisa sobre la ropa que podría usar, quizás una camiseta de Neal...

—Hola pequeña —susurra una voz a mi espalda.

Miro sobre mi hombro a Neal, quien sostiene la ropa que he dejado tirada cuando venía de camino al dormitorio con una mano.

—Hola cariño. Llegas temprano —calculando mentalmente ha pasado aproximadamente media hora desde que llegue a casa, quizás más—. No te he oído llegar

—Pensé que si —murmura Neal levantando la mano con mi ropa—, pensé que era un claro mensaje

Me carcajeo.

—Esa era yo siendo holgazana. Se suponía que la recogería antes de que llegaran

Me doy vuelta hacia el armario de nuevo.

—¿A qué hora traerán a Sarah? —pregunta él.

Siempre lo llamo al salir del trabajo, pero esta tarde no me contestó por lo que tuve que dejarle un mensaje diciéndole que estaba de camino a casa y que Sarah estaría con una amiga.

—Creo que a las ocho

Decido finalmente que usar y estiro mi mano para tomarlo, pero la mano de Neal me detiene.

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