"No ha sido malo" #48 - FINAL

435K 25.7K 19.7K
                                    


Me encontraba parada detrás de una enorme pared de cristal con Loann en brazos mientras unas cuantas lágrimas tibias descansaban en mis mejillas. No quería moverme a ninguna parte, solo necesitaba contemplar esta escena por otros minutos más.

Sentí la voz de mi madre en mi oído, aun así no dejé de mirar cómo uno a uno las personas subían a esa enorme máquina que los llevaría lejos de aquí. Podía sentir el fuerte palpitar de mi corazón, podía sentir un enorme grito atorado en mi garganta, sin embargo me mantuve calmada.

—Es hora de irnos, Annie. No alargues más esto.

Negué con la cabeza y Loann se removió en mis brazos.

—Espera un momento... —susurré.

— ¿Quieres ver cómo el avión despega?

Asentí.

En estos momentos me hubiera agradado tanto tener unos ojos súper dotados para poder visualizar con claridad esas pequeñas ventanillas. Quizás Landon estaba ahí con la frente apoyada en el vidrio tratando de obtener una última imagen de mí, así como yo de él.

Nunca había tenido una verdadera despedida, era mi primera vez y debo decir que... los dolores de parto no se comparaban a lo que emocionalmente estaba sintiendo. Una parte fundamental en mi vida acababa de tomar un avión para irse a Nueva York por largo tiempo. Era como tener una doble tristeza; una, porque iba a extrañar de manera loca y desesperada a Landon, y la otra, porque sabía que él también lo iba a hacer y el recordar su rostro cuando nos despedimos me torturaba aún más.

Todavía sentía el abrazo y el profundo beso que nos dimos antes de que partiera y mi mente no dejaba de reprocharme que debí haberle dicho que lo amaba una vez más ¡tonta! No obstante, era tarde y estaba segura de que pasaría un largo tiempo hasta que tenga la oportunidad de volver a hacerlo. Eso no dejaba de atormentarme.

Pero... después de todo no tenía el derecho de quitarle su sueño. Y aunque esto no era culpa de ninguno de los dos, porque no lo planeamos, era justo que uno de nosotros lograra cumplir sus anhelos. Loann no podía viajar, puesto que era un recién nacido, y Landon no podía esperar a que él crezca porque entonces perdería su beca. No tuve valor para permitir que tirara eso a la basura, entonces lo convencí para que se marchara.

Su padre le había propuesto que pagaría sus estudios de abogacía en otra universidad. Él convalidaría las materias llevadas aquí y continuaría su carrera. Me sorprendió cómo el padre de Landon apoyaba de manera entusiasta mi posición. Algunas veces sentía que a él le gradaba que su hijo y yo nos distanciemos.

Por primera vez las cosas se resolvieron rápido, todo en una semana. Lástima que era para un (debo admitir) mal motivo. Es decir, ahora la vida se empeñaba en mostrarnos accesible la posibilidad de separarnos, cuando antes hacía todo lo contrario. Lo curioso es... ¿por qué justo ahora? Supongo que debía tomarlo como una señal.

La distancia era la mejor prueba para nosotros.

—Vamos, Ann. Necesitan ir a casa y descansar... —Michi apoyó su mano en mi hombro y me empujó suavemente para que me moviera.

No respondí porque seguía observando cómo el avión se preparaba para despegar.

—Tu madre tiene razón, solo estás alargando el sufrimiento. Es mejor que regresemos a casa.

Antes de contestar, emití un enorme suspiro. Me costaba un poco respirar con tranquilidad ya que el nudo enorme y pesado en mi pecho me lo impedía.

—Landon tuvo una linda despedida, no te preocupes por él, estará bien —agregó.

—No me duele la despedida —pronuncié seca y sin parpadear.

WHEN SHE WAS A VIRGINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora