「Padres por Accidente」

Cap. 14

*Lean mientras escuchan esto: https://www.youtube.com/watch?v=5KMzDVf2Bx4 yo la escuche mientras lo escribi. . . Si no quieren no se preocupen n.n*

Jimin se había levantado muy temprano, más de lo normal pues era un día muy especial y tenía muchas cosas que preparar antes de que el rubio se despertara y tenía que apurarse pues no estaba su hermana para que le ayudara pues debido al trabajo había tenido que salir de la ciudad por un tiempo.

- Huevos, leche. . . Mmm. . . Creo que tengo todo - decía mientras revisaba que tuviera todos lo ingredientes que ocupaba. - Bien entonces, vamos a ello. -

Tomaba cosas, echaba, batía y corría de un lado a otro quería que todo estuviera listo para cuando el rubio despertara sabía que era un día especial pues era el cumpleaños de Yoongi y eso se merecía un desayuno especial. Era su oportunidad de demostrarle cuánto lo amaba.

*

- Al fin. . . Eso fue cansado creí que no lo acabaría, pero bueno. . . Vamos por Yoongi - dejo las cosas listas y con una sonrisa subió para despertar al rubio. - Yoongi. . . Yoongi, despierta amor - decía intentando despertarlo.

- Jimin. . . Déjame dormir - se quejaba el rubio, odiaba que lo despertaran y el castaño lo sabía por lo cual trataba de hacerlo con cuidado, así que tenía que pensar en una manera de hacerlo sin que se molestara. "¿Como voy a despertarlo? Ya se!!" pensó.

*

- Moongi. . . Moongi. . . - decía tocándole la cara.

- ¡Jimin! Te dije que me dejaras dormir!! - grito levantándose de la cama enojado, sin ver todavía quien lo había despertado. - Oh Soo. . . Perdón por gritarte. . . Pense que eras Jiminie. - se levantó, se puso sus pantuflas, la cargo y bajo a buscar al castaño.

Al bajar las escaleras como era costumbre fue a buscar a Jimin ahí, normalmente estaba ahí preparando el desayuno, pero para su sorpresa no estaba. "¿Dónde se habrá metido esta vez?"

*

Después de haberlo buscado por toda la casa no le quedaba otro lugar más que el patio así que salió.

Había un pequeño camino hecho con dibujos de huellas que lo guiaron hasta donde se encontraba el castaño quien tenía algunos globos de corazón y a un lado de él había un enorme regalo que tenía más globos amarrados al regalo.

- Feliz Cumpleaños YoonGi! - sonrió y se le acercó para darle un abrazo. - ¿Que pasa no te gusto mi sorpresa? - pregunto al ver que el otro no respondía.

- Ji-Jiminie. . . - susurro. - Me encanto, gracias. . . Te amo, Te amo, ¡Te amo! - dejo a la pequeña en el pasto y levantó al castaño abrazándolo, dejando así caer algunas lágrimas. Nunca antes alguien le había hecho algo así más bien nadie se había preocupado por su cumpleaños.

- Yoongi. . . N-no llores. . . Y-yo. . . - trataba de decir, pero no pudo terminar pues empezó a soltar algunas lágrimas, nunca antes había visto al rubio llorar Yoongi pretendía ser un chico sin sentimientos por lo cual no los demostraba hacia las personas.

- Chimi. . . Moongi. . . - decía la pequeña quien de alguna forma había logrado pararse. - Ma-mmá. . . Pa-ppá. . . - volvió a hablar logrando que ellos voltearan quedando sorprendidos, era la primera vez que les decía así y también era la primera vez que se paraba ella sola, lo cual significaba que iba a empezar a caminar, al fin iba a dar sus primeros pasos.

- ¡Va a caminar! - gritaron al unísono. - Nuestra pequeña Soo va a dar sus primeros pasos. - volvieron a decir soltando un par de lágrimas por la alegría del momento.

- Ma-mmá. . . Pa-ppá. . . - dio un paso, los chicos estaban felices, no podían dejar de sonreír mientras la pequeña bebé caminaba hacia ellos. Cuando al fin llego a ellos Jimin la tomó en sus brazos y el rubio se acercó a ellos para abrazarlos.

Esa tarde se la pasaron en el patio juntos, habían sacado algo para acostarse en el pasto y que la pequeña pudiera seguir caminando sin lastimarse los pies con el rasposo pasto. El día había estado tranquilo, al fin eran una familia, una verdadera familia.
Había sido un día muy especial, no solo por el cumpleaños del rubio, también por los primeros pasos de la pequeña y que al fin les decía Mamá y Papá. A pesar de que Soo no les había llegado como ellos esperaban, los había unido logrando que dos personas que no se llevaban bien llegaran a amarse, esa pequeña los había unido y ahora se habían vuelto uno.