「Padres por Accidente」

Cap. 3

* No es cierto. . . *

Era un día normal, Jimin se encontraba en su pastelería atendiendo clientes de vez en cuando. Todo iba bien, cuando de repente. . . Lo vio, ahí estaba. . . El chico que le gustaba al castaño, no sabia su nombre ni nada de el pero le gustaba mucho.

— Ahí viene. . . — le dijo uno de sus ayudantes de la pastelería.

De inmediato el castaño se acerco a la caja registradora para empezar a entender.

— ¡Vez! Siempre lo hace cuando él viene. . . — le reprimía mientras que el castaño ya estaba puesto listo para recibirlo.

— No es cierto. — En cuanto termino de decir esto él ya había entrado en la tienda, para acercase a la caja registradora con esa sonrisa que derretía al castaño.

— Hola. . . Quisiera — fue interrumpido al pelinegro de la gran sonrisa.

— No me digas. . . — dijo con una sonrisa — Sándwich de pavo orgánico ¿Verdad? — volteo a verlo con una sonrisa.

— ¿Tan predecible soy? — volvió a sonreír — ¿Porque tu no usas uno de esos gafetes con tu nombre? Así podría saber cual es — eso ultimo hizo sonrojar un poco al castaño.

— Jimin~, mi nombre es Jimin — dijo con una gran sonrisa, aún sonrojado pero con la esperanza de que el pelinegro no se diera cuenta de su leve sonrojo.

— Lindo nombre Jimin — dijo pagando su pedido — Gracias por el sándwich — al decir esto ultimo dejo su tarjeta con su nombre y numero de teléfono a un lado de la caja registradora para después salir de la tienda con una gran y linda sonrisa en su rostro.

En cuanto salio de la tienda Jimin tomó la tarjeta del pelinegro, pues estaba emocionado por al fin saber como se llamaba.

— ¿Y como se llama? — pregunto curioso el que se encontraba a su lado.

— Se llama... Hyo~ — sonrió con un leve sonrojo — Hasta su nombre es lindo... Hyo~ — volvió a sonreír como un tonto enamorado.

* Mas tarde en su casa *

Jimin se encontraba dándose un baño en su tina con el teléfono a su lado, estaba pensando en si llamar o no a Hyo cuando sonó el teléfono e inmediatamente contesto.

— ¿Bueno? — al contestar la sonrisa que tenia un su rostro se desvaneció — Enseguida voy — colgó y salió disparado de la bañera directo a su armario a cambiarse lo mas rápido posible para salir en dirección a la estación de policía.

Cuando llego la noticia que le dieron lo destrozó... No podía creerlo... ¿Enserio su mejor amiga había muerto? No... No era cierto... El pelinegro se negaba a creer eso.

— ¡¿Donde esta Soo?! Ellos. . . Tenían una pequeña bebé. . . ¿Donde está? ¿Iba con ellos? — dijo casi sin poder hablar debido a que estaba llorando como nunca.

— Tranquilícese. . . Ella está bien, se encontraba en casa con su niñera. — le explicaba el oficial de policía.
Antes de que pudiera terminar de explicar por la puerta entro corriendo un rubio preocupado, buscando a alguien.

Enseguida reconoció al pelinegro asumiendo por la cara del otro; lo peor. Se acerco a él, se vieron y se abrasaron. El rubio estaba perdido en pensamientos y recuerdos evitando llorar.