Bullying ↠YOONMIN↞

Capitulo 11 Parte 2

"Cuando todo parece estar en tu contra, recuerda que los aviones para levantarse van en contra del viento no favor de este."
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Yoongi había madrugado mucho para llegar antes que Jimin al colegio. Le tenía una sorpresa; había hecho una hermosa cartita diciéndole todo lo que piensa, bueno, trató de sintetizar algo por que no cabría como para una pequeña notita. También le avisó de que no fuera a la biblioteca. Esperaba que le hiciera caso.

Cuando llegó al colegio, empujó al pedazo de hoja de papel, entre las cornisas del locker para que cayera adentró y luego "desapareció de la escena". Él esperaba sentado en una pequeña banca que quedaba casi al frente del casillero de Park. En esa banca lo vería pero el pasaría desapercibido. ¿Podría pensar que era el? Bueno, quizás si, quizás no. Había puesto la inicial de su apellido. Con suerte a penas se sabía su nombre mientras el; había investigado hasta su comida favorita...

Lo vió llegar, estaba algo triste. ¡Cómo extrañaba esa sonrisa! Y desde sus doce años nunca más la volvió a ver. Echaba tanto de menos a esos hermosos dientes blancos que a esa edad estaban adornados por líndisimos brackets azules. Ahora; el los tenía muy arreglados e impecables. Tal como las teclas de un hermoso piano.

Sí, se ponía sentimental y poético cuando pensaba en el. Pero, lo más frustrante era que no podía expresarlo libremente. ¡Le darían una paliza!
Jimin abrió su casillero y como esperaba Yoongi, la pequeña nota cayó hacia el suelo. Ahí fue cuando el se dió cuenta de que su hermoso chico había venido algo diferente. Esa chaqueta le sentaba tan bien.

Jimin comenzó a leer la cartita, y... ¡Sonrió!
La entonación de sus labios se reflejó en la cara del rubio. Dios mío, ¡lo hizo sonreír!
Yoongi sentía que sus mejillas explotarían de tanto sonreír.
El guardó sus cosas y se dirigió hacia algún aula que el no podía percibir ya que, estaba perdido en su hermosa sonrisa, ―como desearía besarlo―Se dijo el mentalmente.

Y entonces, debería haber algo que lleva todo a la deriva...

―¡Yoongi! ¡cariño! ¿Cómo has pasado?―Saludó Eunha a su 'novio', mientras se sentaba en las piernas del pelinegro.
―¡Eunha! ¡Suéltame por favor! No somos nada.―Comentó Min tratando de levantarse para soltarse del agarre de la pelinegra artificial.
―¿Por qué?―Dijo ella haciendo pucheros.
―¿Acaso tu hueca cabecita oxigenada no recuerda que terminamos ante ayer?―
―Pero... ¡Yoongi! ¿En realidad hablabas en serio?―Dijo ella, persiguiéndolo, ya que el se había levántado y emprendido su camino hacia su próxima clase.
―¿Entonces...? Eunha, te lo dije claramente. No quiero nada contigo. Soy libre de hacer lo que quiera, y si en este caso yo quiero terminar contigo pues, simplemente, ¡lo haré!―¿El libre? Quizás eso no era muy cierto.
―Pero.... Am...―No logró terminar la frase ya que Yoongi lo interrumpió.
―Vos no tiene por qué meterse en mi jodida vida. Y nada, ni nadie me obligará a estar contigo. ¿Comprendido?―Y dejó a la chica con la palabra en la boca ya que divisó a Jimin―Me voy...―Dijo el, corriendo en dirección hacia el rubio, pero, ¿qué haría? ¿le diría algo? ¿o sería muy obvio?
El iba cargando unos cuántos libros en sus manos, quizás 3 o más. Y... ¡La suerte iba con él en ese momento! Se le cayó un libro a su amado y ¡ya tenía otra oportunidad para socializar un poco con el!

―Hey lindo, se te cayó esto.―Comentó el dulcemente entregándole el libro caído a Jiminnie
―Gra...Gracias Yoongi.―Dijo el impresionada. Realmente no se esperaba que el fuese tan tierno.
―No...Realmente no tienes por qué.―¿Por qué se ponía tan nervioso bajo la vista de esos grandes ojos cafés?
―Yoongi... Llegaré tarde a mi clase, ¿me darías el libro?―¿No lo había soltado?
―Qué... A sí, por supuesto toma. Soy muy... Lo siento, me distraigo mucho.―Dijo el riéndo. ¡Claro!, mientras el se perdía en la dulce mirada de Jimin no se había dado cuenta de que estaba sosteniendo el libro que a su chico se le había caído. El sonrió sin saber por qué. Quizás Yoongi le había parecido tierno.

¡Sonrío! ¡Otra vez!―Se decía Min a sí mismo.
―Hem... Como buen caballero pues... ¿Puedo ayudarte con los libros hasta tu clase?―Dijo él, rascándose el cuello. Estaba tan nervioso.
―No, gracias. Pero no, no te preocupes, yo puedo sólo.―Le dio una sonrisa reconfortante a Yoongi . Uau, era al único chico que le había sonreído tan sinceramente.
―Por favor Jimin―El se sonrojó, ¡sabía su nombre!
―Está bien, pero apúrate que nos atrasamos.―Le dio los libros, agarró la mano de Yoongi y se dirigieron corriendo hacia el aula de química. ¿Por qué había hecho eso? Al parecer fue un impulso, pero... Sin pensarlo, solo con el simple roce de sus manos se sintieron millones de mariposas en el estómago de Jimin y una corriente eléctrica erizaba cada poro de la piel de Yoongi. Esto...Esto era nuevo. Llegaron al aula y Park llegó justo a tiempo se despidió del chico con la mano. Y por alguna extraña razón una hermosa sonrisa estaba plasmada en el rostro del chico...

Había sido su primera mirada, su primera sonrisa juntos, su primer roce y ya... Sentían como si se conocieran de años... ¿Y si todo fue un simple impulso? ¿Por qué Jimin había aceptado a todo esto?, No es que Yoongi le haya hecho algo pero el siempre estaba con ese grupito, ¿era de confiar?