Capítulo 35.

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De nuevo aquí estoy, a punto de dormir.
En la cama, al lado de mi amor platónico, Jensen. Quien apenas me ha hablado desde que me escuchó hablar de él con su madre.

Estoy tumbada boca arriba con mis manos juntas mientras pienso.
Pienso para no ponerme nerviosa.

-Jane...-susurra Jensen-.

-Dime-susurro yo.

-Lo que le dijiste a mi madre... ¿era cierto, o entraba en el juego?

-No sé. Sólo sé que me salió así.

-Ya... En fin. Qué descanses.

-Igualmente-digo.

¿Eso es todo? ¿"Que descanses"?
Le he abierto mi corazón a su madre, él lo ha escuchado todo, ¿y no dice nada a cambio?
Jensen, siempre tan reservado...

~
~

Hago un esfuerzo para abrir mis ojos. La luz que se cuela por la ventana, es molesta para mi vista nada más recién levantarme.

Me quedo en la cama, observando a Jensen. Se está poniendo el cinturón alrededor de sus pantalones.

-¿Te he despertado?-me mira.
Niego con la cabeza.

-¿Dónde vas?-pregunto.

-A trabajar-dice serio.

-Jo-me quejo-. Quiero que te quedes conmigo.
No me creo que le haya dicho eso.

-Jane... Me tienes confuso ¿sabes?-dixe Jensen aturdido-. Yo ya no sé si forma parte del juego o qué... Pero no tiene gracia.

-No sé de qué hablas-me defiendo-.

-Ya hablaremos-agarra un maletín de cuero marrón y abre la puerta del cuarto-. Ah, y, buenos días-directamente sale del cuarto y cierra la puerta.

¿Jensen cree que estoy jugando con él?
Creo que le molesta que muestre afecto por él...

~
Me visto, me pongo un tejano azul marino, y una camiseta de tirantes de color rosa palo. Para finalizar me pongo unas converse a juego con la camiseta.
Empieza el buen tiempo.
Se va notando la calor.

~
Desayuno con Adam, mi abuela y Liz.

-¿Dónde están Tom y Claire?-pregunto.

-Se fueron a ver una tienda de muebles de liquidación -dice mi abuela.

-Ya queda menos para vuestro enlace matrimonial -nos recuerda Liz.

-Sí. Tengo ganas de que llegue el día-fantasea Rose-.

-Llegará, querida-sonríe Adam.

~

Cuando acabamos de desayunar, ayudo a Liz a fregar los platos.

-Bueno, ¿qué?-dice Liz-arqueando una ceja.

-¿Qué de qué?-digo con desconcierto.

-¿Jensen te ha hecho gritar de placer, o no?

-¡Pues claro que no!-exclamo-. Esto es sólo un engaño.

-Bueno... Quien sabe.

-Además. Yo no le gusto a Jensen.

-¿Cómo estás tan segura?

-Porque le gustas tú.

-¿¡Qué!?-exclama-. No creo. Yo no soy el tipo que busca Jensen.

-Sí. Pero os acostasteis-murmuro.

-¿Y qué? Eso no significó nada para mí, y menos para él-dice Liz.
Suspiro resoplando.

Inocencia perdida (Pausada)Where stories live. Discover now