Capítulo 26.

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Estoy nerviosa, muy nerviosa.
Pues en sólo en un par de minutos, conoceré a Kayla, la niña de la cual voy a ser niñera.

Me encuentro en la cocina, con Liz, que está contándome cosas sobre su vida.

La madre de Liz, Anabelle, enfermó cuando Liz apenas era una adolescente. Hoy en día parece que Anabelle se encuentra mejor, pero se siente débil. Tiene un asistente social a su lado las veinticuatro horas del día. Ya que Liz tiene que seguir trabajando para conseguir algo de dinero.
Su padre tenía ya una familia.
Éste le enviaba dinero para sus necesidades, y de vez en cuando se iban a hacer cosas juntos.

-A pesar de todo, era un buen hombre-comenta Liz.

-¿Era?- arqueo una ceja.

-Murió...-Liz agacha su cabeza.

Parpadeo una y otra vez.

-Vaya, cuanto lo siento. No lo sabía -pongo mi mano sobre la de Liz.

-No te preocupes. La vida te obliga a seguir hacia adelante por muchas desgracias que te sucedan...

-Qué razón tienes...

-Ejem-carraspea la abuela Rose.
No nos habíamos dado cuenta de su presencia.

Liz se levanta de la silla, cambia su cara de tristeza a una que no transmite nada, y de seguida se pone a ordenar la vajilla en los armarios.

-¿Cómo estás hoy, abuela?-le pregunto.

-Muy bien. Vengo del mercado que hacen por las tardes, he ido a por algo de fruta-mi abuela deja el carro de la compra parado en la puerta de la cocina-. Liz, ¿quiere que la ayude con la cena?

-No, muchas gracias-responde Liz.

-Cómo quiera, cualquier cosa me avisa-dice mi abuela.

La abuela Rose mira de reojo a Liz. Ella piensa que no me doy cuenta, pero es inevitable darse cuenta de cómo la mira.
Me pregunto por qu será.

-Nave nodriza llamando a Rose-bromeo yo.
Mi abuela sacude la cabeza.

-¡Ay! Estaba pensando en que me he olvidado las naranjas -ríe mi abuela forzadamente.
Si no la conociera, me creería su actuación ante Liz.

—Bueno, voy a hacer mis cosas. -informa mi abuela marchándose de la cocina.

-Yo me voy a poner desodorante, que con estos nervios me parece que estoy hasta sudando-digo divertida.

-¿De veras? Pues en mi cuarto tengo uno buenísimo! Cógelo si quieres-dice Liz simpática.

-Oh, no. Tranquila. Que más da uno que otro.

-En serio, mirame a mí, que me paso el día limpiando por aquí, y limpiando por allá. Y no huelo ni una pizca, o eso creo-Liz comienza a reírse.

-Bueno, pues lo probaré.

-Lo tienes encima de la cómoda.

Salgo de la cocina dando saltitos.
Estoy contenta y emocionada.
Hacía mucho que no me sentía así de bien conmigo misma.

Me detengo rápido, justo cuando iba a entrar en el cuarto de Liz, me encuentro a mi abuela husmeando por ahí.
Está buscando algo en la mesita de noche de Liz.

Voy a interrumpirla cuando de golpe se me pasa el siguiente pensamiento:

"Espera un momento y observa. Es obvio que algo pasa entra la abuela Rose y Liz. Quizá descubras algo"
Dice la vocecilla de mi cabeza.

Mi abuela agarra una fotografía del segundo cajón, y se sienta en la cama de Liz. Rose tapa su boca con la mano, parece estar realmente sorprendida.

Inocencia perdida (Pausada)Место, где живут истории. Откройте их для себя