10 | Chica Linda La Que Lucha.

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respeto: 1. m. miramiento, consideración.

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CAPÍTULO DIEZ

           EL SONIDO DE LA ACTIVIDAD DEL AFUERA fue lo que le hizo abrir un ojo al primer momento. Luego, logró notar el fuerte dolor de cabeza que lo dominaba y sus ganas de levantarse se evaporaron. Volvió a arrebujarse contra la sábana blanca y relajarse, hasta que notó un leve movimiento a su lado. Abrió los ojos por completo, confundido al principio y fue allí cuando vio la espalda desnuda y el cabello castaño.

    "Oh, mierda, oh no", fue todo lo que se le pasó por la cabeza. Los recuerdos de la noche anterior estaban difusos en su mente. Lo único que sabía era que había tomado mucho de la bebida de Gally y ahora... no, no, esto no le podría estar pasando. Estaba en boxers y sin camisa y no se atrevió a espiar a Emma, —quien dormía boca abajo, plácidamente—, solo para no despertarla de repente y que pensara que era un pervertido. Trató de levantarse, con sigilo.

    No supo si eran los nervios del momento o el hecho de que era bastante torpe, pero sus pies se enredaron con parte de la sábana que caía en el suelo y cayó haciendo un sonido brusco, que fue todo lo que Emma necesitó para despertarse. Ella se removió unos segundos, apretó los párpados y sus ojos azules brillaron a la luz mañanera que se filtraba por la ventana del costado de la cortina de la habitación.

— ¿Newt?

   Por poco y se escondía debajo de la cama. — ¿Sí? —fue todo lo que salió de su boca, su voz llena de ansiedad.

   Se esperó una sarta de insultos por parte de ella, que se levantara y lo echara de la habitación —lo mínimo—, pero todo lo que Emma preguntó fue algo que lo desconcertó.

— ¿Qué haces en el suelo?

   Casi quedó boquiabierto, y no supo responder. Ella se sentó en la cama, dejándole ver que llevaba un sostén negro. Desvió la mirada con sus mejillas encendidas como luces de un árbol de Navidad. Emma se refregó los ojos, bostezando. Lucía estar bastante amodorrada para asesinarlo o algo por el estilo.

—Yo... eh, no, no lo sé —se recuperó rápido, levantándose del suelo y buscando sus pantalones pero éstos no estaban en ningún lugar de la habitación.

—Vuelve a dormir —fue todo lo que ella dijo.

— ¿Qué? —preguntó incrédulo.

— ¿Por qué luces asustado? —preguntó, casi tentada a reírse.

—Yo... no lo sé —tragó saliva.

—No sabes nada hoy, ¿eh? —le respondió, regalándole una sonrisa. Se levantó de la cama, en ropa interior y caminó hacia él a paso decidido, lo que hizo que Newt se alejara—. Estuviste muy bien anoche.

   Si antes estaba sonrojado, ahora su cara podía compararse a un tomate. Su dignidad llegó al suelo cuando Emma comenzó a reír sin poder parar. Y fue ahí cuando todo tuvo sentido para él. Frunció el ceño y se cruzó de brazos. —No es divertido.

— ¡Es que debiste haber visto tu cara! —contesta ella, tratando de calmar su risa—. Nada pasó ayer, Newt.

— ¿Ah no? —dice, aliviado.

—No, recuerdo que Minho me trajo aquí porque estábamos muy borrachos y luego me fui a dormir —le comentaba, Emma se sentó en la cama y se cruzó de brazos, casi olvidando que estaba en ropa interior ante Newt—. Eres tú el que vino a mi habitación —ella se acostó de costado, mirándolo—. Además, si hubiese pasado algo, ¿tan mal estoy?

➸ SI TE VAS ► NEWT [CORRER O MORIR | THE MAZE RUNNER] √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora