CINCO

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            Madelaine

Al momento que despierto siento como si alguien hubiese tomado un martillo y golpeado mi cabeza, el dolor es terrible y es llamado: maldita resaca. Gruño y me levanto para dirigirme a la cocina y prepararme café para tomarlo con una pastilla, no quiero comer, solo tengo ganas de vomitar.

Entonces al momento que me siento para abrir mi computadora y leer mi correo, trato de recordar lo que pasó anoche y golpeo mi frente con la palma de mi mano. Le he dicho a Ethan lo que sentía. Quisiera ser de esas personas que cuando toman una gran cantidad de licor simplemente se olvidan, pero no soy así, al menos de que me de un coma etílico, siempre recuerdo todo. He perdido a mi mejor amigo.

Luego de unos minutos de estar mirando hacia algún punto fijo, tratando de asimilar aquello, reacciono. No puedo dejar que mi trabajo o mejor dicho mi ex–trabajo o mi ex-mejor amigo me destruyan por completo. Debo seguir con mi vida, porque de esto se trata, de seguir luchando y vencer cada obstáculo que se te atraviesa.

Al abrir el correo, noto que uno de los canales nacionales ha mandado un correo, promocionando su noticia, Dragóne ha sido liberado. Está en las calles y es libre de hacer lo que quiera, maldita sea. Entro al explorador y comienzo a buscar entrevistas disponibles, pero las que encuentro no llaman mi atención, es como comenzar desde cero, ninguna oficina se compara a la revista que trabajaba. Bufo y cierro la computadora pasando mis manos por mi rostro con exasperación. No sé qué hacer, no sé siquiera si sería correcto pedir que Matthews me recomiende a alguien.

Mi teléfono suena y me levanto para tomarlo.

—Aló.

—Hola, Lenny. —la voz de papá como siempre hace que me tranquilice por poco, no he ido a visitarlo estas semanas con la excusa de que estaba muy ocupada con el trabajo.

—Hola papá. —sonrió levemente, aunque no pueda verme y me recuesto en el sofá encendiendo el televisor.

Pero al ver la misma noticia, decido apagarlo, está por todos lados.

—¿Cómo has estado?

Y aprieto mis labios, debo decirle la verdad.

—Desempleada. —suelto sin pensarlo y hay un gran silencio.

—Pero, ¿qué ha pasado?  —su tono demuestra preocupación.

—No fui capaz de encontrar otra historia que llamara mi atención porque estaba muy centrada en Dragóne y allí está.

El suspira.

—Eres muy buena en lo que haces Lenny, encontrarás algo más.

—Eso espero, ¿todo bien?

—Sí, ¿pasarás hoy a almorzar? Prepararé lasaña, tu plato favorito.

Y no puedo evitar sonreír.

—Está bien, pasaré alrededor de las dos.

—Te quiero Lenny, todo estará bien.

—También te quiero.

Y cuelgo, sé que he dicho que debo luchar, pero no sé qué hacer, debo tomar cualquier entrevista que se me cruce porque si no, terminaré viviendo en la calle.

La  pasa lento y después de una gran búsqueda logro conseguir dos entrevistas de trabajo, aunque claramente no son revistas muy importantes, pero algo es algo.

El almuerzo con papá me tranquiliza y la lasaña definitivamente me hace olvidar todo, pero al momento que el menciona que Brenda, mi madre, vendrá pronto me molesto de nuevo y salgo de la casa. No quiero verle, desde pequeña se ha ido de la casa dejándonos a los dos solos y piensa que puedo perdonarle, pero no es así, nuestras peleas han sido muy fuertes y ambas nos hemos dicho cosas que no deberíamos.

DRAGÓNE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora