Capítulo 24

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La noche anterior había sido espectacular, mis compañeros me obsequiaron muchos regalos, nos embriagamos como nunca y desperté con una tremenda jaqueca pero fue la mejor fiesta de mi vida, incluso reponía mi cumpleaños 16.

Yo estaba recostado en el sillón tomando un café y viendo la TV cuando el timbre sonó y tuve que levantarme a abrir y me llevé una gran sorpresa.

—¿Papá?

—hijo mío—me abrazó fuertemente, correspondí al abrazo, no pude evitar llorar de felicidad.
Zayn bajó las escaleras y mi mamá salió de la cocina y al ver que mi papá se encontraba ahí gritó de felicidad y abrazó a mi padre que aún no me soltaba.
Duramos así unos segundos más hasta que nos separamos.

—¿Por qué no me avisaste que vendrías?—preguntó mi madre limpiando sus lágrimas y sin dejar de sonreír

—quería sorprenderlos, feliz cumpleaños hijo

—gracias papá

—tu regalo está afuera, ve a buscarlo—me entregó las llaves del auto y fui a buscar mi regalo pero en el auto solo estaban las maletas de mi padre y no iba a buscar ahí.
Luego Zayn se acercó y comenzó a reírse de mí.

—¿De qué te ries?

—¿no lo entiendes, Liam?

—¿de qué hablas?

—tu padre te obsequió el auto

—¡¿De verdad?!

—si hijo, es todo tuyo—lo volví a abrazar y agradecí varias veces, este era el mejor regalo de todos

Estuve viendo el auto por fuera y por dentro mientras mi padre conocía a Zayn según mi madre ya le había contado de él

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Estuve viendo el auto por fuera y por dentro mientras mi padre conocía a Zayn según mi madre ya le había contado de él. Al parecer se llevaron bien.

—¿Puedo estrenar mi auto nuevo?

—espera, deja bajo mis maletas

—yo le ayudo— Zayn tomó dos maletas y mi padre solo otras dos.

—Debes llegar antes de la comida—dijo mi madre

—si mamá

—y lleva a Zayn, no quiero que hagas mal uso del auto

—bien bien.

Me subí a mi auto y luego llegó Zayn.

—¿A dónde vamos?

—a probar la velocidad de este bebé.

Arranqué el auto y puse el radio en la estación en donde pasaba música hip hop y rap que eran los géneros que más me gustaban y al parecer a Zayn también porque no tardó en cantar con su preciosa voz. Yo me le uní a cantar, ambos cantábamos fuertemente sin importarnos si nos escuchaban los de los otros autos.

—Tu papá es genial, el auto es fabuloso

—lo sé, por cierto, nunca me has hablado de tu padre

—ou...—se quedó callado unos segundos—no tengo papá, él murió antes de que yo naciera

—lo siento mucho, ¿tu mamá no volvió a tener pareja?

—no, ella siempre pensó primero en mí antes que ella misma

—me hubiera gustado conocerla

—sé que se hubieran llevado bien, ella te habría querido mucho

—aún no sé por qué mi madre te adora si eres insoportable—me dio un golpe en el brazo y reí— es broma

—no fue gracioso, ¿podemos pasar por cervezas?

—claro.

Después de ir a comprar una caja de cervezas fuimos a un campo en donde podía probar la velocidad del auto, no dijimos nada más pero en vez de eso seguimos cantando.

Una hora después nos encontrábamos fuera del auto admirando el paisaje y tomando una cerveza.
Era un día soleado pero no caluroso, se podía sentir sutilmente el viento en la piel y podíamos escuchar algunos pajarillos que se encontraban en un árbol cerca de nosotros. Todo era tan tranquilo y relajante.

—Liam—lo miré pero él mantenía la vista en otras parte que no fuera yo

—¿que?

—¿recuerdas cuando te conté que iba a América por el concurso de baile?

—claro—ya se me había olvidado

—me iré por dos meses

—¿qué? ¿no era solo un mes?

—no

—no puedes irte tanto tiempo—me miró

—puede ser una gran oportunidad para mí, regresando me iré a vivir a un departamento, ya lo hablé con tu mamá y aunque está en contra de eso me dijo que era mi decisión así que ya no estaré más contigo

—no quiero que te vayas Zayn, estás bien con nosotros

—pero tu papá ya está aquí y aunque digan que están a gusto conmigo yo me siento fuera de lugar

—no es necesario que te vayas, ya eres parte de nuestra familia—él suspiró y apartó d nuevo su vista de mí—¿cuándo te vas?

—en una semana—sentí un horrible nudo en el estómago—¿no quieres que me vaya?

—yo quiero que te quedes aquí... conmigo ¿no puedes quedarte menos tiempo allá?

—son varios concursos, es mi sueño y no habrá más oportunidades

—claro que las habrá, eres muy talentoso—ya no me dijo nada, supongo que lo estaba reconsiderando

—promete que me esperarás—volvió a mirarme—promete que no estarás con nadie más mientras yo no estoy

—lo prometo—lo dije sin pensar. Zayn me sonrió mostrando su blanca dentadura

—¿ya te dije que te quiero?

—si—ambos sonreímos y entonces lo tomé de la mejilla, cerramos nuestros ojos y luego juntamos nuestros labios formando un beso diferente a cualquier otro beso que nos hayamos dado antes, nuestro beso era lento y dulce. Supongo que este era como nuestro beso de despedida ya que era uno especial.

Seguimos disfrutando de nuestra compañía hasta que nos dio hambre y volvimos a casa unos minutos antes de la hora de la comida.

Ya estábamos sentados en el comedor, yo le ayudaba a mamá a servir de comer, Zayn y mi padre hablaban para conocerse más.

—Hay algo que tengo que decirles—habló mi padre—mi jefe volvió a cambiarme de zona

—¿es más lejos?—pregunté preocupado

—en realidad no, voy a volver a trabajar aquí, me voy a quedar con ustedes—mi mamá gritó de emoción y yo me levanté a abrazarlo

—me alegra mucho papá

—y hay algo más, este viernes habrá una cena con los trabajadores y podemos llevar a la familia y como Zayn ya es parte también de esta familia también puede ir

—gracias Geoff—sonrió.

Cada vez mi vida iba mejor aunque tenía la preocupación de que Zayn se iría, si pudiera me iría con él pero yo entraba en una semana a la universidad y no podía.

Lencería - ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora