Me arriesgué a quererte |Gemeliers|

III

Apenas faltan diez minutos para que lleguemos al campamento, por fin.

-Eh, que te empanas. -Dice Dani tirándome un trozo de patata que tenía en la mano.

-Que ya llegamos. -Digo emocionada y veo como sonríe.

Desde que lo he abrazado, algo ha cambiado entre nosotros, es como si ese orgullo que tenía dentro se me hubiera ido y no ha pasado nada entre nosotros, y la verdad que lo necesitaba.

Estas últimas dos horas y media que ha durado el viaje lo hemos pasado hablando y contándonos un poco todo, la verdad que echaba de menos estar así con el.

Se hace un silencio que apenas es incomodo en el que apoyo mi cabeza en su hombro, al principio me mira extrañado, pero luego pasa su brazo por mis hombros atrayéndome más a él y cierro los ojos durante unos segundos.

-¿Te pasa algo? -Pregunta Dani.

-Estoy cansada del viaje. -Admito.

-Pues... Ya estamos llegando, ¿lo sabes?

Asiento levemente y elevo la vista hacia él para verle y me da un leve beso en la frente.

El autobús se para, empiezo a darle golpecitos a Marcos que me mira y me sonríe.

-¡Hemos llegado! -Grito.

Marcos y Dani se miran entre sí y Dani suspira sonriendo.

Julia y yo cogemos nuestras maletas y bajamos del autobús con ganas.

Buscamos a algún monitor para ver cuál va a ser nuestra habitación y encontramos a José, nuestro monitor de todos los años que cuando nos ve se da la media vuelta intentando evitarnos.

-¿Os voy a tener que aguantar otro mes más? -Pregunta de broma y las dos asentimos. -A ver... -Comienza a buscar entre los papeles. -Estáis en la parte del hotel, segunda planta habitación 8. Que disfrutéis, a las seis y media aquí.

-Vale. -Responde Julia.

Miro el reloj, son las seis menos cuarto así que cogemos nuestras cosas y volvemos con los chicos.

-Bueno pues... ¿A las seis y cuarto aquí? -Pregunta Marcos mirándome.

-Vale hermanito. -Responde Julia.

Nos despedimos de ellos y entramos en nuestra habitación, cuando vemos a una chica rubia de pelo largo salir del baño con el neceser en la mano.

-¡Tocaya! -Grito abrazándola.

-Ay mi Sevillana guapa. -Dice Ana. -Ya os echaba de menos.

-Bueno qué. -Dice Julia. -Hay que ponerse al día.

-Bueno falta Marta. -Dice Anita. -Ya sabes la alicantina siempre llega tarde.

-Ay mi Anita. -Digo abrazándola. -Nosotras tenemos muchas cosas que contar.

Mientras que colocamos Julia y yo nuestras cosas le vamos contando a Ana lo que nos ha pasado en un resumen que ya ampliaremos cuando esté Marta, y ella nos cuenta cómo le ha ido en Alicante, que es de donde es.

-Tengo ganas de ver a los chicos. -Admite nerviosa y nosotras dos nos reímos.

-Pues venga, vamos. -Digo saliendo de la habitación y buscamos a los chicos que están en el mismo sitio de antes.

-¡Hombre la que faltaba! -Grita Manu, el primo de los gemelos abrazándola con ganas.

-Eh, me ahogas Morilla.

-Relaja ¿eh? -Dice colocándose a su lado.

-Bueno venga, ¿primera foto del mes? -Propone Jesus sacando su IPhone.

***

-Eh. -Me llama alguien sentándose a mi lado. -¿Qué haces aquí?

Me giro para ver a Dani y me encojo de hombros.

-Necesitaba estar sola. -Admito.

-¿Acabamos de llegar y ya quieres estar sola? -Me pregunta.

-No lo sé. -Respondo mirándole a los ojos.

-Oye. -Me llama. -Creo que a finales de verano dejamos una conversación pendiente, y quería terminarla.

-No es buen momento.

-¿Y cuando lo va a ser?

-No quiero hablar de ello, ya está.

-Pero Ana. -Me llama. -Me he comido la cabeza durante todo el año, por lo menos quiero saber el por qué.

Lo miro a los ojos y suspiro volviendo a llevar la vista al suelo.

-Porque en ese momento te quería Dani. Lo hice porque te quería.

-Y entonces... ¿Por qué se enfrió todo después de eso?

-Porque creo que fue un error. -Admito. -Pensaba que estaba preparada, pero me di cuenta de que no lo estaba y...

-Ay. -Dice acercándose a mi. -No llores por favor. -Me pide secándome las lágrimas.

Me giro para verle mejor y otra vez me mira a los ojos, no hay mucha distancia entre nosotros pero él hace que cada vez quede menos, y me estoy empezando a poner nerviosa.
Me mira a los ojos y sonríe, luego mira mis labios y vuelve a mis ojos, se lo que va a hacer, por favor que no me bese.