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Un abrigo muy afelpado, cámara, cigarrillos y mi reproductor de música; lo indispensable para comenzar el viaje que tanto había esperado. No es fácil aceptar la perdida de tu primer amor, y más cuando ese fue quien más te apoyo durante gran parte de tu vida. Seguí mis sueños gracias a esa persona, y era tiempo de buscarla, agradecerle por no dejarme rendir cuando estaba casi en el fondo.

Vuelo retrasado, perfecto. La sala de espera estaba llena con los que tomaríamos el vuelo a Japón y se sumaron los del vuelo retrasado. "vaya manera de empezar el día" pensé.

-¿Llevas todo listo Eli? ¿Pasaporte? ¿Tarjeta? ¿Efectivo en Yenes?- Preguntó mi madre, con la angustia marcada en el rostro.

-Si Ma, no te preocupes, llevo todo lo que necesito.

-Mi hija- Sus ojos se le llenaron de lágrimas -Mi bella hija. Prométeme que te cuidarás...- Me dio un fuerte abrazo, el cual correspondí con la misma fuerza. Mi madre, tan sensible y afectiva, no es como si fuera la primera vez yéndome de viaje, pero para ella era como si así lo fuera.

-Lo prometo Sra. Claire. ¿Cuidarás de la familia mientras no esté en casa verdad?

-¡Claro! Tu hermano estará bien... Tu padre estaría tan orgulloso de ti- Sus palabras me hicieron un nudo en la garganta, a pesar de que él nos había dejado años atrás aún lo extrañaba, como el primer día.

-Lo sé Claire, lo sé.

Estaba casi acostumbrada a la perdida de los seres a quienes más quería, primero él, luego papá. En esta lista podrían entrar mis tortugas, Thing 1 y Thing 2, ambas huyeron... o Will, el pequeño cachorrito que murió días después de haber llegado a casa. Tal vez soy yo la que no puede mantener seres vivos a su lado, ni personas, ni animales. En realidad ya no importaba mucho, podría decir... que ya me estaba gustando mi soledad, tenía que acostumbrarme a ella; después de subir a ese avión, realmente estaría sola.

Llegó el momento de abordar, y mi madre me miró de nuevo, tomó mi rostro entre sus manos y me dio un beso en la frente.

-Cuídate mucho hija. Te amo.

-Yo también te amo mamá- Un último abrazo de despedida y tomé mi bolso para después abordar el avión.

Sabía que no debía mirar atrás, porque si lo hacía lloraría. Mi madre no sabía que estaba yendo a Japón para vivir ahí, para no regresar; si lo hubiera sabido ni siquiera me hubiera permitido salir de casa. Caminé por el pasillo hacia el avión que me llevaría a un nuevo comienzo, a perseguir la oportunidad que se me había brindado.

Blossoms in the Dark || Min Yoongi ||Where stories live. Discover now