Como siempre, era el primero en llegar a clases. Una aburrida mañana de un lunes cualquiera. Tome mi asiento, el cual era el ultimo de la primera fila al lado al gran ventanal que daba al patio. Sintiendo como poco a poco la gente iba llegando y tomando su lugar, incluso
senti cuando llego ella.
Abigail siempre se sienta en la primera fila al lado de la puerta. Como si esperara cada mañana que algo pasara.
Mire de reojo cada uno de sus movimientos, era realmente una chica realmete simpática de ojos azules y cabello rubio. No paso mucho cuando el profesor ingresó al aula, dando asi por terminada las pláticas en grupos que había en el salon.
– Buenos días –Se escucha decir por parte del profesor mientras dejaba sus cosas en el escritorio.
– ¿Qué está queriendo decir con eso? ¿Qué nos desea un buen día? ¿Qué se desea un buen día? O simplemente ¿Qué desea que sea un buen día?
–Abigail pregunto antes que cualquiera pudiera responderle a profesor, ganandose asi la mirada de todos. Ella al notar el silencio bajo la mirada – Lo siento... –Susurro un poco avergonzada.
Después de unos segundos la dejaron de ver para volver a lo suyo, restandole importancia a lo que acaba de decir, yo no la aparte. Tal vez sea porque llamo mi atención, o que me haya causado gracia el hecho de que habia dejado sin habla al maestro. Fruncí el ceño al ver como sacaba de sus cosas, un cuaderno totalmente negro. Ella al notar mi mirada rápidamente se sentó de tal forma que no la viera.
Ni que fueras muy interesante... Pensé mientras volteaba a ver el pizarrón. Note que se habia volteado asegurarse que no la estuviera viendo, para después seguir en lo suyo.
Debo admitir que la curiosidad me gano, y voltee nuevamente a ver qué era lo que estaba haciendo, mire como estaba sumergida en su libreta, dibujado quién sabe que cosa en ella... ¿Por qué estaría dibujando en la clase de cálculo? De repente dejo de hacer lo que estaba haciendo, se quedó quieta por unos segundos para despues rápidamente voltear a verme, cosa que me tomo por sorpresa haciendo que me sonrojara un poco por la vergüenza. Ella por su parte, fruncio el ceño para después seguir en lo suyo, sólo que esta vez apretaba con fuerza el lapiz.
Para todos aquí Abigail es una chica normal, para mí no lo era. Para mi, Abigail es una chica bastante extraña.
Siempre se le veia en otro mundo, distante a los demas, a pesar de estar con sus amistades era evidente que estaba desconcentrada. Y muy aparte de esto, tenia acciones un tanto extrañas para mi gusto.
Pasó un tiempo, y se había terminado la primera clase, no tardaría en llegar la siguiente profesora. Me pare de mi asiento sin llamar mucho la atención, y al pasar frente de Abigail note que uno de sus dibujos, era algo quemándose, causando en mi curiosidad. No me dio tiempo de detallar qué era porque rápidamente cerro el cuaderno con fuerza. Alce una ceja y simplemente salí.
– Que chica más rara... –Me dije a mi mismo mientras entraba al baño.
Abigail había llegado a este instituto el año pasado, cuando llego, realmente pensé que era una chica común y corriente, pero estaba muy lejos de la realidad. Aunque hay que admitir que Abigail era una chica muy hermosa, se le notaba que escondía algo que no queria que la gente supiera de ella. Decidí volver al salón de clases, no sería muy lindo que la profesora Morgan me volviera a regañar.
Justo al salir del baño, tropecé con alguien haciendo que se cayera. Para mi estupenda suerte, era Abigail.
– Lo siento... -Dije mientras trataba de ayudarla a parar.
– No importa –Dijo rápidamente mientras soltaba mi mano como si aquello estuviera de mas. – ¿Eres Alan cierto? – Pregunto mientras se alejaba un paso.
– Si –Respondi un tanto extrañado por su actitud.
– ¿Te hice daño? –Dijo mirándome con preocupación. Causando un poco de gracia en mi. Por alguna razon, esta chica cada vez me sorprendia mas.
– No, realmente fui yo quien tropecé contigo, asi que el preocupado deberia ser yo– Se quedo en silencio por varios segundos, analizando lo que yo le dije. Y su expresión cambio nuevamente, ahora parecia enojada.
– ¡No me mires más en clase! –Exclamo con enojo. Me sorprendí un poco por eso, que cambio tan rústico para una persona.
– ¿Qué? –Dije desconcertado. - Yo no te miro en clases - Dije un poco brusco.
– ¡No me mires! –Dijo mientras se alejaba- ¡No lo hagas! - Realmente estaba loca.
– ¿A dónde vas? –Dije alto para que me escuchara – El salón está al otro lado. –Le dije con un poco de ironía.
– ¡Tengo que limpiarme! –Dijo para seguir su camino.
Que chica más extraña... Pensé mientras fruncía el ceño
Seguí mi camino al salón, al entrar note que aun no llegaba la profesora.
Abigail... No podía sacarla de mi mente...
Que chica más rara ¿Limpiarse? ¿De qué? Si estaba más que limpia, por lo que pude notar. Ademas, no era como si mis manos estuvieran cubiertas de lodo o algo pegajoso. De repente muchas preguntas invadieron mi mente ¿Por qué era tan misteriosa? ¿Qué era ese dibujo? ¿Qué le pasa?
Note como entro al salón con una sonrisa, como si nada hubiera pasado, Abigail se sienta en la primera fila al lado de la puerta.
Abigail.... Pensé sin apartar mi mirada de ella.
