Incluso después de dos años, Jin se encontraba pensando cosas; como que Namjoon disfrutaba la comida de aquel lugar en el campus donde hacían la mejor carne bulgogi; o cuando descargaba una buena canción, se preguntaba si Namjoon la habría oído. Eran cosas estúpidas como esas que seguían apareciendo en su cabeza; pensamientos no deseados que le distraían de sus tareas en los peores momentos, que le hacían más difícil olvidarse por completo del otro chico.

Han sido dos años desde que salieron, un año, ocho meses desde la última vez que habló con Namjoon por el teléfono, y un año, cuatro meses desde que se mensajearon por última vez.

No era justo, Jin se encontraba pensando enojado, prácticamente pisoteando su salida de clases. Él lo estaba haciendo... No genial, pero lo suficientemente bien. Finalmente llegó a un lugar en su vida donde no estaba pensando siempre en Kim Namjoon y sus hoyuelos y su dulce disposición, y la manera en que trataba a Jin como si fuera algo precioso, y a la mierda todo; Kim Namjoon tal vez fue el amor de su vida, pero empujó todos esos pensamientos en una caja dentro de su cabeza y la lanzó en la esquina más lejana de su mente, para no ser tocada nunca más a menos que estuviera extremadamente ebrio y quisiera sentir su corazón rompiéndose por completo de nuevo porque algunos días él era un masoquista.

Pero romper fue la decisión correcta, Jin mantenía. Era la cosa responsable que hacer- algo que sus padres esperarían de él que hiciera, algo que esperaría de sí mismo.

Porque Jin era un chico responsable. Pagaba sus cuentas cuando llegaban en su correo, hacía sus contribuciones, y terminaba sus trabajos de la universidad en un tiempo adecuado.

Universidad venía primero. Siempre había sido de esa manera, y Namjoon lo entendía. Incluso cuando traban toda esa cosa de relación-larga distancia, Namjoon entendía que Jin no estaría disponible como solía. Pero siguieron luchando, porque eran lo suficientemente jóvenes que cuando las cosas no salían a su manera, no era que la vida apestara algunas veces, era por la otra persona- Namjoon le acusaría de preocuparse más de sus clases que de él, y Jin podría quejarse de que Namjoon estaba siendo demasiado infantil y que necesitaba madurar.

Jin se sentó en su clase, perdido en sus pensamientos.

Era estúpido. Tan, tan, tan, tan, tan jodidamente estúpido. Kim Namjoon era alguien del pasado de Jin y no debería pensar más en él. Habían terminado. Fin. Su rompimiento era agua bajo el puente y habían sido dos años, ¡Maldita sea! Era patético pensar en su antiguo novio todo este tiempo después de que terminaron.

Jin era patético.

*

Los ojos de cachorrito de Taehyung estaban en su esplendor mirando a su mamá, "quiero abrazarte tanto justo ahora. Esta la es historia más triste de todas-, si no supiera que tú y papá terminarían juntos al final, probablemente estaría llorando."

Jin rió, "no te preocupes, Tae-"

"V."

Todos en la habitación suspiraron, y Jimin dio un golpecito en la frente de Taehyung.

*

Jin puso una cara ante la entrevista en la televisión. Navegando en los canales nunca se había sentido tan peligroso ahora que Rap Monster parecía estar en cada emisora.

"Estoy seguro que todos se preguntan: ¿Qué tienes que hacer para que un chico como Rap Monster se fije en ti?"

Ugh. Solo... ugh.

Jin quería cambiar el canal- cambiar a cualquier cosa que no involucrara el rostro de Kim Namjoon, pero sus dedos solo estaban en el control, y tal vez la mórbida curiosidad le hacía querer saber la respuesta a la pregunta, o solo un profundo deseo de torturarse a sí mismo, pero no se permitió cambiar el canal por ahora.

...Where stories live. Discover now