Inocencia perdida (Pausada)

Capítulo 30.

Miro a Liz y al carro cargado de comida.

-Ves con ellos, no te preocupes por mí, hoy por suerte hemos traído él coche -Liz hace cejitas de nuevo.

-Vente también si quieres, Liz-. Le dice Noah.

-No gracias, tengo que hacer la comida-Liz sonríe.

-Bueno, pues entonces nos vemos luego-digo a Liz-.

-Vaya culito tiene el pelirrojo -Liz me choca el codo con su codo. Yo le chisto en la cara.
Gracias a dios, Noah no se ha enterado, está haciendo batallitas con Kayla.

-Tu ya tienes a Derek -le recuerdo.

-Pero este tiene mejor culo-dice Liz-. Y por delante, se le ve bien dotado-yo abro los ojos cómo platos.

-Tranquilízate, que es broma-. Liz se troncha-. Bueno, o no. No lo puedo juzgar si no lo veo desnudo.

-Estás un poco... Salida-Liz ríe todavía más...

~
Hemos ido a una cafetería que está justo en frente del parque, así Kayla puede jugar mientras Noah y yo la vigilamos desde la terraza de la cafetería.

-Tenía muchísimas ganas de hablar contigo-dice el pelirrojo.

-¿Ah sí? ¿Y de qué?-doy un sorbo a mi zumo de limón.
Que rico y refrescante está.

-Ryan me informó de que metieron a Azael en la cárcel. Y sé el porqué... -la cara de Noah se vuelve seria.

-Así que sigues hablando con Ryan...-digo yo.

-No que va. Él es un capullo interesado. Es él quien se acerca-Noah toma mi mano-. ¿Estás bien?

-Sí... ¿Porqué?

-No te hagas la tonta. Sabes de lo que hablo. De Azael... Y lo que te hizo.

-Sí. Ya estoy bien. Te agradecería que no habláramos más de ello.

-De acuerdo, tranquila-Noah levanta las manos en señal de disculpa-. Sólo decirte, que si lo llego a saber, la noche en que lo tuve delante de mí, no hubiera salido vivo del local -dice Noah apretando los nudillos de su mano-.

-En verdad, tu ya hiciste bastante...-le recuerdo-. Bueno, ¿cómo está tu hermano?

-¿Evan? Bien. Ha empezado una relación con la profesora de Kayla.

-¿En serio? -me sorprendo.

-Bueno, no sé... Hace un rato los vi paseando juntos-dice Noah.

-Vaya...

-Por lo visto, ambos se gustaban mutuamente o no sé que chorradas.

Miro él reloj de mi muñeca-Debería de ir yendo a casa-digo.

-Iré a pagar la cuenta-Noah se pone en pie-.

-No, espera, ya pago yo-me pongo en pie-.

-Yo invito, yo pago-dice poniendo su mano en mi hombro haciéndome sentar de nuevo-. La próxima si quieres, ya invitas tú.

Me quedo sentada con las manos pegadas a mis piernas, mirando de un lado a otro.

-¡Jane!-me llama Kayla a gritos.

Yo me volteo a mirarla.

-¡Mira que sé hacer!- la pequeña se cuelga de una barra con sólo ayuda de las piernas, está boca abajo.

-¡Cuidado, no vayas a lastimarte!-le grito con ambas manos rodeando mis labios.

-Bueno, pues ya está -dice el pelirrojo guardando su cartera-. ¡Mierda, mierda, mierda!-dice Noah exasperado.